DOCE

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Llegamos a casa, Mamá no estaba, Sasha tampoco... ¡Más tiempo a solas con Joel! Mierda... Tiempo a solas con Joel, a solas... Totalmente solos... Obama, la reina, los OVNI's y todos los demás ahora estaban nerviosos. 

Observé la hora, no eran más de las dos de la tarde... Sábado, ¿Dónde habrán ido Mamá y Sasha? Ni idea.

—Creo que estamos solos. —afirmó Joel detrás de mí.

—Ponte cómodo, estás en tú casa... Prácticamente. —intenté decir con naturalidad, aunque los nervios me comían... Podía pasar cualquier cosa. 

Observé a Joel retirarse los zapatos y recostarse en el mueble frente a la TV.

—¿Te gustaría comer algo? —pregunté, el asintió un poco tímido... No se me ocurrió nada mejor que prepararle un Sandwich, puse todo lo que pude encontrar apetitoso y cuando me sentí preparada le entregué mi obra de arte con extra amor junto a un vaso de jugo de naranja... Típico.

—¿Te gusta? —pregunté cuando terminó de saborear el primer mordisco del Sandwich.

—Parece imposible encontrar algo que no me guste cuando se trata de ti. —admitió, una sonrisa de extendió en mi cara, la fiesta en mi corazón comenzó, el zoológico en mi barriga de desató. Joel admitió que le gusto.

—Gra... Gracias. —respondí atónita. 

—Cuando termine con esa delicia te quiero hacer una pregunta. —informó dándole un gran mordisco al sandwich... 

Asentí  y fui por un baso de jugo para mí.  Volví junto a él lo más rápido que pude, esta vez me senté a su lado... Cuando terminó de comer, llevó el plato a limpiar y para mi sorpresa, él mismo lo limpió y lo puso en su lugar. Hizo lo mismo con nuestros —ahora— vacíos vasos de jugo. 

—Listo. —se recostó a mi lado, lo observé una vez más... En ningún momento dejé de estar nerviosa.

—¿Te gustó? —pregunté, refiriéndome al sandwich. 

—Estuvo delicioso. 

—¿Seguro? —pregunté, me fijé que tenía la comisura del labio cubierta en un poco de ketchup... Sin pensarlo dos veces me acerqué a limpiarlo con mi dedo.

—Tu también tienes algo ahí. —señaló mi boca.

—¿Podrías quitármelo? —pregunté espantada. 

—Claro. —respondió, se mantuvo estático por un segundo y luego sus labios chocaron con los míos.

Mi cuerpo se paralizó, el calor encendió mi rostro, pero reaccioné antes de que se alejara. Agarré su rostro y correspondí el beso, deseaba tener esto en cualquier momento. Sus labios suaves contra los míos, sentí una de sus manos en la parte trasera de mi cuello, acercándome a él y la otra en mi mejilla, de manera delicada. Me removí un poco en mi lugar y de alguna forma terminé a horcajadas sobre él. 

—Moría por besarte. —susurró con una sonrisa, cerca de mis labios. —Se mía, dime que eres mía... —pidió.

—Soy tuya. —murmuré plantando un pequeño beso en sus labios.

—Es oficial, eres mía. —informó volviendo a conectar nuestros labios. 

La puerta sonó en un estruendo ligero... Había llegado alguien, de mala gana me bajé de Joel y me acomodé a su lado, pero la ligera sonrisa en su rostro y el tono carmesí en el mío quizás nos delataban. 

—Oh chicos, creí que llegarían más tarde. —Dijo Mamá, saludando con la mano. — ¡Vaya! ¿Qué tenemos aquí?, ¿Tan bien te fue Zaphir? 

—¿Qué? —pregunté confundida.

—¿Tu empleo? —respondió obvia. 

—Le fue perfecto, suegra. —abrí los ojos como platos. ¡LE DIJO SUEGRA! 

—¡LO SABÍA! —exclamó Mamá, cómplice a Joel. —Gané la apuesta con Sasha. —Ya me era imposible abrir un poco más los ojos, ¡INCLUSO APOSTÓ!

—Dios Mío. —murmuré avergonzada, escondí mi rostro en el pecho de Joel... Tampoco iba a tomar desventaja de la situación, Joel rió... Claramente había hablado con Mamá sobre oficializar nuestra... NUESTRA RELACIÓN. Mi primer novio. 

—No fue como lo planeé, pero fue perfecto y me encantó. —le informó Joel a Mamá, me sonrojé aún más... Gracias a Dios mi rostro estaba descansando en su pecho.

—¿A sí? —Sí mamá sí, esto es tan extraño...  —Me alegro mucho jovencitos, ahora me retiro a mi habitación... Por cierto Sasha está en casa de Sarah, vendrá en unos días. 

Desapareció de nuestra vista, pude finalmente respirar.

—Eso fue extraño, ¿Cómo es qué mamá sabía? —le pregunté, acusándolo. 

—Tu madre es como una amiga super divertida y cercana, ella misma me preguntó lo que siento por ti, me preguntó que si tenía planes de estar contigo como mi novia y bien, aquí estamos. —plantó un corto beso en mis labios. —¿Te digo algo?

—¿Qué? —pregunté.

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QUE LE DIRÁ JOEL D: !! HOOOOOOLA xx

Tu luz (Joel Pimentel, CNCO). >EN EDICIÓN<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora