Capítulo Dieciseis

233 24 20
                                    

Al frente María y Paloma estaban hablando y rogando porque la estrategia funcionara…

** Flashback **
En el cuarto de María, unos días atrás…
M: Encontré a mamá con lágrimas en los ojos, como que estaba llorando.
P: Algo pasó, que nuestros padres discutieron.
M: Si, tiene que haber pasado algo, raro porque cuando Mamá estaba de buen humor cuando tu papá nos llevó a la biblioteca. (Paloma la miró frunciendo el entrecejo)
P: ¿De veras? (María asintió)
M: Después, cuando mamá nos recogió estaba triste y cuando fuimos a comprar hamburguesas, ella no compró nada para ella.
P: ¿Y que hacemos?, nuestro plan no está funcionando.
M: En una película que vi de dos hermanas gemelas que querían unir a sus padres, trataban de que ellos creyeran que estaban enojadas y sus padres al tratar de unirlas se relacionaban y luego ellos se dieron cuenta que eran el uno para el otro.
P: ¿Tú crees que funcione? (Se sonrió de costado)
M: Claro, nuestros padres se comen con la mirada, se gustan solo falta que se den cuenta que se necesitan entre ellos.
P: ¿Y qué hacemos?
M: Salimos del cuarto discutiendo, que no nos queremos ver, no nos llamamos hasta el lunes en la escuela…
P: ¡Va! (Se encaminan tomadas de la mano)
** Fin del Flashback **

Al finalizar la película…

Salieron Maríaa y Paloma y se dieron cuenta que sus padres estaban juntos. Ambas se miraron pero no comentaron nada.  Hector las invitó a ir a comer unas hamburguesas a Mc Donald’s.  Realmente, Fernanda estaba contenta porque podía compartir más tiempo con Hector. Aunque las demostraciones de cariño entre Hector y Fernanda estaban reducidas a miradas furtivas llenas de un amor que estaba comenzando a germinar, no decidieron hablar con sus hijas y sus respectivas familias después de la fiesta de la compañía, donde blanquearían su relación ante la sociedad de la Cd. de México.

Después de su noche en el cine, Fernanda no pensaba mucho en la invitación de Hector a la fiesta de la compañía hasta que leyó al respecto en la sección de sociales del periódico del miércoles.  El diario describía la fiesta patrocinada por Deportes Extremos como el evento de gala del año. Cualquiera que fuera alguien importante de la Cd. de México e incluso de afuera, estarían allí. Hasta leer la nota del periódico, Fernanda había pensado que se trataría de una fiesta sencilla, esa era la impresión que Hector le había dado cuando la invitó.
Desde ese momento, Fernanda comenzó a preocuparse, aunque no estaba segura del porqué. Ella, una empresaria conocida dentro ámbito social y comercial y ser la acompañante de nada menos de Hector Luis Castillo, uno de los hombre más codiciados por su atractivo físico varonil y sexy además de una posición social y económica envidiable, hacía activar su sensor de la preocupación. El problema, decidió, era el que había venido esquivando desde la fiesta en pijamas de Paloma, aún no quería ventilar a los cuatro vientos su recién comenzada relación con Hector. 
Ahora, vestida para la fiesta, su intranquilidad creció, porque sabía lo importante que esa velada era para Hector y los comentarios que iban a salir en las notas de sociales por lo que todos en su familia, amigos y conocidos se enterarían. 

*****

La recepción y la cena tenían que ver con la bienvenida e incorporación de Hector como socio mayoritario de Deportes Extremos, de acuerdo con el artículo del periódico. La actividad se estaba preparando desde hace varios meses atrás. Esa era la manera como John Becky presentaba a Hector con la comunidad empresarial de México y el extrangero.
A la media hora de su llegada, Fernanda reconoció al alcalde y otros miembros del consejo municipal, además de algunas personas de gran importancia del ámbito social de la Cd. de México.
H: Toma (murmuró Hector, deteniéndose a su lado y ofreciéndole una copa de champaña)
Sonriéndose, ella tomó la copa y la apretó con dedos crispados, irritada consigo misma por estar tan nerviosa.
F: No sé si debería atreverme a beber algo fuerte.
H: ¿Por qué no?
F: Si quieres que te diga la verdad, prefiero pasar inadvertida, perderme entre los dibujos del papel tapiz.
La sonrisa de Hector fue estimulante.
H: Solo olvídate y disfruta junto a mí de esta gran fiesta.
Ella no estaba muy convencida. La sonrisa estaba congelada en sus labios y su estómago protestaba por no haber comido casi nada en todo el día.
El director de la Junta de Chocolates Meade pasó delante de ellos y, al reconocerla, se detuvo un momento para saludarla con una inclinación de su cabeza. Fernanda también lo saludó y cuando el hombre se fue, ella bebió el champaña en tres gigantes tragos.
F: Me siento mejor (anunció)
H: Bien. Ven por acá conmigo, quiero presentarte a algunas personas.
¡Más gente! Hector ya le había presentado con tantas personas que los nombres se confundían.
Hector la agarra por la cintura con el propósito de pegarla a su cuerpo y le dice.
H: Mija me alegro de que te sientas mejor, solo espera que pronto termine la fiesta, nos iremos lejos de aquí... (Dejando un inocente beso sobre su mejilla)

♡Cuando me enamoro♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora