Mi celular no paraba de sonar en algún lugar de mi habitación, eran las Doce de la noche y estaba casi totalmente segura de que se trataba de Zabdiel.
—¿Hola? —pregunté cuando finalmente encontré el celular.
—¡Hola Zaphir! —sonó del otro lado, Zabdiel.
—Lo siento por tardar en responder... No encontraba el celular. —Me expliqué.
—Tranquila, tampoco son horas para estar llamando pero dije que te llamaría hoy y soy un hombre de palabra. —rió orgulloso.
—Ya veo. —sonreí aunque no pudiera verme.
—Sí, oye... —hizo una pausa. —Me gustaría poder volver a verte.
—Hmmm
—¿Podemos vernos mañana? Te juro que no soy un violador. —reí ante su comentario, pero lo cierto es que él y Christopher en el pequeño momento que compartimos me dieron un aire de confianza.
—Claro, confío en ti. —nuevamente reí.
—¡Eso! —exclamó entre risas. —Nos podemos encontrar en... ¿Sabes dónde queda el Parque "Paraíso Azul"? —Guardé silencio un momento pensando en donde había escuchado ese nombre.
—¡SÍ! —dije de repente. — ¿Ahí nos encontraremos?
—Si estás de acuerdo entonces sí, vivo cerca con mis amigos. —informó. —Estaré en la entrada en eso de las Cuatro en la tarde... ¿Está bien?
—Está bien. —acepté, sin querer se me escapó un bostezo. —Lo siento.
—No te disculpes. —Contestó con gracia. —Te dejo descansar Zaphir... Ya es tarde. —estuve de acuerdo aunque no dije nada. —Nos vemos mañana, descansa.
—Gracias, Igual. —otro bostezo salió sin permiso de mi boca. —Buenas Noches. —reí y cerré.
No sé en que momento caí dormida, los pasos fuera de mi habitación me despertaron. Antes de salir a ver que estaba ocurriendo me aseguré de asearme.
Justo cuando estuve presentable al mundo decidí ver que ocurría en casa. La voz de Sasha en algún lado de la casa me hacía cuestionarme aún más que estaba pasando, ella no solía chillar tanto. Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina... Tampoco investigaría con el estómago vacío.—¡Buenas tardes! —Gritó alguien detrás de mí, asustándome. Me di la vuelta y vi a Bryant sonriendo.
—Ya entiendo todo. —lo saludé con un gesto de la mano. —El alboroto es porque ya llegaron, ¿No?
—¿Te despertamos? —preguntó alarmado. Tomé un baso vacío y vertí agua en el.
—Sí, pero está bien... ¿Qué hora es? —Tomé el agua con calma.
—Las una de la tarde. —se acercó un poco más. —Tu hermana y el bebé están en la habitación de huéspedes. Está muy linda la decoración que nos hicieron, gracias. —¿Qué decoración? ¿Mamá decoró la habitación de huéspedes para Sarah, Bryant y Ryan? Wtf... ¿En qué momento ocurrió eso? Observé en silencio el ahora vacío baso en mis manos. —Lo que más me gustó fue la cuna. —continuó hablando.
—Sí, se la pueden llevar si quieren.
—La dejaremos para cuando vengamos a visitar o cuando les traigamos a Ryan. —sonreí... "Ryan" finalmente había nacido, y como por arte de magia se escuchó el agudo llanto del recién nacido. —¡Despertó! ¡Despertó! —tomó mi mano dirigiéndome detrás de el al lugar de donde provenían los pequeños quejidos del bebé. Parecía un niño pequeño detrás corriendo en busca de algo super emocionante.
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Tu luz (Joel Pimentel, CNCO). >EN EDICIÓN<
Fanfic"Dime tú, cómo hago para captar tu atención Sé muy bien, que en el pasado Te han roto el corazón."