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Al primer rayo de sol de la mañana, Mingyu estaba despierto, Wonwoo escucho como movía algunas cosas, al voltear a verlo, Mingyu tenía el mismo traje que usaba cuando tenía batallas, ajustaba su espada cuando pudo ver a Wonwoo, no lo saludo como de costumbre.

-hay...hay entrenamiento hoy? - pregunto Wonwoo temeroso.

-entrenamiento? Para nada, detendremos una guerra- al escuchar esto Wonwoo abrió sus ojos sorprendido- si tienes suerte tal vez no regrese...así podrías ser libre- las palabras frías de Mingyu atravesaron a Wonwoo quien se quedó mudo, Mingyu camino hacia la puerta, sin girarse a mirarlo de nuevo dijo- reza por mi muerte- finalizo saliendo.

Congelado Wonwoo no podía analizar las palabras de Mingyu, poco a poco comenzó a asustarse, se cambió deprisa para poder salir y revisar que aquello era verdad, al llegar a la entrada, pudo ver a todos en formación, caballos listos, armas por todas partes, cada uno con su traje y su armadura, increíblemente brillante Mingyu llegaba a la escena, dio las últimas indicaciones para así montar su caballo de pelaje oscuro.

-si tienes alguna noticia envía a Soonyoon- dijo Mingyu a Jisoo, esta vez todos eran necesarios, aunque Jisoo no iba hacia la batalla iba para resguardar y cuidar la línea de peligro, él no se vería envuelto en la guerra cuerpo a cuerpo.

-estaré bien- decía Jisoo acariciado las mejillas de Jeonghan quien lucía preocupado.

-tengo miedo...- sin importarle que las persona estuvieran ahí presentes, Jeonghan abrazo fuertemente a Jisoo, este le respondió cálidamente.

-cuando menos lo pienses estaremos de vuelta, mientras tu estés en esta casa ese será mi motivo para volver...-

Al otro extremo de ellos la pequeña mano de Jihoon sostenía fuertemente la de Seugcheol.

-sobrevivirás sin mí estos días? - el juguetón Seungcheol pellizcaba suavemente la nariz de Jihoon.

-esa es mi pregunta para ti, no puedes vivir sin mí un segundo, imagina como te iría-

-me daré prisa para volver- dijo entrelazando sus dedos a los de Jihoon.

-mátalos a todos-

Wonwoo desde el mirador estaba atento, no podía moverse, no podía creerlo, habían salido muchas veces así, pero por una razón se sentía inquieto. A lo lejos Mingyu pudo verlo, pero solo dirigió su mirada a los ojos de Wonwoo para darle la espalda y salir encabezando a los demás chicos.

-estas bien Wonwoo? - Seungkwan negaba situándose a un lado de Wonwoo.

-amm, si-

-no iras a despedirte? - al escuchar que Seungkwan dijo "despedirte" su corazón se aceleró.

-para que, si no tardaran nada en volver, no sé por qué hacen todo esto, siempre vuelven enseguida- la voz nerviosa de Wonwoo intentaba ocultar su preocupación. - Hansol no ira? -

-no, el aún no tiene la edad- Seungkwan no podía dejar de ver el rostro de Wonwoo, a pesar de que hablaba tranquilamente sus ojos estaban cristalinos. - oye si necesitas algo...puedes decirme...-

-estoy bien Seungkwan...me tengo que ir- Wonwoo camino ignorando a Seungkwan, sus manos temblaban, su respiración estaba acelerada, justo cuando llego a su habitación se dejó caer en el suelo, sus ojos lucían perdidos.

-lo siento...- Wonwoo había tropezado con alguien, los libros que llevaba en sus manos habían caído ante el choque con la otra persona, sin mirarlo se inclinó para levantarlos, y en ese momento sus anteojos se resbalaron. La otra persona se decidió ayudar, tomo sus lentes y algunos de sus libros, cuando dejo en su mano los redondeados lentes la otra persona alcanzo a rosar su piel, Wonwoo se sorprendió, comenzaba a ponerse nervioso, pero cuando esa persona acomodaba los libros de Wonwoo en su brazo tocando completamente su mano, sintió como su piel se erizaba, aquel contacto había sido como una descarga pura de electricidad en su piel, su corazón estaba latiendo a una velocidad impresionante.

-gracias...- sin mirarlo comenzó a alejarse, podía sentir la mirada de aquel extraño sobre él, y a una lejanía razonable decidió voltear, era Mingyu, era el, era su rostro, dentro de él lo sabía, nadie nunca en la vida lo había hecho sentir así cuando lo tocaba, Mingyu era el único que lo dejaba así, ahora era diferente ante sus ojos era como un príncipe salido de los cuentos, su cabello bien peinado, alto, delgado, de facciones marcadas, y sus manos aunque ahora manos de un hombre seguían siendo las mismas, como no recordaría esas manos que siempre tomaba...

Cuando Wonwoo era pequeño su madre pensó que llevando a Mingyu con él lo ayudaría a ser un niño más alegre, no era que a Wonwoo le desagraden las personas, pero le era incomodo siempre el convivir con los demás, hasta que ese día llego el, su único amigo, ¿que tenía Mingyu que podía controlar a Wonwoo? Era como si fuera un hechizo, por llevar el ritmo de Mingyu, Wonwoo comenzaba a ser un niño mas ágil, aunque eran unos niños, Wonwoo sabía algo...Mingyu era especial para él, incluso podía decir que lo quería más de lo que podía imaginar.

Después del tiempo en que fueron separados, Wonwoo volvió a ser ese chico callado y serio que fue antes de Mingyu.

"-mama dice que no podre verte en un tiempo...- Mingyu sostenía la mano de Wonwoo fuertemente mientras apoyaba su cabeza en su hombro.

-cuanto es un tiempo? -

-no se...-

-quiero que te vayas Min-

-no me quiero ir...yo, ammm- Mingyu buscaba en su alrededor algo que pueda darle a Wonwoo, como parte de una familia adinerada el llevaba un pequeño anillo en su pulgar, dentro decía su propio nombre, se lo quito y busco la mano de Wonwoo. - volveré, te lo prometo, seré más grande y más fuerte, cuando vuelva ya no me iré nunca está bien? - Wonwoo sonrió tímidamente- oh, pero no tienes permitido olvidarme, ni tampoco tener otro...- busco una palabra que pueda emplear, pero Mingyu no la encontró- amigo? Que pueda remplazarme-

-no podría hacerlo-"

Fight for the SunsetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora