21. Mi futuro

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MinSeok está apagando su computador en su nueva oficina, se encuentran a finales de Julio, la escuela acaba en una semana más, los exámenes terminaron y todos se preparan para la graduación.

Sus padres pensaron que era momento de que se volvieran a unir a la empresa y empezaran a conocer más a fondo sus funciones. Es agotador, pero se siente feliz.

Con LuHan, su relación parece la de costumbre, no volvieron a tocar el tema de la fiesta "como si nada hubiera pasado"; MinSeok cumplió con ya no hablarle o acercarse a DongWoo y éste último había tenido dificultades para entenderlo, aunque poco a poco estaba perdiendo la esperanza de hablar con el pelinegro.

Por suerte KyungSoo no se molestó con él por el inconveniente que les causó, sin embargo, BaekHyun era otro asunto, fueron días donde le recriminaba –y a JongDae- el haberlo dejarlo solo con ese tipo de personas, que le pudieron haber hecho quien sabe qué o aprovecharse de él, como aquel tipo tatuado. ChanYeol tampoco estaba muy contento con él, pasando el tiempo las cosas se fueron calmando y todos volvieron actuar normal, aunque Yixing y YiFan preguntaran lo sucedido aquella noche y por qué todos parecían tan enojados con el mayor.

En lo que quedó del mes MinSeok y LuHan se unieron a sus madres para la organización de la boda, los últimos detalles, así mismo fueron a ver a la señora Byun para que tomara sus medidas y vieran los bocetos que la señora ya había empezado hacer, era muy rápida porque una vez que tuvo sus medidas 10 días después los estaba llamando para que fueran a probárselos, cada uno por separado, porque según ella no debía de verse hasta el gran día para que fuera una sorpresa.

También asistían con SoHee, y en algunas ocasiones con su esposo e hija, para ver la nueva mansión adquirida para el nuevo matrimonio. Los muebles que necesitarían, la decoración en sí. El contratar servidumbre era el trabajo de la nana de MinSeok quien se había ofrecido a irse con él para ser su nueva ama de llaves, él estuvo encantado, su mamá no tanto, pero terminó aceptando.

Cada vez el día de la boda estaba más cerca y el pelinegro sentía un nudo en el estómago y aún no descifra si de felicidad o angustia.

—¿MinSeok? —El chino abrió la puerta de su oficina y la cerró después de entrar a esta—. Estuve tocando, pero no respondías.

—Lo siento, no la escuche.

—Te veías muy pensativo, ¿paso algo? —el pelinegro negó.

—No, estaba pensando en que la boda será muy pronto.

—Oh, sí... ohm... mis padres están esperando abajo. ¿Terminaste? —preguntó.

—Sí, vamos.

Se despidieron de sus secretarias. El cielo aún era claro, sus horas de trabajo eran después de la escuela hasta las 7 u 8, salvo que ese día seria la excepción ya que tenían que mostrarle la mansión a los señores Lu, porque JiMin la quería ver una vez que estuviera lista. Y a decir verdad los chicos no habían tenido la oportunidad de verla terminada.

Legaron con los suegros del coreano y partieron a la nueva residencia. Los papás del chino en su auto y los jóvenes en el coche de LuHan, llegaron en 20 minutos. Estaba cerca de la oficina, así como de los hogares de sus padres.

—Oh, por dios. Es más hermosa que en fotos —exclamó la madre del chino, totalmente emocionada una vez que bajaron de sus autos, quedando ante ellos la mansión Lu-Kim—. MinSeok, tienes un gusto exquisito.

—Gracias —respondió. Después de todo él la había elegido.

—¿No es un poco pequeña? —preguntó el señor, era bonita, sin embargo, creía que para su hijo y su futuro esposo era poco. Nunca nada era suficiente para los hijos.

Obligados amarse «Xiuhan/Lumin» [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora