Prólogo.

36 8 2
                                    


Mi vida había sido bastante fácil antes de que aparecieran chicos, antes de que mis hormonas no empezar a volverse locas, antes de que Ashton Scott no viniera a poner todo de cabeza.

Su maldito nombre hacía que mi cuerpo se estremeciera, de una buena manera, como si mi cuerpo lo necesitara.

Muchas veces me pregunto que sería de mi sin nada de eso, sin él, sin complicaciones.

Porque a pesar de que Scott me hiciera estremecer de una buena manera, también hacía que odiara todo en menos de un segundo.

Maldito Ashton, y maldito amor.

ASHTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora