Después de la tormenta |EDMP #2|

Capítulo 15

Capítulo 15

Mi madre no deja de preguntar por Ryan al día siguiente y tengo que morderme la lengua para no soltarle toda la verdad de una vez por todas. Desayunamos juntas y casi al medio día llega Angélica haciendo que mi madre olvide su interés inicial por Ryan.

– ¡Qué bueno que viniste Angie! Espero que el tío de Violet venga también para que puedas conocerlo. Es un buen hombre, como lo era tu padre –dice mi madre con ojos soñadores.

Y esta vez tengo que reprimir una carcajada ante esa comparación tan vil que hace. Angélica me mira con los ojos bien abiertos y sé que ella ya comprende que algo anda mal, de alguna forma Angélica sabe que mi mamá quedo en coma por culpa de mi padre.

–Mamá, ahora que recuerdo... -ella me mira y yo continuo­–... deberías darte una ducha, ayer volviste del hospital y no lo has hecho.

– ¡Ya capté la indirecta, Violet! Las dejo solas, chicas –dice mirándonos alternativamente.

Una vez que se va me acerco rápidamente a Angélica y comienzo a hablar cuando escucho el agua caer de la regadera.

–Creí que tu padre había...

–Sí –interrumpo a Angélica antes de que continúe­–. Ya sabes que mi mamá perdió parte de su memoria; pues ahora cree que en realidad un autobús la arrollo a ella y a mi padre pero él murió.

– ¡¿Qué?! ¡¿Cómo pudiste hacerlo eso?! ¡Es tu propia madre! ¿Qué pasa si tu papá se vuelve a aparecer por aquí?

–No lo hará. Pero ahora me enfrento a algo aun mayor... Mi tío Ryan intentó aprovecharse de mí hace años cuando viví con él... y ha vuelto.

– ¿Qué? ¿Y por qué no le pusiste un alto? Recuerdo cuando a mí me golpeaste por molestarte, él hizo algo peor y dejas que entre a tu casa –me recrimina.

–No es tan sencillo, Angie. Tiene contacto con reos que están en la cárcel de Irlanda y si no hago lo que él dice puedo poner en peligro a Robert.

–Tienes la peor suerte de todas, Violet.

–Lo sé.

–Entonces busca una manera de hacer lo que tu tío dice pero sin que llegue demasiado lejos.

–Es complicado. Él dice amar a mi madre pero temo que la historia se repita y yo tenga que volver a visitarla cada jueves y sábado por los siguientes años, o aun peor, que esta vez no despierte.

–Ojala hubiese hecho con él lo que le hice a Robert –Angie baja la mirada avergonzada.

–Puedes hacerlo.

–Mi padre me mataría por causar tantos problemas.

–Tienes razón. Lo lamento.

–Puedes hacerle la vida complicada a Ryan, él saldría corriendo y te dejaría vivir en paz con tu madre –sugiere.

–Ese hombre es demasiado persistente, no creo que funcione.

Ambas escuchamos cuando la ducha se cierra y el agua deja de caer.

–Encontraremos la forma, Violet. No te desanimes –alienta Angélica.

Ella se acerca a mí y antes de poder darme cuenta de sus intenciones me abraza, no puedo evitarlo y lloro en su hombro. Minerva tiene razón, puede que la haya perdido a ella pero se encargó de dejarme con alguien que se preocupa por mí. Me alejo de Angélica cuando escucho que la puerta principal se abre y enseguida Ryan entra en mi campo de visión. Tiene esa sonrisa cínica que hace que quiera golpearlo con todas mis fuerzas. Mi amiga se encoge a mi lado pero yo me mantengo igual al saber qué es a lo que me enfrento.

–¡Violet! Ya sé que dije dos días pero no he resistido el no ver a Anne –miente.

–Por supuesto. Ha ido a tomar una ducha, no tardará en bajar.

–Bien, amiga, yo me tengo que ir. Volveré después –dice Angélica poniéndose de pie.

–Claro. Estaré en contacto contigo.

Ella asiente y se retira, tiene que pasar con cuidado a un lado de Ryan pero él no nota el ligero temblor en el cuerpo de mi amiga.

– ¿Has tomado una decisión ya? –pregunta Ryan acercándose a mí.

–Sólo tienes permitido visitar a mi madre, no vivirás aquí, Ryan –dije con voz firme.

–Veremos que dice ella.

–Ni se te ocurra –digo entre dientes.

Ryan se limita a reír y se tira en una silla a esperar a mi madre. No dejo de vigilarlo ni un segundo y la bilis recorre mi garganta cada vez que mi mamá se ríe con él. Si tan solo pudiera decirle la verdad.