Capítulo 1

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Dimensión alternativa

Estoy en el antro más cutre posible de toda la ciudad, el horrible sonido de la guitarra desafinada no para de martilizarme, me están entrando unas horribles ganas de lanzarle la botella de cerveza a ese horrible guitarrista, pero estoy tan jodidamente borracha que no puedo ni levantar el meñique.

—Alycia, te quiero tía, eres una zorra, pero eres mi mejor amiga para siempre jámas. —Por mucho que me sorprenda, Connie esta más ebria que yo, algo que creía imposible sinceramente, puesto que yo soy la mala influencia en nuestra amistad.

—Connie, ese tío de ahí no para de mirarme las tetas. —Odio cuando me miran como si fuera carne de ganado, sí, me gusta llevar escotes, vestidos apretados y tacones de vértigo, pero eso no le da derecho a mirarme como si solo fuera una objeto sexual.

—Hey pues está bastante bien la verdad, con esos tatuajes y el pelo largo. —Gime como una gata encelo.

—Pues vete con él, parece que estás bastante interesada en sus horribles tatuajes que parecen hechos por un crio y su estúpido pelo grasiento.

—¿En serio? Eres la mejor amiga del mundo. —Me abraza, bueno, lo intenta, y torpemente se coloca su cabello rubio y se contonea hacia ese sujeto.

Pues sí, tengo una gran amiga que me deja tirada para acostarse con un motero con aspecto de no haberse duchado en un mes.

Torpemente salgo del antro y paro un taxi.
No se por qué pero siempre que voy en coche y miro por la ventanilla me siento en paz, es como un momento íntimo, solo yo y mis pensamientos. Y bueno, también está la música árabe que está escuchando el taxista ahora mismo.

—Perdone, estoy intentando mirar por la ventanilla mientras pienso en mi vida de una forma poética, ¿podria apagar la radio? —Nada más pronunciar las palabras apaga la radio, para ponerse a hablar conmigo, perfecto.

—Señorita, ¿no está usted un poco ebria como para andar sola?

—¿Qué parte de que quiero mirar por la ventanilla mientras pienso en mi vida de forma poetica no ha entendido?

—Señorita, solo quiero decirle que no deberia beber tanto estando sola, podría... —Le interrumpo. No puedo soportar que un desconocido este dandome un sermón ahora.

—Me bajo aquí, tome. —Por suerte tengo justo el dinero necesario para pagarle, no estoy en disposición de correr.

—Que pase una buena noche señorita.

Después de unos largos 10 minutos caminando para llegar hasta casa, por fin llego al porche. Cuando abro la puerta veo la casa patas arriba, perfecto, mi madre ha vuelto a beber, sólo espero no toparmela, cuando bebe se pone muy agresiva. Desde que murio Kaidan ha cambiado todo tanto... Mi hermano era el único pilar que había en la familia, desde que se fue, todo se vino abajo. Pero es un tema que ahora mismo no quiero tocar.

Subo cuidadosamente las escaleras hasta que llego a mi hermoso y desordenado cuarto. No tengo ganas de ponerme el pijama ni de quitarme el maquillaje, así que me acuesto directamente en la cama, y cuando voy a colocar la almohada, encuentro una nota debajo de ella.

La belleza es misteriosa tanto como terrible. Dios y el Diablo están luchando ahí, y el campo de batalla es el corazón del hombre.
                                            A. F.

Nothing Gold Can StayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora