CUARENTA Y SIETE

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 1/3 CAPÍTULO FINAL.

Thomas se encontraba mucho mejor, se había golpeado la cabeza y esto había causado una pequeña contusión pero luego de varios días todo en él estuvo en perfecto estado.

—¿Qué harás hoy? —le pregunté -A Thomas- a través del teléfono.

—Una amiga vendrá a verme, Mamá le dijo lo que ocurrió y casi muere de preocupación. —rió.

—Es que eres importante, Thomas... —suspiré. —Soñé que te pasó algo terrible y te juro que me sentí tan aliviada al despertar y ver que sólo fue una pesadilla.

—Sí, tu madre me contó. —admitió. —Te quiero muchísimo, pequeña.

—Yo a ti.

—Y Wendy me contó sobre Joel, ¿Todo bien? —preguntó.

—No. —admití, sintiendo un pesar en el corazón. —Yo me rindo... Sabes.

—No puedes hacer eso, ¿Lo amas?

—Amo más a mis hijos, quiero estar bien para ellos antes y después de que nazcan... 

—Te entiendo perfectamente, yo debería tener hijos ya... —rió, adoraba eso de él... Siempre buscaba la forma de relajar la tensión.

—Todo llega a su tiempo, aunque el tiempo de todos es diferente. —reflexioné.

—Vaya, está poética la niña. —se burló, haciéndome reír. —Mi vidita, me encantaría seguir hablando contigo... Pero tengo papeleo que hacer. —bufó.

—Está bien, tranquilo. —reí. —Yo tengo que ir a hacerme un chequeo ahora... Ya sabes, cosas de bebés. 

—Te me cuidas, ¿Con quién irás? —preguntó.

—Joel salió sin avisar... Supongo que sola. 

—Al diablo el papeleo, pasaré a buscarte. 

—No es necesario, Tho... —me interrumpió.

—Nos vemos en diez minutos. —cerró.

Y así era Thomas, un poco terco, pero adorable a pesar de estar tatuado y tener una apariencia de chico malo con piercings sensuales. 

Zaphir >> Iré al Chequeo con Thomas, No te molestes en ir... Gracias x

Decidí escribirle a Joel, para avisarle en donde estaría... Aunque como estaban las cosas tampoco lo creía muy necesario. 

Joel >> Mierda lo olvidé, iré ahora mismo... Lo siento muñeca, prometo recompensarlo. 

No respondí, no sólo estaba molesta, sino también dolida. No sabía que hacer pero tampoco tenía la fuerza para hacer mucho, prefería dejar que las cosas fluyeran solas que lastimarme al intentar y fallar. 

***

Me sentí bastante decepcionada cuando al terminar la cita con la Dra. Joel no apareciera en ningún lado. 

Le pedí a Thomas que por favor me dejara en la casa común de los chicos.

—¡Zaphir! —me saludó Renato con un gran abrazo al recibirme. —¿Cómo están? —preguntó haciendo referencia a mí y las vidas dentro de mí. 

—Excelente. —menos yo. —¿Cuáles están aquí? —pregunté, haciendo referencia a los chicos.

—Christopher y Erick, Zabdiel duerme... Y el Monkey salió con la novia. —dijo. —¿Y tu hombre? 

Tu luz (Joel Pimentel, CNCO). >EN EDICIÓN<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora