-Maldición- Soltó repentinamente haciendo que Zeus de asustara.
-¿Por qué carajos no puedo bajar más?- Preguntó casi en un grito de frustración. Miró nuevamente aquellos números con unas pequeñas lagrimas en los ojos "40 Kg". Bajó de la báscula claramente molesta tratando de buscar con la mirada sus tenis. Saldría a correr de nuevo.
Agarró las llaves de su departamento y ya lista salió con una clara cara de frustración. Pero para su suerte había chocado con la espalda de alguien haciendo que instantáneamente cayera de espaldas.
-Lo siento- Aquel tono de voz que ya se había vuelto conocido hizo que alzara la mirada encontrándose con los ojos morados de Murasakibara.
-¿____? -Preguntó este mismo ayudándola a pararse agarrando su mano para alzarla sin esfuerzo alguno.
-____, no sabíamos que vivías aquí- Hablo Tatsuya algo emocionado- Venimos a visitar a un compañero de Basket pero al parecer no esta-
La chica por otro lado se encontraba confundida y a la vez frustrada. Miró a sus compañeros y después a la puerta de su vecino. Kagami Taiga.
Por otro lado el pelimorado miró a la chica de pies a cabeza, no le daba muy buena espina su esbelta figura que notaba a través de su delgada cara.
-¿Ibas a salir a correr?- Pregunto este Murasakibara mirando a sus tenis con una pequeña mueca.
-Pues es mi ejercicio de diario- Habló ____ con algo de nerviosismo.
-Bueno, detendremos tus planes hoy- Continuo Himuro con una sonrisa en sus labios.
-¿Ya comiste?- Aquellas palabras se sentían tan extrañas para ____, ya había pasado mucho tiempo desde que alguien le había preguntado eso.
-Emm si, no se preocupen- Respondió rápidamente y sin pensarlo, era la típica situación a la cual se había desacostumbrado.
-Pero si quieren ir a comer a algún lado puedo acompañarlos- Sin embargo sabía como disimular un poco.
Los chicos se miraron entre sí antes de asentir.
-Me parece buena idea- Murasakibara habló ganándose una pequeña sonrisa de ____.
-Entonces entren, iré a cambiarme- La chica abrió su departamento en unos pocos movimientos mientras era recibida por su Zeus.
-Siéntanse cómodos, de todos modos no tardaré-Los chicos recorrieron la mirada del departamento a su vez que Zeus los miraba curioso.
Por otro lado ____ subió a su cuarto casi corriendo y se dispuso a buscar entre toda su ropa algo que sea de color negro, por primera vez alguien la estaba invitando a salir y quería verse natural. Agarró un pantalón que hacía lucir sus delgadas piernas pero en esos momentos no le importaba, escogió una blusa color morado algo holgada pero le agradaba los pequeños arreglos florares que adornaban la blusa. Se miró al espejo arreglándose su cabello (c/p) y práctico su sonrisa a través de este.
Los chicos aun sentados escucharon el sonido de los pasos de la pequeña chica y giraron a verla. Murasakibara por otro lado no pudo evitar sonrojarse.
-¿A dónde iremos?- Dijo la chica con un tono algo alegre algo fingido.
-No lo sabemos aún, aunque el grandote quiere ir a Fries- Himuro se encogió de hombros
-Como gusten pues les recuerdo yo ya comí- Su tono de voz ahora se sentía más nervioso. "Debí haberlos rechazado" pensó.
Murasakibara se dio cuenta de que la voz de la chica había cambiado un poco. Su mirada estaba posada en ella, la recorría desde la cabeza hasta los pies, paró al ver su pequeña pierna y juraría que su mano podría agarrarla toda. Se sonrojo ante este pensamiento pero el sentimiento de inquietud no desaparecía.
Eran demasiado delgadas.×××××××××
-¿Qué te dije sobre comer mucho Atsushi?-Regañó Himuro a aquel pelimorado que ya se encontraba por su décima hamburguesa. Por otro lado ____ solo lo miraba sorprendida.
-¿Segura no quieres ___?- Preguntó nuevamente Himuro con cara de preocupación, mientras le ofrecía nuevamente una papa.
-No gracias, no tengo hambre- Sonrió evitando la mirada del pelinegro y agarró su teléfono para mirar la hora.
-Ya me tengo que ir- Pronunció rápidamente ____, ya no quería ver como Murasakibara comía todo lo que ella no podía. Se despidió de los chicos con una sonrisa no sin antes intercambiar números.
Salió de el establecimiento a paso lento, sin embargo al irse alejando comenzó a acelerar su paso, necesitaba llegar a su casa lo antes posible. Sintió sus mejillas mojarse con sus lagrimas de desesperación.
Al llegar a su casa lo primero que hizo fue buscar entre cajón y cajón algo para comer, hasta que finalmente encontró unas galleta que desesperadamente empezó a comer mientras tomaba mucha agua.
Lagrimas salían de sus ojos cada vez que se metía una galleta a su boca. Se odiaba.
No esperó ni un minuto más y al acabarse el paquete de galletas se dirigió a su baño para provocarse aquella acción que tanto le disgustaba. Todo mientras sentía sus lagrimas bajar rápidamente.
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-Tengo un mal presentimiento Himuro- Pronunció repentinamente el pelimorado al salir de aquel restaurante.
-Ya se- Pronunció Himuro algo preocupado. Sabía perfectamente que aquella delgada figura de la chica no era buena señal. Y lo acababa de confirmar.
-Pensé que solo eran rumores, pero al parecer es real- Continuo.
-La foto de su sala no parece de hace mucho, ella debió haberse sometido a mucho para quedar de esa forma-
-Ella me gusta, tengo que ayudarla- Habló Murasakibara determinadamente interrumpiendo a su amigo. Quería ver una sonrisa sincera de parte de la chica que le gustaba.
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La pequeña chica se miro al espejo con culpa. Empezó tocándose la cara que tenía rastros de lagrimas secas y después se abrazó a su misma. Tenía frío.
Camino a su sala tratando de calmarse después de aquel episodio, pero sus ojos divisaron la única foto de la sala.
Su familia. Admiró a su familia unos cuantos segundo para después mirarse en la foto. Una chica con una figura algo robusta se encontraba sonriendo a la cámara.
Frunció el ceño y miro con asco la foto y se miro después al espejo nuevamente, sus delgado cuerpo sin casi nada de grasa resaltaba sus huesos, pero lo único que ella veía era la misma imagen que la de la foto. Alguien desagradable para ella
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Editado: 08/02/20