Capítulo 12

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Capítulo 12

Luego de aquella maravillosa tarde en compañía de Angélica volví al hospital y pase la noche allí narrándole más historias a mi madre hasta altas horas de la madrugada. Hicimos lo mismo los tres días siguientes hasta que los doctores dijeron que su salud era estable y podía volver a casa esa misma tarde. Eso me hizo muy feliz y le envié un mensaje a Angélica dándole la notica.

Ella no tardó más de dos horas en llegar y nos ayudó a organizar las pocas pertenencias de mi madre para llevarnos a casa después. Nunca creí que llegaría el día en que Angélica visitara mi casa, así como nunca pensé que nos volveríamos buenas amigas. Y tampoco esperaba que mi madre despertara. Son demasiadas cosas ocurridas en una sola semana.

– ¡Eso no es verdad! –exclama Angélica con la cara ardiendo de vergüenza, mi mamá ríe a carcajadas.

– ¡Claro que sí! Ese chico era realmente apuesto y te comía con la mirada –asegure con una sonrisa.

– ¿Y qué hay de ti, Violet? ¿Has tenido algo con algún chico mientras estuve ausente? –interrumpe mi madre dándome una mirada inquisitiva.

Niego con la cabeza de manera casi imperceptible y, gracias a Dios, Angélica sale al rescate cambiando de tema sobre toda la ropa que consiguió ayer aunque la verdad no entiendo nada de lo que dice y mi madre tampoco. Al caer la tarde todas nos quejamos de hambre y Angélica decide ordenar una pizza.

–Será mejor que me vaya ya –comenta Angie cuando el sol se oculta.

–Es una lástima que tengas que irte –dice mi mamá con decepción–. Prométeme que volverás mañana.

–Lo haré.

–Te acompaño a la puerta –le indico.

Angélica sale y yo me quedo en el umbral esperando verla desaparecer pero ella se gira en el último instante.

–Hoy trasladaron a Robert a Irlanda –suelta en voz baja.

– ¿De verdad? ¿Has tenido oportunidad de hablar con él?

–Sí, solo unos minutos. Me ha pedido que te diera esto –extiende una hoja de papel doblada en cuatro partes hacia mí–. Son indicaciones para que encuentres algo en su casa, y me dijo que te diera esta otra carta para cuando hayas encontrado lo que escondió.

–Espera un minuto aquí.

Angélica asiente con la cabeza y yo entro de nuevo a la casa, subo a la habitación de mi madre y le aviso que acompañaré a Angélica hasta su casa le prometo que no tardaré demasiado y ella está de acuerdo. Tomo una chaqueta de mi cuarto antes de volver con Angie.

–Necesito que me acompañes a casa de Robert –le pido.

– ¿Ahora? –está sorprendida.

–Quiero saber cuánto antes qué es eso que le urge darme. Viví con él por varios meses y nunca encontré nada que él quisiera darme.

– ¿No crees que es un poco tarde?

–No.

Emprendo el camino hacia la casa de Robert y sé que Angélica me sigue aunque no diga nada, ella tiene la otra carta y sería una pérdida de tiempo buscando si ella no viniera. El bosque se ve más oscuro y aterrador de noche pero no me importa, lo único que necesito es saber qué es lo que Robert tiene para mí.

Después de la tormenta |EDMP #2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora