Midorima Shintaro

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-¡A choo!- La nariz roja de la pequeña _____ sin problema alguno quedaba a juego con su pálida piel. Sorbió su nariz tratando de evitar que la mucosidad saliera de esta y prosiguió a hacer un puchero.

-Salud- Respondió Midorima por cuarta vez en el día.
-¿Por qué  no trajiste un suéter?- Se acomodo los lentes
-Te vas a enfermar-

-Si _____-Chuan~- la voz de Takao se cruzó por los oídos de los dos acompañantes de la parte trasera del triciclo, irritando sobre todo al peliverde.
-No queremos que te pase algo malo-

-Es que salí rápido de mi casa-Se excuso encogiéndose de hombros.
-Por despertarme tarde no me dió tiempo de agarrar alguno- La chica estornudo de nuevo y sonrió algo apenada mientras el peliverde la miraba preocupado.
-¡Tengo hambre! Shin-Chan dame comida- reclamó con un puchero generando un pequeño tic en el nombrado sin embargo un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas.

-No tengo, Nanodayo- Este se acomodo de nuevo los lentes para evitar que la chica viera su sonrojo.

-¿Por qué no paramos a comer algo en la cafetería cerca de la escuela?-Takao sonrió y con una de sus manos se dispuso a apuntar a una cafeteria que quedaba a unas cuantas cuadras más haciendo que sus dos acompañantes miraran en esa misma dirección.
-Aparte falta 40 minutos para que empiecen las clases y la verdad es que no me apetece ir a la primera clase.

-¡Qué buena idea Takao-Chan!- Con una gran sonrisa se giró al peliverde esperando una respuesta de parte de el con unos ojos de súplica.

-Pues ya que- Con un suspiro respondió a la chica que por inercia abrazó al peliverde haciéndolo sonrojar por la cercanía. Takao se detuvo en un instante y Shintaro bajo de este sin mirar a sus amigos para después entrar a la cafetería.

-Shin-Chan es un tsundere, es divertido verlo así- Takao sonrió a la chica mientras se bajaba del triciclo y lo acomodaba perfectamente en un espacio amplio.

Sin más la chica soltó una pequeña risita y bajo del carrito con un pequeño salto. Esperó momentáneamente a Takao para después entrar juntos a la cafetería donde pudieron divisar al peliverde esperándolos en un gabinete.

-Vamos- Le sonrió inesperadamente a Takao mientras le agarraba su brazo arrastrándolo a lado de Midorima. Por otro lado este mismo mataba con la mirada al pelinegro.

La chica se sentó del otro lado tirándose en la cómoda silla.
-Todo el espacio para mi sola- Gritó sin vergüenza alguna.

El tiempo estaba transcurriendo de manera rápida mientras esperaban la comida. Al menos esto no aplicaba para el peliverde que veía como sus dos compañeros reían y hablaban de tonterías. Sin embargo si las miradas mataran, definitivamente Takao ya estaría más que muerto.

-Iré al baño- Repentinamente la voz de Takao llegó de manera gloriosa a los oídos de Midorima por primera vez.
-Cuida de ella- Sin más el chico empezó a caminar hacia dicho lugar no sin antes guiñarle al más alto.

-Shin-Chan- La chica habló con una voz algo apagada. Shintaro la miró y no puedo evitar sonrojarse con tan tierna imagen. La chica restregaba su ojo con una de sus pequeñas manos como si acabara de despertarse. Su clara piel hacía resaltar a sus ojos (C/o) y su pequeña nariz tenía cierto tono carmesí, dando a entender que de cierta forma se estaba enfermando. Sin embargo al chico le parecía demasiado tierno.
-¿Cómo te fue en tu partido?- Preguntó en un pequeño bostezo.
-¿Pasa algo Shin-Chan? Estas rojo- Lo miró preocupada al no escuchar una respuesta de parte de su compañero.

En un rápido movimiento se paró de su asiento para ir directamente a sentarse a lado de el.

-¿Y si ya te contagie?- Derrepente sintió el tacto suave de la chica en su frente y mejilla haciendo estremecer al peliverde.

-No creo que sea eso- Shintaro sin pensarlo agarró la mano de ____ entre sus dos manos y evitando la mirada de esta tragó saliva.

-¿Seguro? ¿Estas bien Shin-chan?-Preguntó inocentemente mientras se acercaba más a el. Shintaro pudo sentir como si su corazón estuviera a punto de salirse de lo tan rápido que estaba latiendo. Tenía miedo que la chica pudiera escucharlo.
El sonido de la porcelana golpeando la mesa los distrajo.

-La comida ya esta aquí- El tono alegre de _____ hizo que el peliverde calmara su nerviosismo poco a poco.

-Takao ya tardó- La voz ronca de Midorima hizo que la chica posara su mirada sobre el.

-Tu, tonta- Rió un poco ante la imagen de la chica con su boca llena como si de una ardilla se tratara. Con una de sus manos agarró una servilleta y limpió los labios color durazno de la chica.
-Te ves muy tierna así- Aquel comentario hizo que ____ tragara de golpe su comida casi ahogándose.

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-Estuvo riquísimo-Takao salió del establecimiento entusiasmado alzando los brazos al aire
-Tenemos que repetir esto-

-Estoy de acuerdo con Tak- Un estornudo interrumpió las palabras de la chica. Pero esta sintió un peso sobre su cabeza, la chaqueta del Midorima
-Shin-chan, Gracias, pero no quiero que te enfermes tu- La peli(C/p) estiro la chaqueta intentando devolverla pero el mayor hizo caso omiso y se sentó en el carrito.

-Quedatelo, mañana me la devuelves- La pequeña miro la chaqueta naranja que la distinguían de ser del equipo de basket de Shutoku.

Sin más se dispuso a ponérsela. La chaqueta en si era como tres veces su tamaño y el largo le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas. Midorima no pudo evitar sonrojarse.

Mientras que la chica se abrazaba a si misma para sentir aquel olor que tanto le gustaba.

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Editado: 26/01/20

𝙺𝚞𝚛𝚘𝚔𝚘 𝚗𝚘 𝚋𝚊𝚜𝚔𝚎𝚝(縁みす)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora