Dentro de la época Joseon, el valiente príncipe Kim Mingyu finalmente se encuentra con su primer amor de una forma poco común, las familias se ambos los comprometen en matrimonio, Jeon Wonwoo aquel chico al que amo hace mucho tiempo volvio de manera...
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Dentro de la inmensa biblioteca Wonwoo estaba nervioso, no podía concentrarse así que se mantenía mirando las páginas de los libros. Frente a el Mingyu lo miraba, aunque Wonwoo fuese el de los ojos aterradores por alguna razón era Mingyu quien tenía la mirada penetrante, era como si lo atravesara, llevaba días viendo que Mingyu lo seguía, que podía estar horas en un lugar y el solo estaría mirándolo, ¿porque no solo iba y le hablaba? Pensaba Wonwoo, pero entonces tenía la respuesta ¿Por qué no vas tú y le hablas Wonwoo? Imposible, ¿cómo iba ir a hablarle? ¿Con que cara? Mingyu lucia genial, era otro, cuando recordaba al pequeño Mingyu que corría descalzo por el jardín y luego miraba esta fase de un Mingyu de casi dos metros de alto se sentía raro, como iba a ir con él, Wonwoo estaba distinto también, había adelgazado muchísimo, su piel lucia casi translucida, no había crecido mucho, pensó que quedaría decepcionado, eso fue lo que lo detenía.
Un día en la biblioteca, ambos parecían estar ocupados, pero eso no le detenía para de vez en cuando echar un vistazo.
-oh...gracias- Mingyu con su mano surda, como de costumbre era algo torpe, así que tiro accidentalmente una pila de libros, como Wonwoo estaba al tanto de ello, había estado cuidando los movimientos de Mingyu sin que este se diera cuenta, de lejos vio como los libros iban cada vez más cerca de la orilla de la mesa, se paró inmediatamente y evito que llegaran al suelo.
-deberías ponerlos del otro lado- dijo Wonwoo intentando mantenerse serio, sus manos temblaban al igual que sus piernas, era la primera vez que podía ver tan de cerca a Mingyu, el lunar que tenía en su mejilla era el mismo de siempre, su mano surda era muy peculiar en el.- si escribes con esa mano déjalos del lado contrario, los libros son especiales como para dejarlos caer...- eso era algo que Wonwoo siempre le decía a Mingyu, cuantas veces o había tirado el tintero sobre sus tareas, cuantas veces no había arruinado un par de libros de Wonwoo, sintió como si volviera a esos días donde podían estar juntos por horas.
Al dejar los libros del lado derecho de Mingyu camino para salir del lugar, justo en el momento en que cerró la puerta su expresión cambio, su respiración era sonora y acelerada, llevo su mano a su pecho y mirando hacia todas las direcciones sonreía.
Habían pasado ya 5 días desde que la caravana de guerra se había ido, no había noticias de nada, no daban señales de victoria, el padre de Mingyu siempre lucia acelerado, mientras la madre de este apenas y se dejaba ver, la tención era increíble en la casa, Jeonghan se paseaba hasta altas horas de la noche en espera de noticias, pero estas nunca llegaban, Wonwoo se iba a dormir temprano, por alguna razón se sentía solo.
Habitualmente cuando dormían, era el quien estaba acotado primero, sentía cuando Mingyu ya estuviera acomodado y minutos después este ya roncaba, y lo hacía porque sus pies no cabían dentro de la sabana, siempre tenía frio. Wonwoo se levantaba pues no dormía, prefería fingirlo, el estar a solas en la habitación con Mingyu lo ponía muy nervioso así que evitaba verlo a esas horas, pero cuando este dormía Wonwoo lo veía, siempre lucia cansado.
-no es mi intención ser así Min...esto es muy difícil...lo siento- susurraba acariciando su cabello, como siempre Wonwoo se levantaba en busca de otra sabana para ponerla de forma en que los pies de Mingyu estén cubiertos.
En ese momento Wonwoo extrañaba escucharlo roncar, estaba acostado mirando hacia el lado donde dormida Mingyu, miraba el espacio vacío con anhelo cuando escucho que el gran y pesado portón se abría, el ruido de caballos y muchas personas hablando lo hizo levantarse, a lo lejos vio como Jeonghan corría a los brazos de Jisoo, finalmente habían vuelto.
Dudoso por unos segundos opto por salir, vio como todos corrían sin rumbo, algunos venían heridos, otros simplemente no venían, busco con la mirada a Mingyu pues no lo había visto entrar, en una esquina, noto la clara cabellera de Jihoon, si él estaba ahí es porque ahí estaba Seungcheol, y si ahí estaba Seungcheol es porque ahí también estaba Mingyu, cuando llego hasta ellos vio como limpiaban la herida en la espalda de Seungcheol, este no soltaba la mano de Jihoon quien intentaba no lucir asustado. Cuando Seungcheol vio llegar a Wonwoo fue como si hubiera visto un fantasma. Intento levantarse para saludar, pero Wonwoo le señalo que no era necesario.
-estas bien?- pregunto
-sí, un par de suturas y estaré bien...- Seungcheol lucia nervioso, Wonwoo vio como apretó la mano de Jihoon quien veía a Wonwoo. Algo ocurría, al notarlos sospechosos, sin importar ya lo que pensaran Wonwoo miro a todas partes rápidamente, ¿Mingyu? ¿Dónde estaba Mingyu? No podía verlo por ninguna parte.
-Wonnu...- Jihoon soltó la mano de Seungcheol para poder sujetar la de Wonwoo.
-que está pasando...donde...donde esta Mingyu- la voz de Wonwoo comenzó a temblar.
-ven, será mejor que te sientes...- el pequeño Jihoon dirigió a Wonwoo a un lado de Seungcheol para que tome asiento, una vez terminaron de curar a este se dirigió hacia Wonwoo.
-el capitán...nosotros no sabemos dónde está Mingyu...- Seungcheol sabía que era amigo de el por ello podía hablar sin formalismos, cuando dijo esto Wonwoo se quedó pálido, abrió sus ojos sorprendido y apretó la mano de Jihoon.
