Fue maravilloso, por supuesto. Tras haber pasado varias semanas reprimiendo aquella necesidad, por fin podían tumbarse piel contra piel, podían tocarse, saborearse... Y Thomas se sintió especialmente contento por no sentir la más mínima incomodidad o timidez. Las caricias de Dylan eran deliciosas y sintió que todo era perfectamente natural.
Disfrutó de dar y recibir, de los suspiros y las sonrisas mientras se abrazaban y disfrutaban... Hasta que al final alcanzaron juntos la cima del deseo.
Después, permanecieron largo rato abrazados, semidormidos, relajados...
- Increíble - murmuró finalmente Thomas.
-Sí - Dylan respiró profundamente -. "Increíble" es la palabra.
- Y, afortunadamente, Mel no se ha despertado - dijo Thomas con una sonrisa, y enseguida pensó que no era lo más adecuado que podía haber dicho.
Dylan se apoyo sobre un codo al escuchar aquello.
- Supongo que ha llegado el momento de que regrese a mi habitación.
Thomas se planteó pedirle que se quedara. Le habría encantado dormir con Dylan y despertar a su lado. Pero, probablemente, aquello habría sido pedir demasiado. A fin de cuentas, aunque sin mencionarlo específicamente, más o menos habían acordado que aquello no podía ser el comienzo de una relación real.
-Buenas noches, Dylan - dijo cuando él se levantó de la cama, y cerró los ojos para no ver cómo se iba.
La cálida presión se sus labios sobre la frente fue una sorpresa.
- Buenas noches, Thomas.
Aquel pequeño gesto le hizo sentirse mucho mejor cuando se fue.
***
A solas en su cuarto, Dylan se sentó en el borde de la cama y contempló un cuadrado del suelo iluminado por la luna.
Se había jurado a sí mismo que aquello no iba a pasar, pero ningún hombre en su sano juicio habría logrado alejarse de un chico tan hermoso y encantador como Thomas.
Pero no podía dejarse llevar por la intensidad de lo que acaban de experimentar. Había que enfrentarse a la realidad y echar el freno, aceptar que nada tan bueno podía durar demasiado.
Thomas era adorable, y aquel había sido el mejor sexo que había tenido en su vida, pero no debía olvidar que Thomas no estaba allí para quedarse. Había acudido allí principalmente para ocuparse de su padre y, si Patrick muriera, Thomas se iría.
Dylan estaba familiarizado con el patrón de hombres y mujeres marchándose de su vida, aunque, unos años antes, y a pensar de que nunca había superado la desolación que le produjo el abandonó de su madre, estaba seguro de que tendría más suerte que su padre.
Pero no fue así. Todas sus novias, a los que había conocidos en fiestas, o en boda de algún amigo, o en las carreras, y a las que había acabado llevando a Wakanda, terminaron por marcharse. Juliet se deprimió a causa de aislamiento. Elena se llevaba fatal con su padre. Gemma había sido incapaz de superar la falta se diversión y amigas con las que charlar...
Dylan comprendió entonces que, su quería a un su pareja, tendría que elegirlo entre hombre y mujeres acostumbrados a aquella vida. No hacia falta que fuera especialmente guapos, pero tenía que sentirse cómodo en torno a los caballos y al ganado, y tenia que amar aquella clase de vida.
Pero, entre tanto, tenía que adaptarse a tener allí a Thomas Brodie, en su vida, a mano, un día sí y al otro también...
Una idea tan tentadora como complicada, porque temía estar demasiado encariñado con él y con su hija.
No debía olvidar en ningún momento que, cuando se fuera, se llevaría una considerable parte de su corazón con ellos, como hizo su madre.
Estaba claro que no podía permitirse el lujo de perder la perspectiva.
***
Thomas estaba seguro de que se había quedado dormido con una sonrisa en los labios, y no se sorprendió lo profundamente que durmió hasta que Mel lo despertó a las cuatros de la mañana. Fue a la cocina, calentó un biberón y volvió a meterse en la cama con la pequeña.
Mientras Mel comía, la mente de Thomas se llenó de imágenes de la noche pasada con Dylan, y volvió a experimentar una burbujeante felicidad. Dylan había sido tan halagadoramente apasionado, y a la vez tan considerado...
Resultaba tentador hacer comparaciones con Will, pero no se lo permitió.
Sabia que lo sucedido la noche anterior iba a ser algo inolvidable para él, pero no debía olvidar que se trataba de una aventura pasajera, no del comienzo de una nueva relación. Tenia más que ver con la química que con emociones más profundas.
C
ontemplando las rollizas mejillas de su hija, la concentración de sus ojitos mientras comía, recordó la promesa que le hizo la noche que Dylan fue a verlos a Cairns. Entonces le aseguró que saldrían adelante, y que lo harían sin necesidad de contar con un hombre a su lado.
Debía ceñirse a su plan. Tenía que hacerlo solo.
Había pasado una noche inolvidable con un hombre que la conmovió hasta lo más profundo de su alma, pero no debía volver a suceder.
Era fundamental que no lo olvidará.
Estos pendejos ;__;
¿Les gusto el maratón?
#Yaoiinyourarea
#Dylmasesreal
#Las #amooooo.
Perdón algún error
ESTÁS LEYENDO
El Milagro De La Vida (Dylmas)
RandomHasta que salvo en una tormenta al embarazado Thomas Brodie-Sangster y lo ayudo a tener a su bebe, Dylan O'Brien nunca había tenido un bebe en sus brazos. Thomas nunca olvido a su salvador y, en cuanto su bebe tuvo unos meses, aprovecho la oportuni...