QUINCE

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—¿Tus chicas? —pregunté jugando.

—Todas son nuestras chicas, ¿No sabías?

—Sí amor, es jugando... Que les digan así es muy tierno.

—Así es. —Sonrió de lado. —¿Pero sabes como te digo a ti?

—¿Princesa?, ¿Muñeca? —pregunté, recordando que de esa forma es que me decía.

—MI muñeca, MI princesa, MI vida. —expresó haciendo énfasis es "Mi", me acerqué a darle un pequeño beso.

—Eres tan bello...

***

Entré a la fiesta junto a los chicos, todos se alegraron de verlos. Joel me tenía agarrada de la mano, y me presentaba oficialmente como su novia. Tuve el placer de conocer a los familiares de los chicos, incluso a la novia del hermano de Richard. Wendy, cuando me dijo su nombre recordé a Wendy, mi amiga del trabajo.

—¿Cómo la estás pasando? —me preguntó Joel abrazándome por la espalda. 

—Muy bien, he conocido a muchas personas que jamás pensé conocer en mi vida. —admití dándome la vuelva para abrazarlo. 

—Me alegro que la estés pasando bien, ¿No quieres nada de tomar o algo de comer? —preguntó, la atención que me brindaba era hermosa.

—No amor, gracias. —pero aún así me llevó con él en busca de ponche. 

Entramos a la pista de baile luego de abandonar los vasos en algún lugar respetable, Joel se retiró un momento y me dejó bailando con Yashua, el hermano de Richard. Bailaba muy bien, parecía todo un experto, pero mis piesitos ya dolían así que me excusé y tomé asiento. 

Los chicos subieron a la tarima a cantar sus canciones, Joel me envió su celular con Renato. Grabé las presentaciones desde su celular, y algunos snaps. El me pidió que enviara Snaps de ellos cantando a algunas fans y eso hice. Luego Renato me pidió que por favor igual grabara con el celular suyo para subirlo a la cuenta oficial de CNCO. Estuve haciendo aquello hasta que finalmente los chicos bajaron del escenario y pude compartir más tiempo con mi novio.

—Eres buena fotógrafa, muñeca. —me dijo Joel besando mi mejilla mientras apreciaba las fotos que tomé en su celular. —Pero hay un problema...

—¿Qué? —pregunté confundida.

—No te tomaste ni una foto. —se quejó. —Ven conmigo.

Me haló a un lugar con mejor iluminación y le pidió a Erick que nos tomara varias fotos, incluso besándonos.

—¿Ya? —preguntó Erick cuando nos acercamos a él a ver las fotos.

—Gracias Cubanito. —le dije abrazándolo.

—No es nada. —sonrió y se alejó.

La noche iba tranquila, buena música, personas bailando en todos lados. Fotos por aquí, fotos por allá. Me acerqué a la pista junto a Joel y me uní a Richard, Yashua y Erick, junto a ellos había más personas bailando pero sólo los conocía a ellos. Erick me haló un poco más cerca y me tendió la mano bailando al compás de la música hasta que no pude más, noté que Joel ya no estaba bailando con nosotros, tampoco lo pude localizar con la mirada. Me distancié un poco de todos y aún así no pude encontrarlo. 

Decidí ir al baño a retocar el maquillaje, llevé conmigo mi bolso y descubrí que allí estaba el celular de Joel. ¿En dónde se habría metido?.. En el espejo del baño me tomé algunas fotos, aunque el lugar estuviera lleno de personas el baño de las chicas estaba desierto, me observé en el espejo. Sólo tenía que aplicar un poco más de labial y iba a quedar —casi— intacta. Decidí hacerme una coleta con estilo, si iba a estar bailando lo haría estando cómoda. 

La puerta se abrió y vi a Wendy entrar.

—Oh, Hola novia de Joel. —saludó alegre.

—Hola Wendy de Yashua. —respondí con la misma energía.

—Bailas bien... Eh... 

—Zaphir.

—Zaphir, lo siento... Lo olvidé. —se disculpó.

—No es nada. 

—Me gusta, nunca había escuchado ese nombre. —Me alagó.

—Gracias, Papá fue todo un genio con mi nombre.

—Debe ser un gran hombre, eres muy agradable. —me sonrió, colocándose a mi lado frente al espejo. 

—Sí, lo fue... —respondí sin más.

—¿Fue? —me miró confundida. —Oh, Lo siento tanto. —y de un segundo a otro me abrazó, aunque en mi alma no había tristeza o pena por mi perdida aquel abrazo fue reconfortante. 

—Gracias, ahora saldré... Nos vemos luego. —le avisé antes de salir.

Joel se encontraba con Erick en nuestra mesa, me acerqué a ellos y en lo que intenté apartar una silla para mí, Joel me sentó en sus piernas. 

—¿Dónde estabas? —le pregunté.

—Andaba por ahí con otras chicas. —bromeó Erick, pero aquello encendió una pequeña chispa de celos.

—No es así, estaba en el baño... —informó Joel, casual.

—Eso es cierto. —le apoyó Erick. 

—¿Y tú, muñeca? —me preguntó.

—En el baño, me topé con Wendy. —le avisé, rodeando su cuello con mi brazo. 

—Que bien, ¿vamos a bailar? —preguntó para todos.

—¡Pero claro! —respondió Erick alegremente.

Volvimos a la pista, Joel me pegó contra su cuerpo mientras bailamos juntos al compás de la canción. Sentí a alguien tocar mi hombro y Joel se detuvo, pero aún así no miré a quien tocó mi hombro.

—Hermano, ¿me permites un baile con ella? —Aquella voz me dejó helada, volteé a ver de quién se trataba y mi corazón se detuvo cuando lo vi.

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¡Hola! 

Tu luz (Joel Pimentel, CNCO). >EN EDICIÓN<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora