Dentro de la época Joseon, el valiente príncipe Kim Mingyu finalmente se encuentra con su primer amor de una forma poco común, las familias se ambos los comprometen en matrimonio, Jeon Wonwoo aquel chico al que amo hace mucho tiempo volvio de manera...
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La relación que mantenían así era, los pocos momentos donde Wonwoo parecía estar bien, pero después era realmente una tortura, se volvía un demonio imparable, Mingyu no podía acostumbrarse a aquello, si lo hacía estaba destinado a vivir así, luchaba día a día por sorprenderse ante las acciones de Wonwoo.
"-cuando hablaras con él? - decía Jisoo almorzando con Mingyu en una gran cafetería.
-no sé, Jisoo no es tan fácil...-
-se conocen desde pequeños, solo tienes que llegar y decírselo, no creo que te diga algo malo- Jisoo y Mingyu estaban de estudios en el extranjero, la familia de política de Mingyu le había ofrecido ir a ese lugar, le serviría para ampliar sus conocimientos, el seria el sucesor un día, por ello tenía que saber de todo, pero fue el mismo quien rogo por que llevaran a Wonwoo con su absurda idea de volver a hablarle, cuando eran niños habían sido separados a los 9, eran aun unos niños, nada comparado a lo que eran ahora, temía que Wonwoo lo haya olvidado.
Mingyu sabía que era el único amigo que tenía Wonwoo, siempre estaba encerrado en su casa, siempre fue un chico introvertido, callado, portador de una sigilosa elegancia, pero Mingyu sacaba su lado divertido, y hacia también que se divierta, por Mingyu Wonwoo comenzó a ser un poco más amable, pero el día que se fue, dejando a Wonwoo este volvió a ser el mismo, solamente hablaba cuando era necesario, se la pasaba leyendo, pintando, o solamente se sentaba con su familia mirándolos hablar.
Encontrándose en el extranjero, Mingyu nunca se atrevió a hablarle, prefería mirarlo desde lejos, a veces pedía los mismos libros que Wonwoo leía para saber que pasaba por su mente, no tomaban clases juntos ya que Wonwoo era mayor, pero hubo más de una vez en donde se toparon, pasando de lado uno del otro.
Un día en la gran biblioteca del lugar, Mingyu se sentó en una mesa algo alejada del lugar donde estaba Wonwoo, pero aun así podía verlo de frente, este tomaba apuntes de una larga fila de libros, parecía muy inmerso en eso, Mingyu solo podía mirarlo. Entre tantos rostros diferentes, ellos resaltaban, facciones asiáticas siempre eran motivo de miradas, no era menos cuando ambos eran increíblemente guapos, las chicas estaban detrás de Mingyu, y sin duda también de Wonwoo.
-oh...gracias- mientras Mingyu escribía algo de su tarea, como era un chico surdo, el torpe movimiento de su brazo izquierdo estuvo a punto de tirar los libros que él también había tomado, en ese instante Wonwoo paso cerca de ahí detenido su caída al suelo.
-deberías ponerlos del otro lado- respondió tomando los libros que salvo y los dejo de lado derecho de Mingyu- si escribes con esa mano déjalos del lado contrario, los libros son especiales como para dejarlos caer...- la voz sin emociones de Wonwoo era fuerte, era gruesa, le dedico una mirada a Mingyu por un par de segundos, para así irse."
-estás listo? - Mingyu ayudaba a Wonwoo con las cosas que había comprado, era hora de volver. El camino estaba muy callado, ninguno dijo nada, esta vez Mingyu era quien estaba nervioso.
Al llegar Soonyoon se llevó a Mingyu con urgencia, tal parecía el asunto que tenían al fin tenía una respuesta para él, dejo a Wonwoo con los demás sirvientes para salir aprisa al gran salón.
-nos han informado que se acercan los del norte con una rapidez increíble, creemos que desean tomar las tierras, saben que somos la casa número uno, y tenemos una cantidad inmensa de terrenos, quieren provocarnos para pelear, el rey Jeon me informo esto gracias a sus infiltrados en el norte, Mingyu como capitán es tu deber estar al frente, pero te informo que esto no será fácil, debemos interferir a medias tierras, si no lo evitamos no sé qué pueda pasar, es una misión donde no te aseguro que todo tu batallón vuelva, el consejo y yo aceptamos pelear, pues intentar arreglarlo con voz es inútil...-
-cuando comienza? -
-mañana mismo, tienes que elegir a tus mejores hombres, los más preparados...-
-entendido padre, te aseguro que saldremos victoriosos, nunca hemos fallado-
-es por eso que aceptamos detenerlos, confió en ti hijo, y confió que vuelvas con bien-
-hola princesa- Jeonghan se había topado con Wonwoo en los jardines, este al verlo decidió dar la vuelta para evitarlo- hey, no escapes, cuando dejaras de ser tan infantil, sabes donde esta Min?- no era por molestarlo, era verdad, Jeonghan buscaba a Mingyu por orden de Jisoo, Wonwoo le miro molesto.
-no- continúo caminando.
-mmm, me temo que no me quieres decir-
-no sé dónde está-
-pero acaban de llegar no? Tuvieron una cita- Jeonghan ya estaba a un lado de Wonwoo mirándolo con actitud juguetona.
-no tuvimos una cita-
-que? ¿Oh de verdad? Entonces pude haberme unido, tengo ganas de bajar al pueblo, no me quise unir porque tú siempre pones esa cara, si tanto te gusta Min solo dilo y ya- Wonwoo detuvo su paso para encarar a Jeonghan quien jugaba con su largo cabello.
-deja de decir estupideces, no me gusta, y no fue una maldita cita-
-oh Wonnie no tienes que ser tan discreto-
-no me gusta, lo detesto, lo odio, odio estar aquí, te odio a ti, odio todo esto- la voz de Wonwoo sonaba tan firme al decir todo aquello, estaba tan concentrado por callarle la boca que no noto que Mingyu estaba detrás de él.
-oh Min- Jeonghan no le dio importancia alguna a lo que Wonwoo, lo dejo hablando solo y paso a un lado de él empujándolo un poco para llegar a Mingyu quien tenía una mirada fría, sus cejas estaban increíblemente rectas, lucia muy serio. - Jisoo necesita hablarte, ven conmigo- Jeonghan tomo a Mingyu del brazo, ambos pasaron a un lado de Wonwoo quien había bajado la mirada.
