Rachel y yo llevábamos casi 2 horas pensando en quién, cercano a mí, tenía un nombre cuyas iniciales fueran J y F. Dos horas desperdiciadas, básicamente.
—¿Tú no tenías un primo en el extranjero que se llamaba Jesus el Feo?
—No se apellida "el Feo." Es un apodo que le ponen para reírse de él, Rachel. Hay una diferencia. Y por mucho que se llamara así, ¿por qué me iba a mandar una nota así?
—Pues a lo mejor está tan desesperado que su mejor opción es casarse con una de sus primas... ¿nunca viste Juego de Tronos?
—Te estas saliendo del tema, Rachel. Céntrate. Y no empieces a citarme Juego de Tronos ahora. Que una vez empiezas sabes que no paras nunca y me sacas de quicio.
—Sí, Mi Lord. Como desee. —Ruedo los ojos hacia su inevitable comentario y agarro el portátil. Entro en Facebook, escribo "J.F." y hago click en la opción de "Cerca de ti." Me sale una gran lista de nombres, de los cuales, no conozco ni la mitad. Rachel se me acerca y va murmurando los nombres que van saliendo en voz baja a medida que voy bajando en la página. —Jesse Finkelstein, James Franco... Ojalá fuera James Franco. —Vuelvo a rodar mis ojos hacia su, otra vez, inevitable comentario. —¡Jason Finch! —Casi se me cae el portátil al suelo al escuchar semejante grito.
—¿Jason Finch? —Digo ahora dejando el portátil en la moqueta que empapela todo el suelo de mi habitación y girándome ligeramente para ver a Rachel a los ojos. —¿Supongo que conoces ese nombre? Si no, no entiendo a que ha venido ese grito.
—Alycia, parece mentira que no conozcas a Jason. —Levanto una de mis cejas, alentándola a que siga con su explicación. Ella chasquea la lengua y prosigue. —Jason Finch está un curso por encima de nosotras. No es el típico fuckboy o líder del equipo de fútbol del instituto, pero es bastante mono y popular como para que la mitad del instituto vaya tras él. Si ese es el chico que buscamos, juro que diré que yo soy quien se llama Alycia Byers y no tú.
—¿Y crees que creerá que tú, eres yo, cuando fue él mismo quien me puso la nota en el bolsillo? Creo que entre tu culo y el mío hay una gran diferencia. —Ella bufa y yo suelto una risa antes de ponerme seria de nuevo. —¿Cómo hacemos para averiguar si de verdad es él?
—Pues es obvio. Vas a mandarle un mensaje ya mismo. —Antes de que pueda si quiera resistirme, Rachel ya tiene mi portátil entre sus piernas y está escribiendo a una velocidad a la que solo consigue llegar con sus dedos. Para cuando me doy cuenta de lo que está pasando, ya ha pulsado ENTER.
—¡¿Qué acabas de hacer?! —Digo arrebatándole el portátil de entre las piernas y posicionándolo en las mías para leer lo que había escrito.
Hola guapo. Creo que nunca nos hemos conocido en persona. Este es un gran momento para cambiar eso, ¿no crees? Reúnete conmigo en el porche del instituto en 20 minutos. Responde con un "Si, Mi Lord" si estás de acuerdo. Te espero.
A.B. ;)
—Juro que en mi vida había sentido tanta vergüenza como ahora. ¿Cómo se supone que voy a mirar a este chico a la cara después de todo lo que le has dicho? Seguro el pobre hasta se ha cambiado de acera por tu maldito mensaje. —Murmuro mientras me tapo la cara con las manos. Creo que si me pusieran en una frutería, me confundirían con un tomate en este mismo instante.
—¡Pero que dices! Seguro que solo con ese mensaje ya está loquito por tus huesos. Ahora solo hay que esperar a que conteste, no vaya a ser que te quedes toda la tarde esperando en el porche tu sola. Si te quedas más de 30 minutos sola, la gente va a empezar a pensar que eres una mendiga y te lanzaran monedas.
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Nothing Gold Can Stay
Science FictionNature's first green is gold, Her hardest hue to hold. Her early leaf's a flower; But only so an hour. Then leaf subsides to leaf. So Eden sank to grief, So dawn goes down to day. Nothing gold can stay.