Decidí por elegir chilaquiles de comer. Después de habernos organizado en deportes el entrenador nos puso una rutina que provocó que no sintiera mis pies, según él era para irnos preparando para los juegos.
Teníamos un equipo bueno, si no contábamos a Rachel o Miriam o Amy, en realidad no tan bueno pero con un poco de ánimos para ganar esa competencia y salir de aquí por unos días cualquiera se convierte en profesional.- No puedo creerlo, te acabaste todos los chilaquiles. - vi la tristeza fingida en los ojos de Ian.
Comencé a reírme. - No es mi culpa que sirvan tan pocos.
- O sirven muy pocos o tú comes mucho. - sonrío de lado.
- Tal vez las dos. - me acerqué a tomar un vaso con jugo.
- Ahora me dejaste con ganas de totopos con salsa.
- Apuesto que lo superarás.
- Con un poco de ayuda tuya si.
- ¿Cómo podría ayudarte yo? - lo miré atentamente mientras caminábamos hacía la mesa con nuestros amigos.
- Muy fácil ya que como a partir de mañana empiezan los juegos de competencia se recorrió para hoy el juego de americano. - nos sentamos y a lado de nosotros llegó Miriam interrumpiendo.
- Heeey, alguien se acabó los chilaquiles. - espetó enojada, me atraganté con mi bocado.
- No hagas contacto visual Alissa, tal vez si no te nota logres salir viva. - rió Rachel.
- Ja ja, gracias Al, me tuve que servir una especie de pasta con carne, ni siquiera la propia cocinera sabía si era carne sólo dijo algo como puede contenerla.
- Si te sientas y guardas silencio por un momento te compartiré, pero solo un poco.
Sin reprochar se sentó en seguida y con el dolor de mi corazón le compartí.
Regresé mi atención hacia Ian pero me volví a distraer con Dylan, Aron y Chase que venían atrás de él.
- Hola chicas. - dijeron al unísono.
- Hola. - respondimos todas excepto Ian.
- ¿Irán al juego de esta noche?- preguntó Aron sin dejar de ver a Miriam a lo cual esta se sonrojó.
- Si, vamos, tienen que ir, este juego es para clasificar al nacional. - Chase estaba abrazando a Amy, después de todo el armario de limpieza si les sirvió.
- No lo sé, tal vez me quede mejor a descansar para mañana. - dijo sobándome el cuello.
Dylan puso una mano en mi hombro y se me acercó al oído.
- Puedes ir a verme como forma de tregua, ya sabes por los viejos tiempos.
La verdad es que cada vez era menos incómodo compartir un espacio con él y el juego no sonaba nada mal como un buen modo para volver a ser amigos.
- De hecho, Alissa, era de lo que te quería hablar, si aceptarías ir a verme jugar hoy. - Ian me miró directamente ignorando a Dylan.
- Hermano, no se si te das cuenta pero estaba hablando con ella.
- Y yo con ella antes de que llegaras.
ESTÁS LEYENDO
No te dejes enamorar #Wattys2017
Teen FictionTodos tenemos a esa persona por la cual haríamos hasta lo imposible por tenerla con nosotros, por más que esta nos lastime, se vaya y regrese como si nada los sentimientos seguirán ahí porque duele más el hecho de no tenerla que el de su error. Ali...