MinSeok tenía todo lo que un niño podría llegar a querer o imaginar: los mejores juguetes, ropa de última moda al igual que zapatos y tenis, vídeo juegos, computadora, laptop y celular último modelo, pero sobre todo, tenía el amor y tiempo de sus padres. Que a pesar de trabajar muchas horas trataban de siempre tener su espacio con sus hijos, amarlos, consentirlos y hacerlos sentir especiales; lo que un niño necesita para no sentirse solo.
Por desgracia, MinSeok no podía decir que era feliz, lo era en su casa, cuando jugaba con su hermanita, cuando su nana le enseñaba a preparar diferentes tipos de cafés, cuando jugaba futbol con su padre o lo acompañaba a su oficina, también cuando su mamá le lee un cuento para dormir. Lo es cuando salen de vacaciones o cuando van con sus familiares. Pero no cuando estaba en la escuela; y no porque fuera aburrida y se le dificultaran las matemáticas, era algo mucho peor.
Los niños por naturaleza tienden hacer crueles, necesitan sentirse superiores en muchos aspectos, con dineros, altos, guapos y sobretodo, delgados.
Se le hacía difícil ser feliz y hacerse el fuerte cuando en su salón era conocido como "MinOing", sus compañeros hacían ruidos como cerditos cada vez que se paraba, caminaba por los pasillos o comía, se sacudían como si estuvieran en un terremoto cada vez que el pequeño pelinegro se sentaba, provocando el enojo de los profesores y la respuesta era la misma: Es que MinSeok pesa tanto que cada vez que se sienta el piso tiembla.
Y después el salón estallaba en carcajadas.
Sus compañeros eran unos tontos, la impotencia que sentía y las humillaciones no desaparecían ni se disminuían con el paso del tiempo, ni los años, en la primaria cuando uno es avergonzado por tanto tiempo y de tal forma puede provocar una enorme depresión.
Por suerte eso no paso; KyungSoo fue la mano que necesito para seguir adelante.
Muchos desconocían que la amistad entre MinSeok y KyungSoo haya surgido desde la primaria. No era un tema relevante, para ninguno de los dos chicos.
KyungSoo tampoco era del agrado de muchas personas, pero el chico tenía un fuerte carácter y no se deja intimidar por nadie, con su mirada aterradora alejaba a las personas, su inteligencia y seriedad dejaban aturdidos a los mayores. Cuando MinSeok conoció al chico fue de una manera un tanto extraña.
MinSeok comía solo en las bancas de la primaria, fruta, dos sándwich, un pastel o moffins (el postre siempre era diferente) y su jugo que en esa ocasión era de manzana. Su cabeza estaba agachada tratando de ignorar a todos y a los comentarios que llegaba a escuchar ya sea de sus compañeros de su salón o de otros que se unían a las burlas por "diversión"; no es que fuera el único gordito en la escuela, pero a diferencia de los otros que eran más agresivos y altos, MinSeok nunca llegó a defenderse.
El chico escuchó unos pasos acercándose, suspiró y rodó los ojos, antes de que pudiera escuchar alguna broma o burla, él le interrumpió.
—Por favor, déjame comer tranquilo; ahórrate tus bromas.
—Lo siento, pensé que podría sentarme, todo está lleno. Como sea, gracias. —MinSeok levantó rápido la vista cuando la voz que habló no la reconoció y por las palabras dichas se quedó sorprendido.
—Espera; ¿no viniste a molestarme? —el chico que también tenía el pelo negro se dio la vuelta, fue ahí cuando MinSeok pudo reconocer a Do KyungSoo, su padre le había comentado que los señores Do eran personas muy respetables e influyentes.
— ¿Por qué lo haría? Sólo quería un lugar para comer.
MinSeok se avergonzó, había sido grosero con una de las primeras personas que no la había tratado mal.
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Obligados amarse «Xiuhan/Lumin» [Corrigiendo]
RomantizmMinseok y LuHan, hijos de familias ricas y poderosas. Un mundo superficial. Ambos deben enfrentarlo, y tomar el lugar que les corresponde. Un negocio bajo la fachada de un matrimonio. Sin ningún tipo de esperanza o alegría por esta unión. Su destino...