Tu luz (Joel Pimentel, CNCO). >EN EDICIÓN<

TRES

—¿Sales con alguien?

Aquello me sacó de mis pensamientos.

—¿Disculpa? —pregunté. Se había formado un incómodo silencio, por lo menos para mí.

—¿Estás saliendo con alguien? —repitió Erick avergonzado, reí con nerviosismo. Nunca había salido con alguien seriamente... Quizás algunos besos y luego más nada.

—No, no estoy saliendo con nadie. —contesté tranquila, aunque la pregunta activó los nervios de mi sistema.

—¡Dimelo Papi! —exclamaron Zabdiel y Christopher al mismo tiempo, aquello nos causó gracia a todos y el sonido de nuestras risas lleno el incómodo momento que se hacia formado, permitiéndome relajar aquellos estúpidos nervios. 

—¿No nos has visto antes? —preguntó Richard, aún recostado contra la pared. 

—No, ¿ustedes a mí sí? —noté a Joel sonriendo. Dirigí mi mirada hacía los demás y estaban haciendo exactamente lo mismo... Sonriendo.

—No creo, pero eres muy agradable. —comentó Richard. 

Mi celular empezó a sonar, me sobresalté, chocando los hombros con Erick, esto le causó mucha gracia a Chris ya que empezó a reír ruidosamente.

—Loco, Loco ¿tú te sientes bien? —río Richard, fingiendo preocupación.

—¿Hola? —contesté desconectando mi atención de los chicos y enfocándola en la llamada.

—¿Cenarás aquí? —Sasha, ¿cena? 

—Eh... ¿Si cenaré allá? —miré a los chicos buscando una respuesta aunque Sasha probablemente pensaría que le hablaba a ella.

—Eso mismo, ¿O vendrás más tarde? —contestó, Joel y Erick se pararon justo frente a mí, haciendo señas y gestos de "Quédate".

—Iré más tarde. —dije finalmente.

—Como digas. —cerró sin previo aviso y coloqué el celular sobre mi pierna.

—¡ESOOOO! —exclamó Zabdiel, aplaudiendo alegremente.

***

Richard pidió pizza para nosotros, se veía realmente deliciosa. Algún día me casaré con un apuesto, fuerte, inteligente, cariñoso, amoroso y apetitoso... Señor Pizza.

Reí ante mi estúpido pensamiento, y reí... y reí... y reí...

—¿Christopher de casualidad le echaste algo a la pizza de Zaphir? —cuestionó Erick con gracia. 

—Creo que eso pasa cuando pasas mucho tiempo con él. —Dijo Joel al otro lado de la habitación. —Nosotros somos inmortales a tu efecto Chris. — El abdomen me dolía de tanto reír, pero aquello activó nuevamente mi risa.

—¿Inmortales? —Preguntó Richard, igualmente riendo.

Risas, risas, más risas. Nunca olvidaría este día. 

Primero mi futuro esposo el señor Pizza y luego "Inmortales a tu efecto" realmente me habían hecho pasar un buen rato, podía sentir la hermandad entre ellos... Quizás podría ser la chica del grupo, ¿algo así como la protegida? Lo que sea, sólo quería pasar más tiempo con ellos.

—Es un poco tarde, ¿te acompaño a casa? —ofreció Joel, ahora a mi lado.

—Vine en... auto. —respondí apenada, me hubiera gustado disfrutar un poco más de su compañía.