MinSeok ha sido testigo de muchas cosas que pasan en la universidad, ha sido observador de burlas y bromas, accidentes, peleas de cualquier tipo y hasta confesiones de amor. Recuerda los San Valentín en la escuela, están llenos de sorpresa, a veces junto con sus amigos disfrutan de las escenas causándoles risas o hasta lastima, pero definitivamente nunca había sido testigo del Día de LuHan, en otras palabras su cumpleaños. Ya que casualmente es la primera vez que un 20 de abril cae en semana en lo que va de la Universidad.
El coreano estuvo buscando qué regalarle, quería que fuera especial, así como los regalos del chino, él merecía que se esforzara en darle algo igual de significativo; y lo encontró. Al ser miércoles él tenía que pasar por el chino, pero con ayuda de su suegra pudo dejar uno de sus regalos en el cuarto de éste cuando se fueron a la escuela. Se sintió apenado de darle un insignificante «Felicidades» junto con un abraso que hizo que todos los vellos se le erizaran y una corriente eléctrica pasara por su espina dorsal, sin saber que el chino tuvo la misma reacción.
Desde que llegaron a la escuela sabía que el día no sería normal, empezando por la gran cantidad de regalos que había fuera del casillero de LuHan –obra de su club de fans-, hubiera sido tranquilo si se hubiera quedado ahí, pero las chicas están enamoradas y son ricas, una combinación peligrosa.
—No entiendo por qué insisten en hacer sus fiestas de cumpleaños tan aburridas —comentó BaekHyun cuando se encontraban almorzando—. Podríamos hacer una fiesta de verdad, sin tantas etiquetas. Tomar hasta el amanecer.
—No todos somos unos fiesteros como tú, BaekHyun —KyungSoo dijo sin emoción.
—Bueno, no todos somos unos aburridos como tú... hyung. —JongIn rió por su propio comentario y observó con más burla cuando los ojos del pequeño lo mataban con la mirada. Nadie dijo nada, tomándolo como un comentario cualquiera de parte del de piel de morena—. Como sea, opino lo mismo que Baek, debemos de hacer una verdadera fiesta.
—No lo sé, yo estoy bien celebrando mi cumpleaños en mi jardín. —El jardín de LuHan era tan grande que no había duda de que todos los estudiantes de la universidad cabrían en el.
—Aun así hyung, es una buena idea. Desde la fiesta de Junmyeon que no nos divertimos; y ni siquiera asistieron MinSeok hyung y tú, nos hace falta una. —El rubio asintió emocionado a lo que dijo su novio, el pelinegro no le daba importancia a lo que sus amigos comentaban, mientras que el chino rodaba los ojos por lo insistentes que podían ser.
—Si quieren hacer una fiesta no busquen pretextos para hacerla, sólo háganla —El azabache por fin dijo.
—Tiene razón LuHan hyung, fiesta en mi casa dentro de un mes. —JongIn habló emocionado—. Y todos deben asistir. —Dirigiendo ese último comentario para cierto pelinegro con ojos grandes que arrugó el ceño por la sonrisa de autosuficiencia de JongIn.
—Nosotros te daremos tu regalo hasta tu fiesta —Yixing dijo alegre cambiando de tema. Todos sus amigos asintieron dando a entender que ellos harían lo mismo.
—Con la cantidad de obsequios que ha recibido hoy, no sé si sea necesario el nuestro. —LuHan miró mal a YiFan por lo que dijo, pero aun así no le respondió nada.
—Como sea —finalizó LuHan.
Terminó el descanso y cada quien se dirigió a sus clases, LuHan recibió más paquetes, muchos chocolates y bombones, a él no le llamaba mucho la atención lo dulce, pero sabía que a su pareja sí, posiblemente podría invitarle algunos.
Durante todo el día el chico fue acosado por sus admiradores, recibiendo regalos de cualquier tipo; cuando las clases acabaron el pobre chico ya no sabía qué hacer con tanto paquete, teniendo que llamar al chófer para que se llevara todo ya que en su coche no habría cupo ni para una carta más.
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Obligados amarse «Xiuhan/Lumin» [Corrigiendo]
RomanceMinseok y LuHan, hijos de familias ricas y poderosas. Un mundo superficial. Ambos deben enfrentarlo, y tomar el lugar que les corresponde. Un negocio bajo la fachada de un matrimonio. Sin ningún tipo de esperanza o alegría por esta unión. Su destino...