Blaine se levantó con mucha energía, no podía creerse que hubiese vuelto a Ohio con su hermano. Cooper había encontrado trabajo allí y se había esforzado mucho por convencer a sus padres. Aunque tampoco hizo falta mucho esfuerzo.
Sus padres no le quería especialmente, o no lo demostraban nada. Eran fríos con el y siempre le estaban tratando mal, posiblemente por eso su hermano estaba tan desesperado por llevarselo.
Coop era un gran apoyo para el, gracias a su hermano se aceptaba así mismo y no se había dejado llevar por los malos comentarios de sus padres gracias a el, era homosexual, y eso no era fácil para el teniendo en cuenta la homofóbia de sus padres y el odio que ellos creian haberle metido desde que era niño y le gustó un chico que por cierto, era de Ohio. Ni siquiera recordaba su nombre. Tampoco tenía muy claro como era su rostro, era muy pequeño la última vez que le vió y en ese momento tenía ya 17 años. Pero si recordaba sus ojos azules, unos preciosos ojos que todavia le hacian suspirar.
Y no, no había tenido novio. En Nueva York era un homosexual en el armario por sus padres, finjía ser hetero con ellos para no ganarse problemas y por tanto tambien hacía eso en la escuela. Pero tenía claro que en Ohio iba a ser el mismo, y esperaba encontrar el amor y ser aceptado.
Terminó de prepararse, todavia no habia terminado de guardar toda sus cosas y todavia habia cajas. Pero lo más importante ya estaba. Bajó y su hermano le había dejado una nota.
"Blaine, me he tenido que ir a trabajar, coge tu algo para desayunar y afuera te espera un taxi que te llevará al instituto. Pasatelo bien, idiota."
El moreno sonrió y agarró una manzana y salió de su antigua casa, como ya su hermano le había anunciado había un taxi esperandole en la puerta.
Le dejó justo en la puerta, Blaine salió temeroso, y se quedó parado en la acera incapaz de avanzar. Observando como el taxi se alejaba, dirigió su mirada al frente, había alumnos entrando, otros simplemente esperaban en la puerta o estaban sentados en el cesped. El ambiente no era malo, pero aún así a Blaine le atemorizaba, todos los grupos de amigos estaban hechos, era muy complicado entrar en uno así de la nada. Quizás estaba destinado a estar solo.
- ¿No piensas avanzar?- Un chico alto, rubio, con unos extraños tatuajes y con un pendiente en la nariz y en las orejas se dirijió a el. Blaine se volteó a mirarle extrañado, tenía cara de pocos amigos, pero lo que más le sorprendió era que estaba agarrado de la mano con otro chico. ¿Eran gays? ¿Acaso allí se respetaba la homosexualidad?
Blaine le miró nervioso. El otro chico castaño que llevaba agarrado por la mano le golpeó el pecho como modo de advertencia, la expresión del otro chico se suavizó y miró a su acompañante sonriente. Definitivamente eran gays, y el beso en la boca que se dieron luego solo le confirmó su primer pensamiento. Miró fascinado alrededor, nadie decía nada, nadie se sorprendia. Quizás ese sitio iba a ser incluso mejor de lo que pensó.
- ¿Eres nuevo?- Preguntó el chico castaño acercandose a el y obligando al rubio de mal aspecto a que se acercara tambien sujetandolo de la mano.
- Sí.- Respondió el ojimiel nervioso, por primera vez se fijó en los ojos azules de este, eran los mismos que los del amor de su infancia, pero todavía más bonitos si era posible.- Vengo de Nueva York.
- New York.- Repitió alegre.- Mi sueño es irme allí a vivir, con todos mis amigos y mi novio.- Los dos chicos se sonrieron entre ellos. Me daban muchisima ternura, se veían muy diferentes pero al mismo tiempo se veían almas gemelas.- Por cierto, soy Kurt.
- Blaine.- Respondió este con la misma sonrisa que el chico de ojos azules.
- Yo soy Jeffrey.- Dijo el otro chico.- Jeff para los amigos.
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Inocentes [Klaine]
Fiksi PenggemarNinguno era consciente del horrible mundo en el que vivian. Quien pudiese tener la inocencia de un niño todo su vida.