Alex (Serie Love 05)

Cena conmigo

Jack

He tardado muchos años pero finalmente he podido confesarle mis sentimientos y ojala hubiese sabido entonces que ella me amaba.
Las cosas hubiesen sido muy distintas.
Tal vez, con algo de suerte, Max y la pequeña que había en la habitación serían mios.
-¿Como está Giulio?- pregunto aun sabiendo que la respuesta puede no gustarme.
-Nos abandonó.
-¡¿Qué?!
Hijo reputa, malnacido.
Siempre me cayó mal pero saber esto...
-Nos dejó poco después de nacer Meredith. Se fue un día y no volvió. A los seis meses, llegaron los papeles del divorcio y la renuncia a sus derechos como padre. Mis hijos llevan su apellido, pero nada más.
-Menudo cabrón.
-Fue en parte por mi culpa. Trabajaba mucho y sabia que él no quería más hijos. Lo de Mer nos pilló por sorpresa. Se que se casó conmigo porque me quedé embarazada. Yo hubiese deseado entregarle mi virginidad a otro, pero eso ya no puedo cambiarlo.
-Iba a pedirte que fueras al baile conmigo, pero Giulio se me adelantó.
-Acepté ir con él porque me trataba bien, y tu te distanciaste de mi poco a poco. Estaba tan triste...
-Me alejé porque me di cuenta de que tu amistad no era suficiente. Necesitaba más. Necesito más...
La atraigo hacia mi y la beso.
La siento deshacerse en mis brazos. Yo mismo estoy afectado.
Desearía estar en otro sitio.
-Cena conmigo. Tengamos una cita de verdad.
Ella sonríe y asiente.
Bien. Ahora a pensar en como hacer una cita perfecta, porque esta vez no voy a dejarla escapar.
He tenido suerte de tener una segunda oportunidad y de ninguna manera voy a desperdiciarla.

No he pegado ojo.
Esta noche es mi cita con Clarise y no he estado tan nervioso en toda mi vida.
El día pasa a cámara lenta y se vuelve mas tedioso tras darle el alta a mi paciente favorita, Alex.
Voy a extrañar a esa chica, pero si las cosas con Clarise salían bien, y ella y Max seguían con su relación, no perdería el contacto.

Llego a mi casa con tiempo para darme una ducha y cambiarme antes de ir a buscarla a su casa.
Respiro hondo dentro del coche un vez frente a su casa.
No quiero que ella sienta que estoy de los nervios.
Cinco minutos después estoy llamando al timbre.
Max es quien abre.
Parece bastante serio. Casi diría que está analizándome y lo entiendo.
-Pase, doctor.
-Puedes llamarme Jack. Han sido muchos días viéndonos.
-Si, pero la situación era distinta. No quiero ver sufrir a mi madre.
-Te aseguro que esa no es mi intención.
-Bien. -le veo mirar a mi espalda y esbozar una sonrisa orgullosa.- Pasadlo bien,entonces.
-Hola, Jack.
Me doy la vuelta y siento que estoy cayendo.
-Dios...
Y sé con seguridad que aun la amo.