Capitulo 5: 1/2

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-Esta noche volverás a dormir en mi cuarto.

Thomas miró a Dylan, desconcertado, y trató de no ruborizarse.

-Solo por esta noche -aclaro Dylan-. Las otras habitaciones aun no están lista.

-Pero... pero...

-Pero? -Dylan alzó una ceja con expresión divertida-. Te preocupa donde vaya a dormir yo? Me echare en el porche. Como la ultima vez.

Thomas debería haberlo imaginado. En realidad no había creído que Dylan estuviera sugiriendo que durmieran juntos. De hecho, no daba ninguna muestra de encontrarlo atractivo... algo completamente comprensible después de como se conocieron.

Pero, debía permitir que su jefe durmiera en el suelo? No parecía adecuado.

-No te preocupes -añadió Dylan como si hubiera leído su mente-. Un ranchero se pasa gran parte de la vida durmiendo al aire libre en un saco.

-Si, si, claro.

-En cualquier caso, antes de resolver lo de los dormitorios, deja que te enseñe la cocina. Podemos poner el hervidor para tomar un té.

Con una parlanchina y animada Mel en brazos, Thomas siguió a Dylan por un pasillo exterior que llevaba a una pequeña construcción de madera que resulto ser la cocina.

-La cocina separada del resto de la casa es una vieja tradición de esta zona. Casi todo el mundo utilizaba cocinas de leña y, si había un incendio, al menos se salvaría el resto de la casa.

-Tiene sentido -dijo Thomas mientras miraba a su alrededor. La cocina era bastante sencilla y espaciosa, sin ningún toque femenino, pero estaba muy bien iluminada y aireada, y contaba con una amplia encimera y una gran mesa de pino rodeada de sillas.

-La despensa está por aquí -dijo Dylan.

Con los ojos abiertos como platos, Thomas lo siguió a otro cuarto cuyas paredes estaban cubiertas de estantes abarrotados de comida.

-Vaya! -exclamó-. Estoy en el cielo?

-Veo que es fácil complacerte -dijo Dylan con una sonrisa.

-Todo cocinero sueña con una despensa como esta.

-Aún no has visto la cámara frigorífica.

-También tienes una cámara frigorífica?

-Aquí mismo -dijo Dylan a la vez que empujaba una pesada puerta.

-Oh, Dios mio!

-Se que no resulta demasiado reconfortante encontrarse con media ternera colgando de un gancho...

Pero Thomas no le preocupaba aquel toque de carnicería.

-Es asombroso. Es fabuloso, Dylan. Creo que estoy enamorado.

Dylan aparto la mirada y puso cara de pocos amigos.

-De la cocina -añadió rápidamente Thomas, ruborizado.

-Mel se va a enfriar si seguimos aquí mucho tiempo -dijo Dylan, a la vez que se volvía para abrir la puerta y dejarlo salir.


***






El padre de Dylan estaba sentando en la mesa, esperando su comida con la servilleta puesta mientras Thomas se ocupaba de preparar el biberón de Melisandre.

-Que tiene de malo la leche paterna? -pregunto Patrick en tono beligerante.

Thomas se puso al instante a la defensiva, y respiro profundamente antes de contestar.

El Milagro De La Vida (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora