La comida fue silenciosa, y Después de eso, fue como si Liam hubiera estado en estado automático todo el tiempo. No hablaba a menos de que yo lo hiciera primero, y no contestaba con grandes palabras, tan solo habían ‘Si’ ‘No ‘Quizás’.
Me llegue a sentir tan incomoda, que cuando llegamos a casa, y aun no estaban mi papa con Jesy (me había llamado diciendo que el se encargaba de ir por Jesy , y que yo fuera a casa) me sentí mal, ya que así estaríamos solos, y estaría ese silencio incomodo otra vez.
Fue rápido, llegada y salida, tan solo entre al baño, y tome el patiquín de primeros auxilios, y le envolví la venda. Era extraño, pero al principio de la velada sentía como si hubiera algo más… el tomo sus cosas, y se fue agradeciéndome mi hospitalidad. Y de repente, me había quedado sola en la casa.
El timbre sono una vez mas, anunciando la entrada a los salones de nueva cuenta. Si, tocaba literatura.
Cruzé el largo pasillo con los libros sobre el pecho como un fantasma, enfocada en mi destino, y con una sola incognita en la mente: ¿Liam se presentaría a aquella clase?
Estaba bastante nerviosa. Si llegaba a presentarse, significa que quizás yo hubiera sido la razón por la que aquella clase le aborrecía tanto, pero si no, significa que abría algo mas, hecho que me haría mas que feliz, ya que significa que no fui yo la causante de todos los problemas que le vinieron ensima al no presentarse en Literatura. Fuera como fuera, la tensión se sentía en mi aura.
Di un fuerte respiro antes de entrar al salón. El olor a hoja de libro nuevo resaltó mi olfato, dándome una sensación hogareña. Y si, allí estaba. Esta vez, sentado al lado del pasillo, dejándome el lugar de la pared a mi. Entonces, quizás el día de ayer era lo que necesitábamos para romper el hielo.
Fueron 2 segundos del trance, hasta que caminé por el pasillo. Los demás chicos se susurraban cosas entre sí, todos los murmuros volando alrededor de Liam, y su repentina aparición en esa clase, a la cual tan solo había asistido una vez, y después de eso, nada…
- Hola. – dije nerviosa, disimulándolo (según yo). El tan solo me regalo una sonrisa… una bella, y dulce sonrisa. Yo sonreí igual.
Cruzé detrás de el, y me senté en la silla de la pared, recargándome en ella, como siempre lo había hecho.
Después de eso, todo fue tenso… bastante. En ese momento, realmente llege a extrañar a Brandon, el chico con el que casi nunca hablaba, se sentaba a mi lado, y ahora no estaba por un brote de varicela, que si salía a la luz del sol, se le harían marcas permanentes. Me sentía tan incomoda…
Me acomodé sentándome correctamente en la silla. Liam no me quitaba la mirada de ensima, estaba a tan solo 30 centimetros, y me miraba detenidamente.
Coloque mi pluma junto a mi cuaderno.
- Payne Liam…-
- Aquí. – contestó Liam girando la cabeza para ver a la profesora. Ella levantó la cabeza, sorprendida de que aquel chico decidiera aparecer. Sin decir una palabra, regresó su hoja y le marcó asistencia.
Otra vez, el silencio incomodo.
- Fletcher, __TN…? –
- Presente. – contesté. La maestra tan solo siguió con otro nombre.
- ¿Ese es tu único nombre? – preguntó de repente mi compañero. Yo lo mire, un poco nerviosa. El siempre causaba ese efecto en mi.
- Si. – contesté inmediatamente. - ¿Tu tienes un segundo nombre?
- Si. – contestó y miro al pizarrón, inspeccionando a la maestra y luego regreso su mirada a mi. – James. – sonreí.
- Liam James.. Suena bien. – abrí mi carpeta, para buscar el ultimo examen de literatura.