Después de la tormenta |EDMP #2|

Capítulo 22

Capítulo 22

–Mi madre tenía cita en el hospital –informo con la misma voz vacía de hace unas horas.

–Está bien. Probablemente se tarde un buen rato y mientras podemos divertirnos, ¿no? –da un paso hacia mí.

–No te atrevas a acercarte.

– ¡Vamos! Pronto serás mi hija legalmente y no puede haber rencores entre nosotros, ¿o sí?

Ryan da un paso más cerca y ya no estoy tan segura de mi valentía. Por suerte mi celular suena en ese momento y Ryan detiene su avance.

–Creo que esa llamada puede esperar –dice con una sonrisa.

Asiento, saco el celular de mi bolsillo y lo lanzo a la cama, cae boca abajo y nunca sabré de quién era la llamada, pero si era de Robert solo espero que comprenda lo que estoy por hacer.

– ¿Por qué haces esto Ryan? –susurro.

–Esa es una buena pregunta –él suelta una risa–. ¿Qué tienes allí? Espero que no pensaras usar eso en mí contra, Violet –señala el cuchillo.

–Desde luego que no.

–Entonces suéltalo –ordena.

–No hasta que me digas por qué lo haces –insisto en voz más alta.

–Porque me gusta.

–Existe una razón más y lo sabes –digo entre dientes–. Cuando me miras lo haces con odio y resentimiento, ayer disfrutaste más golpeándome que abusando de mí y lo sabes. ¿Es una venganza en contra de quién, Ryan?

Él me mira con los ojos bien abiertos.

–Eres bastante lista –él suelta una carcajada–. Tienes razón, no es nada personal en tu contra. O quizá sí. No era mentira cuando dije que amo a tu madre, me aproveché de tus mentiras para enamorarla.

– ¿Mis mentiras? ¿Qué hay de ti? Tu amor por ella es más falso que la muerte de mi padre.

–Puedes creerme o no pero tú lo pediste. Fue hace muchos años, era el mejor amigo de tu madre y siempre tuve sentimientos por ella, estaba dispuesto a pedirle que fuera mi novia cuando llegó tu padre a arruinarlo todo. Ellos comenzaron a salir y unos meses después ella vino corriendo a mí para decirme que estaba embarazada. Se casaron y luego naciste tú, para colmo tuve que presenciar todo. Tu padre no estaba preparado para tal compromiso pero fue obligado a casarse con Anne, es por eso que siempre estaba tan violento y la golpeaba –Ryan se sienta en la cama y su vista se pierde en el suelo–. Anne tampoco fue una buena esposa, se escabullía en mi casa cuando tu padre salía a trabajar, debes quitarle créditos por eso; ella era igual de zorra que tú. Tu padre se enteró de todo y me amenazó para que me alejara de ella, y ya no pude verla jamás; luego llegaste tú y eras igual a tu madre, es como si la vida me diera otra oportunidad.

Sus palabras hacen que el miedo regrese, sobre todo porque comprendo el significado detrás de ellas. Él quiere hacer conmigo lo que nunca pudo hacer con mi madre, quiere que lo ame como ella nunca lo hizo. La sangre hierve en mis venas, nada de lo que dijo tiene sentido.

–Te equivocas. La vida le está dando una segunda oportunidad a mi madre, no a ti, y no voy a permitir que cometa el mismo error y se case con un monstruo que habla de amor sin saber realmente qué es eso –pongo la furia suficiente en esas palabras y levanto la mano con la intención de herirlo.

Ryan es más rápido que yo y bloquea mi ataqué sin previo aviso, veo sus ojos ardiendo de rabia, él toma mi muñeca y la estampa contra la pared tan fuerte que el cuchillo resbala de mi mano. El aliento de Ryan roza mi rostro, está diciendo algo pero no entiendo nada aunque sospecho que me está maldiciendo; su mano va directamente al dije de margarita que cuelga en mi pecho, lo arranca de mi cuello con todas sus fuerzas y lo lanza a la pared posterior donde se parte en pedazos y cada pétalo sale disparado en una dirección diferente.

Y mi corazón late más rápido en ese momento, no de enojo sino de comprensión, puede que el collar se halla roto irremediablemente pero mis ojos se fijan en algo brillante que ha caído en el suelo. Es un aro plateado con un enorme diamante azul sobresaliendo de uno de sus lados y más diamantes pequeños incrustados sobre el metal. Y unas lágrimas se escaparon de mis ojos al saber que por fin había descubierto el regalo de Robert.

Intento correr hacía ese delicado anillo de compromiso pero Ryan me lo impide y me da una bofetada aún más fuerte que la de anoche, pierdo el equilibrio y voy directamente al suelo. Un dolor agudo recorre mi nuca y todo mi escenario se invierte, mi mirada queda fija en el diamante azul que lanza hacía mí un ligero destello provocado por la luz del sol. Siento algo líquido y espeso bajar por mi frente hasta llegar al piso pero no me importa. Mis ojos se pierden en ese símbolo de amor por parte de Robert. Y pronto ya nada más importa porque pierdo el sentido y me siento como si estuviera flotando en un lugar lejano donde ya no sufriré más.

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2 capítulos TnT   Lamento que este capítulo sea tan triste :'v Pero las cosas deben ser así xD

¿Qué opinan ustedes? 7u7r

-Vii