Capítulo 18

109 20 16
                                    

Capítulo 18

Inserto mi tenedor en el espagueti y lo giro para enredar unos cuantos fideos, llevo el bocado a mi boca, lo mastico y trago. Esta fiesta no podría ser más aburrida, ya sé por qué Angélica me ha invitado. El papá de Angélica, William, resultó ser muy agradable y le pareció bueno conocer a la nueva amiga de su hija y a su madre.

– ¡Gisha! ¡Este es uno de los eventos más importantes en mi vida! –Gritó William al teléfono–. ¡¿Cómo que no podrás venir?! ¡¿Qué puede ser más importante?!

Miré a Angélica en busca de una mirada nerviosa o algo por el estilo pero la descubrí mirando fijamente algo a su izquierda, seguí el camino y supe que estaba en algo así como una pelea de miradas con un chico que no estaba nada mal. Sonrío y continúo comiendo.

–Lamento esa escena –se disculpa William cuando termina la llamada.

–No se preocupe –suelta mi madre.

–Ha sido algo irrespetuoso de mi parte –insiste él.

–Lo que sí es una falta de respeto es que su esposa no venga, una mujer debe poner a su familia primero que nada.

–Entonces Gisha no debería ser mujer –suelta William con una sonrisa y a mi madre se le escapa una carcajada.

¿Cuánto tiempo ha pasado? Tomo mi bolso y revuelvo el interior en busca de mi celular, lo enciendo una vez que lo encuentro y veo que me ha llegado un mensaje. "Robert" aparece en la pantalla y mi corazón da un brinco de reconocimiento. Pero, ¿cómo es posible? Alguien más debe tener su celular, es la única respuesta razonable.

– ¡William! –escucho que alguien llega y se para a lado de nuestra mesa.

–John –saluda el papá de Angélica.

–Me alegra que hayas venido y con tu familia–responde el hombre.

–Sí –dice con voz nerviosa–. John, te presento a mi bella esposa Annette.

¡¿Qué?! Miro a mi madre y sé que ella esta tan sorprendida como yo y como Angélica que permanece estática en su lugar aunque creo que está intentado contener una sonrisa. Mi mamá sale de su trance y se pone de pie para estrechar la mano de John.

–Es usted una mujer hermosa, Annette –dice John y mi madre se sonroja.

–Y ellas son mis hijas, Angélica y Violet –continua William.

–Son unas chicas hermosas igual que su madre. Eres afortunado al estar rodeado de todas estas mujeres preciosas –dice John con sinceridad.

– ¡Gracias! Estoy consciente de ello.

–Bueno, me retiro porque aún hay gente a la que tengo que darle la bienvenida.

–Hasta luego, John.

Mi madre y William vuelven a sus asientos, nadie dice por un momento pero puedo ver a Angélica con una ancha sonrisa.

– ¡Eso ha sido extraño! –Exclama mi amiga–. ¡Vaya! Papá, esa es una manera interesante de decirle a una mujer que te sientes atraído hacia ella.

No puedo evitarlo y me rio, por el rabillo del ojo puedo percibir la sonrisa de mi mamá y William se sonroja ante el comentario de Angélica.

–Lamento haber hecho eso pero no tenía opción. Mi esposa me ha abandonado a mi suerte –luce avergonzado.

–No se preocupe, solo espero que no se haga un malentendido y le traiga problemas con su mujer –dice mi madre.

–Para nada.

Todos seguimos comiendo en silencio y siento que mi celular vibra en mi bolso, es otro mensaje, de "Robert". Aun no abro el otro, la bienvenida de John me ha distraído y olvide abrirlo. Mejor consultaré a Angélica sobre esto, levanto la mirada hacia ella pero no logro que me vea pues sigue coqueteando con el chico de la mesa contigua. ¡Genial! Tendré que hacerle una seña. Levanto mi pie y siento que golpeo la pierna de Angélica.

– ¡Auch! –se queja mi madre.

¡Rayos! He fallado.

–Lo siento –me disculpo.

Está bien, esta vez no fallaré, pateo más fuerte esta vez y veo como Angélica se sobresalta pero no grita. Me fulmina con la mirada y señalo mi celular por lo bajo de la mesa, ella luce extrañada.

–Angélica, ¿podrías acompañarme al tocador de damas? –me pongo de pies esperando a que ella haga lo mismo.

–Al fondo a la derecha, no creo que te pierdas –dice ella.

–Ven conmigo –agarro su mano y la jalo fuera de su silla.

Una vez que estamos alejadas de la vista de mi madre me giro hacia ella y le paso mi celular, ella ve la pantalla pero no hace la expresión que espero.

– ¡Sorpresa! –exclama.

– ¿Angélica, qué hiciste?

–Conseguí enviarle a Robert su teléfono, el guardia que esta de nuestro lado dijo que le permitiría usarlo cuando nadie los vigilara –explica.

– ¡Angie! –me lanzo a sus brazos sin pensarlo dos veces.

–Lo sé, soy un amor.

– ¡Te adoro! ¡Eres la mejor amiga que alguien pudiera tener!

–De acuerdo. Distraeré a tu madre para que puedas hablar con él aunque sea por unos minutos –me separo de ella y miro por encima de su hombro.

–No creo que sea necesario –digo con una sonrisa.

Angélica se voltea y descubre que su padre está dando vueltas con mi madre en la pista de baile, no estoy muy segura por la distancia pero creo que puedo percibir el movimiento de sus labios como si estuvieran conversando. Lo que si soy capaz de notar es la radiante sonrisa en los labios de mi madre, y el brillo en los ojos de William.

–Tu madre me agrada, Violet. Tal vez pueda desaparecer a Gisha del mapa y hacer que mi padre comience a salir con Anne –comenta mi amiga.

–Y tal vez podríamos desaparecer a Ryan también.

Angélica me da una sonrisita de complicidad antes de retirarse y justo en ese momento siento mi celular vibrando en la palma de mi mano. Mi pulgar presiona la tecla "contestar".

–Violet –escucho la voz de Robert al otro lado de la línea.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Para que vean que no todo es malo en la vida de Violet *u*  Y porque, otra vez, puedo demostrar que tengo corazón (muy oculto y oscuro) pero lo tengo 7u7r

Y me adelanto a los hechos... Esa conversación es completamente secreta, nunca la escribí completa pero puede que al final escriba un capítulo extra con todos los detalles de lo que hablaron ;)

Bye, bye, chicas beshas :*

-Vii

Después de la tormenta |EDMP #2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora