Capítulo 10

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La lluvia cayó a raudales el día del funeral en el rancho.

Thomas y Dylan apenas hablaron los días anteriores. Dylan se había encerrado en sí mismo, cosa comprensibles, y además había estado muy ocupado organizado el funeral, notificado a la gente el fallecimiento de su padre y ocupándose de las inevitables tareas del rancho.

Thomas sabía que estaba más dolido de lo que dejaba entrever. Era demasiado sensible y afectuoso como para no estar dolido, y no le extrañó que se hubiera refugiado tras una dura armadura.

Para mantenerse ocupado, limpió la casa de arriba abajo. Siempre existía la posibilidad de que asistiera al funeral la madre de Dylan. A fin de cuentas, Patrick había sido su marido y el padre de sus hijos.

El funeral tuvo lugar en una pequeña iglesia de madera blanca y asistió un número sorprendente de gente.

La madre de Dylan no había estado entre los presentes y, mientras servía un té a los invitados, Thomas tuvo que esforzarse para reprimir sus deseos de asesinar a la mujer que había causado tanto daño.

Al menos, la hermana de Dylan acudió al funeral. Julia llevó a su bebé de un año y a su esposo. El niño era una versión miniatura de Dylan.

Cuando regresaron al rancho, aún seguía lloviendo a raudales.

- Supongo que tendrás que bañar y dar de comer a Mel - dijo Dylan cuando entraron en la casa -. Se ha portado muy bien, ¿verdad?

- Le ha encantado tener a tanta gente pendiente de ella.

- Mientras su padre trabajaba como un loco en la cocina de la iglesia.

- No me ha importado - dijo Thomas con un encogimiento de hombros.

- Sé que no te ha importado. Nunca parece importante trabajar, y has estado fantástico. Te estoy realmente agradecido - Dylan se acercó a Thomas y le dio un rápido beso en los labios antes de añadir -. Tengo que ir a mover unas cabezas de ganado del prado cercano al riachuelo.

- ¿Ahora? ¡Pero si está diluviando!

- Por eso precisamente tengo que moverlos - dijo Dylan con una sonrisa -. Si sigue lloviendo así toda la noche, el agua podría inundar el prado.

- ¿Puede inundarse con tanta rapidez?

- No sería la primera vez.



***


Ya era de noche cuando Dylan regresó. Tras acostar a Mel y, mientras esperaba a Dylan, Thomas fue a su dormitorio y abrió su armario, consciente de que debía empezar a planear la mejor forma de hacer el equipaje.

Solo pensar en ello le hacía sentirse enfermo. No sabía si tendría la fuerza necesaria para marcharse. Aún no había hablado con Dylan al respecto, pero lo cierto era que su trabajo allí había terminado. Dylan lo había empleado para que se ocupara de su padre. Por desgracia, tras la muerte de este ya no había motivo para quedarse.

Si no se hubiera acostado con Dylan, tal vez habría podido quedarse para ocuparse de las tareas de la casa, pero la situación se había complicado. No le gustaba la idea de quedarse como una especie de "hombre mantenido" y aún tenía dudas a las que hacer frente, de manera que no tenía sentido retrasar lo inevitable.



Tras tomar una ducha, Dylan acudió a la cocina justo cuando Thomas sacaba un recipiente del horno.

- Eso huele de maravilla. Perfecto para un día fresco y lluvioso.

El Milagro De La Vida (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora