Capítulo 3: III

6.4K 461 43
                                    

Era tan extraño pasar de disfrutar de el toque de alguien y sentirse segura a sentirse temerosa con la idea de perder ese contacto.

La verdad es que nadie iba a creer lo que había sucedido en realidad, cualquiera pensaría que él me atropelló y que tras eso conducía ebrio y a exceso de velocidad.

Eso no pintaba bien en ninguno de los casos.

-¡Hijo! - gritó una mujer-. ¡Mi hijo! - llamaba una madre. No podía ver nada que no fueran estrellas ya que me estaban inmovilizando el cuello. No lo voy a negar, tuve que reunir toda mi fuerza de voluntad para no armar un espectáculo y luego tener que pasar por desequilibrada para no explicar la razón de mi hafefobia.

Mi corazón latía muy rápido y sentía la boca seca... estaba a punto de entrar en pánico de no ser por su voz.

-Estoy bien... ella no mucho- respondió Mauro.

-Pensé lo peor cuando nos llamaron del hospital y nos dijeron lo de Kevin- abrí los ojos como platos cuando uno de los para médicos se acercó a mi.

Cerré los ojos y esperé a que me atendieran.

¡Maldita sea, Amelia!

Si no te gusta que te toquen no te accidentes.

********

Me desperté al sentir que acariciaban mi cabello y no me molestaba para nada que lo hicieran.

Observé a quién me tocaba el cabello y me encontré con Mauro.

-Tuvieron que sedarte...- asentí con los ojos cerrados y los ojos se me llenaron de lágrimas.

-Lo siento... es algo que no puedo controlar- sollocé.

-¿Sabes?... creo que estás yendo por el buen camino... soportaste mucho antes de explotar- sonrió y acarició más mi cabello.

-Si, pero igual me da mucha pena- obviando todo lo demás, la preocupación por mi hija, me empezó a corroer-. Mi bebé... - André me iba a matar.

-Ya están llamando a tus familiares- asentí.

-¿Cuando me podré ir?- pregunté curiosa y con ganas de ver a mi hija.

-La verdad es cuando te vengan a buscar... me imagino que tu... - apartó la mano de mi cabello y me miró serio-. Tu esposo ha de estar por llegar- negué con la cabeza.

-No estoy casada- él asintió y me miró expectante-. Y estoy separada del padre de mi hija- tenía la necesidad de explicarle. De dejarle claro que no tenía compromisos de índole amoroso.

-¿Cuantos años tienes? - preguntó.

-Veinte- respondí- él asintió y volvió a acariciar mi cabello-. ¿Tu?- pregunté.

Sonrió.

-Treinta y tres- tenía la misma edad que André.

-Tienes la misma edad que el padre de mi hija- él frunció el ceño.

-Así que te gustan mayores... - reí. La verdad no sabía.

-No sabría decirte- lo miré a los ojos.

-¿Cómo que no?- preguntó.

-Fue mi único novio- confesé. Mirándolo a los ojos.

Esos ojos.

Él me miró fijamente también. Sus ojos se cristalizaron de un momento a otro.

-Aún no sé si agradecerte o no por salvar mi vida... la verdad es que no sé qué hacer- llevó ambas manos a su cabeza-. Mi vida ya no tiene sentido- estiré con cuidado mi mano y tomé una de las suyas.

Serie Inocente #3: Inocencia Oculta. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora