Leo tomo mi mano apenas lo vi entrar al aula, con paso vacilante.
Quieto, perfecto, aunque sombrio. No pude evitar no verlo totalmente, no figarme en su espectacular belleza.
¿Por qué siento tanta fascinación hacia el? Es un chico al cual apenas conocía, es mas, tan solo le había hablado para preguntarle ¿Por qué estaba sentado en mi silla de banca? Nuestra mas larga conversación de nunca ha durado aproximadamente 30 segundos, así que ¿Por qué me interesa tanto?
No es que este enamorada, ni Cupido me haya flechado, es que es nuevo para mi, su forma de ser. Creo que es por que siempre e visto la misma clase de gente toda mi vida, mi ciudad es un poco pequeña, no hay gran cosa, aunque si lo esencial.
Hippies, darks, emos, skaters, toda clase de ‘club social’ lo conocía, pero Liam no encagaba en ninguno de ellos, creo que por eso mi interés
Tomo su lugar, y yo voltee a ver hacia el pizarrón, aunque sentí como su mirada se clavaba a la espalda, mirándome con un odio penetrador hasta los huesos. Un escalofrio cruzo mi espalda, la verdad, casi entro apanicada.
Leo me apretó la mano, recordándome que el estaba al lado, al parecer se dio cuenta de mi pánico interno.
- Yo lo sentí también. – me susurro al oído.
Volvi la mirada a Liam, por encima del hombro. Sostenía un lápiz verde, de esos para dibujar entre sus dedos, y le daba vueltas entre ellos. Regularmente, siempre me trabo cuando hago esa acción, ya que llega un momento en la que mis dedos no saben que dirección tomar, aunque el parecía un experto en la materia. Me miraba figamente, y con cierto ‘furor interno’ por así llamarlo.
El profesor comenzó su clase de francés, y me relaje totalmente.
Llego la 7º hora, clase de Literatura.
- ¿Por qué no faltas? – el nerviosismo en la voz de Leo era notoria. Le temblaban las manos, y trataba de evitar a toda costa que me viera con ‘El’, sobre todo por lo de anoche. – siempre vas a todas las clases, te propongo algo. – cerré mi locker y me recarge en el, con los libros sobre mi pecho, y mi mochila por detrás.
Leo llevaba su mochila colgando de igual manera, para irse a su clase correspondiente. - ¿Qué tal si nos vamos de pinta, y vamos a Mc Donals para comer una rica hamburguesa con triple queso y al final nos comemos un cono de vainilla – me sonrio satisfecho. Yo bufé. ¿En verdad creía que iba a faltar a clases? ¿Yo? ¿La chica que tiene el historial de faltas CASI limpio? Ja, tenia que estar bromeando….
- Suena tentador. – reí . – pero no, no puedo faltar a clases solo por un chico drogadicto. Sabemos que al menos una quinta de la escuela fuma y toma, sino es que mas, y otra sexta parte toma drogas, tal vez ese tal Matt es un drogadicto y tu ni en cuenta. (Matt es amigo de Leo, su compañero de banca en varias asignaturas). –
- No lo creo, su familia es religiosa, así como la tuya. Anda! No te quiero ver con ese chico! – puso cara de bebe triste, cosa que le venia muy bien. Yo rodee los ojos. No me quedo de otra mas que alejarme, e irme lejos de el, sabia que iba a hacer lo posible para que no me acercara a Liam, cosa que internamente yo no deseaba, era lo contrario.
Quería estar cerca de el para conocerlo un poco mas, conocer sus pensamientos, sus sentimientos, todo.
- Hasta el segundo receso Leo… - dije alejándome a trote por el pasillo. Vi por encima del hombro como el azotaba ligeramente el locker, mientras yo daba vuelta por el pasillo.
Cuando entre al aula, fue justo el momento del timbre, lo que me sorprendió, Liam NO estaba allí.
D o s S e m a n a s D e s p u e s ~
- ¿Iras a trabajar hoy? – Bree iba aventando las hojas que cayeron de los arboles frente de la casa del señor Briones. –
- Es Jueves, hoy no voy. – sonreí.
Llegamos a la puerta de mi casa, ambas teníamos frio, así que invite a pasar a bree un momento para que se calentara. Aunque claro, después se quedo otras 5 horas.
Pedimos una pizza, de ‘Pizza Hot’, aunque no es mi favorita, la de Bree si. Hicimos la tarea, y cuidamos a Jesy , la cual llego junto con mi papa unas 3 horas después de nosotras.
Las horas pasaron, y era muy noche, (11pm) para nosotras si era, ya que éramos de las que a las 10 regularmente ya estábamos mas que dormidas.
- ¿Prefieres quedarte a dormir? – le pregunte mientras sacaba una cobija extra de mi closet. Las temperaturas otra vez estaban bajas, menos de 10 grados, aunque no se exactamente cuantos.
- Por favor. – me sonrio. Yo abri la puerta.
- ¿Papa? – grite. Escuche un ‘Si..?’ a lo lejos. - ¿Bree se puede quedar a dormir? – en gritos claro por que el estaba en la cocina. ‘Claro, pero no duerman tarde’ cerré la puerta. La preste a Bree una toalla, y se metió a la ducha. Claro le prestaría ropa, ya que no estábamos preparadas para ninguna pijamada, y ni siquiera seria una verdadera, porque nos dormiríamos dentro de lo que cabe ‘temprano’.
Una vez que ambas nos habíamos duchado, y teníamos puesta la pijama, nos acostamos en la cama, y apagamos la luz. Yo miraba hacia el techo, y ella también.
- Oye… ¿y el chico no ha vuelto a la clase? – cuando decía ‘El Chico’ se refería a Liam, pero según ella, cuando decias los nombres, lo invocabas.
Bree es un poco supersticiosa, bastante en realidad. Es de las que te dice que tienes el destino marcado, y no se despierta jamás después de las 10 porque dice que es de mala suerte.
- Jamas. – respondí con un suspiro.
Después de aquel día en que en literatura Liam no se apareció, ya no volvió, aunque si seguía en la escuela.
Lo veía en clase de francés, los 4 dias que me tocaba esa materia. Jamás me hablaba, para empezar se sentaba hasta el otro extremo del salón.
Sin embargo, al llegar la hora de literatura, clase que a diario tenia, no se aparecia, pero no era por que se ubiera ido de la escuela antes, porque a la hora siguiente nos toca a todo nuestro grupo junto educación física, y ahí lo volvia ha ver, aunque el parecía abstraído dentro de el, actuaba con prepotencia, como si ya supiera todo lo que vemos. Se creía superior en los deportes, y por eso casi no jugaba, según el, y según lo que e escuchado, el dice que no le quiere causar ninguna lesión a nadie, y tal vez lo diga literalmente, ya que una de las pocas veces que le toco jugar basquetbol, aventó la pelota desde ¾ de cancha, y luego entro a la canasta, regresándola, y golpeando al pobre Nat Mckensy en el ojo. Ya han sido varios lastimados por su culpa, aunque inmediatamente se nota que no lo hace intensionalmente, aunque aun así ya fue llevado a la oficina para negociar el ‘no aventar la pelota tan fuerte’ y cosas por el estilo.
- Ese chico me dio miedo desde que entro… - admitió. Yo la mire aun en la obscuridad, mejor me levante, y me sente recargada en el respaldo de madera de pino blanco de la cama.
- ¿Por qué lo dices exactamente?
- Presentia que traería cosas malas… - admitió apenada. Bree es la reina de los presentimientos, sin embargo, admito que a mi también me da miedo que Bree presienta algo, la mitad de sus presentimientos son verdaderos, hasta un poco mas de ese porcentaje. No quería que pasara nada malo, pero ese chico tampoco se veía del buen bando ni mucho menos.
- Es extraño…. Solo eso. No significa que valla a incendiar la presidencia municipal o algo así. – bree me miro espantada, como si tan solo considerara hacer eso. Yo nege con la cabeza incesantemente. – era un suponer. – Bree se sento junto a mi en el respaldo, aun a obscuras. Nuestros ojos ya se habían acostumbrado a la negrura, y tan solo con la luz de los faros de afuera veía mas o menos bien. – hay muchos raros en la ciudad, y ninguno comete homicidio. –
- Liam no es normal. – dijo su nombre contradiciendo sus supersticiones. – todos lo sabemos, es raro, bastante. –
- Eso no quita que valla ha hacer algún delito. –
- No digo delito, pero bueno, ¿Tu lo viste drogrado no? – recordé la imagen de Liam drogado, con la dopamina dentro de su cuerpo, como le afectaba, aunque ni siquiera parecía causarle efecto, mas que en los ojos, como ese rojo tan intenso que en lo personal me causaba escalofríos.
- No quiero pensar en eso ahora. – admiti, volviéndome a acostar y tapándome con la colcha hasta el cuello. Nos quedamos en silencio unos minutos, ni bree ni yo nos movimos. Después de ese silencio acusador, retomamos conversación.
- ¿crees que mañana se presente en literatura? – me pregunto, aunque de antemano tenia la respuesta. –
- no, ya ha faltado 2 semanas, ¿Qué lo haría ir ahora? – ella asintió con entendimiento.
- Minimo leo esta feliz. – yo rodee los ojos. Leo no me había dejado de molestar con ese asunto de no acercarme a Liam desde ese día, y bueno, con buena razón, aunque no es que le hable a Liam como para que me pudiera influenciar Y tomar drogas como el. – el tiene razón __TN, - dijo Bree al ver mi cara de enojo. – es peligroso. –
- No soy amiga de Liam. – rectifique. – no le hablo, solo compartimos banca. Un dia, solo eso. No se por que razón no va a la clase, y no me importa. – dije frustrada. En verdad lo estaba.
- Tal vez por tu parte si, pero Leo es hombre, quizás el ve algo de Liam hacia ti que Tu no notas… - ¿algo hacia mi que yo no note? – Buenas noches. – se recostó de nueva cuenta y me dio la espalda. Sus palabras me hisieron pensar.
¿Algo de Liam hacia mi que yo no note?
Si no lo e notado, no creo que lo haga, así que no me esforze mucho en intentar descubrir de que se trataba.
~A l a M a ñ a n a S i g u i e n t e ~
--------------------------------------