Obligados amarse «Xiuhan/Lumin» [Corrigiendo]

38. Epílogo

A petición de ustedes quise darles este regalito, deseo sea de su agrado.

Todo tiene una secuencia, hay saltos en el tiempo, siempre al futuro. Espero darme a entender. Cualquier duda con gusto será respondida. Sin más a leer...

SeHun sabía que había cometido muchos errores en su vida, pero definitivamente volver a Corea fue uno de los más grandes. Aunque recuerda otros tantos que vinieron acompañados de la decisión de volver a su antiguo hogar.

Estaba feliz por LuHan, MinSeok y que su pequeño bebé ahora se encontrara fuera de peligro. De verdad que estaba feliz, no guardaba rencor por ninguno, sería estúpido si lo hiciera. Entendió que sus acciones fueron las de un niño inmaduro. Lastimosamente el que estuviera feliz por ellos no significaba que no le doliera. Después de todo, LuHan había sido su primer y gran amor, y dolió como nunca imaginó. Le lastimaba pensar en un universo alterno donde LuHan y él concretaban su amor y se unían, donde tuvieran hijos, una familia. Pero sabe que eso no sucederá.

Pensó mucho acerca de qué haría después de la graduación. Si continuaría viviendo en Corea o regresaría con sus padres. Fue una decisión difícil, sin embargo, optó por quedarse. Y no porque no tuviera ganas de correr hacia donde su familia, sino, ese era su país, su hogar, sus amigos, las cosas que amaba y conocía se encontraban ahí. Así que después de la graduación no dudó en contestarle a JongIn que se quedaría en el país, aunque eso significase encontrarse con LuHan o su esposo.

Estaba viendo la televisión en su departamento, un sábado libre del trabajo, justo estaba terminando de desayunar cuando una noticia llamó su atención.

"La joven pareja publica fotos de su hijo en sus diversas redes sociales" "Nos alegra saber que el hijo del matrimonio Lu luzca saludable".

SeHun observaba las fotos que transmitían la pantalla. El bebé lucía hermoso y feliz en los brazos de sus padres. Y lo que provocó la sonrisa nostálgica de SeHun fue la última fotografía donde un LuHan alegre sostenía en brazos a su bebé.

Se notaba todo el amor que tenía por su hijo.

Sintió ganas de llorar porque la culpa lo albergó; pensar que por sus niñerías aquel bebé hubiera corrido un riesgo era algo que no se perdonaba.

Con esos pensamientos terminó de arreglarse. No tenía planes, sólo salir a caminar, matar el tiempo. De alguna manera se sentía solo y le hacía oprimir su corazón.

No se dio cuenta de dónde estaba, vio un parque y decidió sentarse en alguna banca hasta decidir qué hacer. Pero su mala suerte no lo dejaba en paz. No había logrado sentarse cuando sintió un enorme ardor y dolor en su frente.

Al parecer algo redondo y veloz había impactado con su cabeza. Haciendo que terminara tirado en el piso y con un terrible dolor. Seguramente se le inflamaría en unos minutos.