Capitulo 13

153 7 3
                                    

Estoy temblando, no entiendo por qué accedí, nunca lo he hecho, siento la adrenalina en mi interior pero a la vez el miedo.
Aprieto fuerte el volante y el calor que saco de mi boca nubla los lentes del casco.

-Yo creo que mejor te veo desde afuera- le grito a Dylan que está en el otro coche de carreras a lado de mi.

-No me la vas a hacer de nuevo, acuérdate que me debes esta apuesta desde hace años. -me guiña un ojo y se baja los lentes.

Cuando éramos un poco más jóvenes, estábamos viendo un partido de futbol en casa de Trevor, yo como siempre le iba al mejor equipo y él al peor, todos odiaban a su equipo pero en este caso iba ganando.

-Es cosa de suerte, vas a ver que les vamos a terminar dando la vuelta. - lo miré fijamente.

-Te informo que mi equipo va ganando. -me sonríe falsamente.

-No por mucho- le devolví la sonrisa.

-Cierto, se me olvidaba que eres gran aficionada de ellos.- me miró serio. -Ya debes estar acostumbrada a ser una perdedora. -encogió los hombros y siguió viendo el partido.

-No vale tu comentario si le vas al equipo más odiado en el mundo. -alcé una ceja.

-¿Qué apuestas?- de pronto ya tenía su atención.

-Lo que se te de la gana.

-Una salida al cine, o mejor una cena. -su mirada era juguetona.

-¿Eso es si pierdo? -fruncí el ceño.

-Eso es si ganas. -me guiñó un ojo.

-Pues así mejor pierdo- encogí los hombros.

-Esta bien, entonces dime opciones.

-Si gano te vas a rapar y poner el logo de mi equipo. -achiqué los ojos.

-Eso es muy cruel, no lo haré, mejor te daré mis dulces favoritos, así de paso sabrás cuales son.

-¿Y si no me gustan?

-Mujeres- rueda los ojos. -Entonces una carrera- no terminó la frase.

Me le quedé viendo tratando de saber más y continuó.

-De coches. -sonrió.

-Sabes que me da miedo la velocidad.

-¿En serio? No lo sabía. -tal vez no lo había dicho en serio o tal vez sí, yo no le parecía ni un poco atractiva, era normal que se olvidara de todo lo que le contaba de mi. Nunca recordaba nada, si él hubiera sabido que recordaba cada cosa suya aunque no tuviera sentido.

Para no hacer el cuento largo, acepté y si, mi equipo perdió 3-2. Al final se quedó en el olvido la apuesta pero esta noche me di cuenta que no había sido así.

-Mejor dejémoslo para otro día por favor- estoy gritando de repente.

-Ya no se puede- tiene la mirada fija en el frente.

En eso el semáforo se pone en amarillo y luego en verde y piso el acelerador.
Dejo ir el miedo y empiezo a disfrutar de la adrenalina. Vamos al mismo ritmo y así nos mantenemos por tres vueltas más hasta que me harto y golpeo ligeramente sus llantas traseras haciendo que pierda un poco el equilibrio y provoque que baje la velocidad, dejándome a mi ganar.

-Eso fue trampa Alissa. -dice quitándose el casco dejando alborotado su cabello que está un poco pegado a su frente gracias al sudor, demasiado guapo aún.

-Tú eres un tramposo, y ya me había dado flojera la carrera.

-Eres demasiado floja. -niega con la cabeza sonriendo.

-Cállate. -le exijo de broma. -No se tú pero yo ya tengo hambre.

-Vamos por unos tacos. - dice animosamente y se le ilumina la cara.

-¿Sigue siendo tu comida favorita?-río.

-Aún lo es. -afirma con la cabeza.

********
Llego apenas a tiempo a mi clase de literatura, se me hizo tarde porque no oí la alarma. Dylan se tardó años comiendo sus tacos ya que los estaba disfrutando tanto y luego quiso que lo acompañara a la tienda, para terminar perdidos.
Para cuando encontramos el camino de regreso ya era más de media noche.

-Hola compañera.

Alguien me distrae de repente y miro hacia arriba.

- ¿Qué haces aquí Ian?

-La pregunta es, ¿puedo sentarme junto a ti?

Me le quedo viendo para que responda mi pregunta y así lo hace.

-Mi grupo estaba saturado y literatura era la única clase disponible. -encoge los hombros. -¿Ya me puedo sentar?

-Pero no hay silla. -miro al espacio vacío.

-De eso me encargo yo. -sonríe pícaramente.
Observo cómo va a pedir una silla a un grupo de chicas, una de ellas acepta en seguida hasta que le hace una pregunta.

-Claro, pero ¿te la vas a llevar?

- No, sólo quería checar el material del que estaba hecha. - noto el sarcasmo en su voz. 

-Ja ja, pues si te damos esta silla pero te tendrías que quedar en esta mesa. -sonríe enseñando todos sus dientes.

Zorra.
No lo digo por celos si no porque ellas son así, zorras, ni un favor se les puede pedir.

Ian mira hacia a mí y noto molestia en sus ojos, vuelve la vista hacia ellas y se sienta de mala gana en su mesa.
Debo de admitir que muy muy profundamente no me hubiera desagradado del todo que se sentara junto a mi.
Bueno, ya que.

Llega el profesor después de un largo rato y comenzamos la clase.

--------

Si no tiene tanta coherencia la historia respecto a los días, clases, ortografía o lo que sea es porque apenas decidí seguirle a la historia después de un largo tiempo ya que he iniciado la escuela ya y no tengo tanto tiempo. :(

No te dejes enamorar  #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora