Creepypastas (Personajes)

Wendy Confort

AVISO: Antes de leer esta creepypasta, esta es la versión definitiva de la creepypasta de Wendy Confort creada por Beni100 el 7 de septiembre del 2013, modificada el 10 de agosto del 2014. Puedes buscar el link original como "Wendy Confort remake" en la página de DeviantART publidada por el mismo creador (beni100)

Desde la residencia Confort, la familia salía para la boda de un familiar. La pequeña Wendy Confort era la única hija de Robert Confort y Rose Elizabeth Confort, una pareja reconocida por sus grandes éxitos en el diseño de casas y carros lujosos. Wendy era una niña de entre nueve y diez años de edad, de pelo largo, rubio y ondulado. Sus ojos eran de un hermoso color verde, era de estatura baja pero tierna, una niña muy amable, dulce, gentil, alegre y educada. Sus padres no podían pedir más de ella. Rose era una mujer muy amable y cariñosa, sus ojos eran del mismo tono verde pero más claro, su cabello era ondulado y brillante del mismo color, Robert era un hombre exigente pero también generoso, su cabello y ojos eran del mismo color pero más oscuros.

Desde la sala de la mansión, Rose llamó a su hija algo apurada:

—Wendy, cariño, ¿ya nos vamos?

—¡Espérame, madre!

Contestó Wendy mientras terminaba de poner un moño de color fucsia en medio de sus dos coletas, otros en la parte de atrás de su vestido, que era de un color parecido al de sus moños, de manga corta, en la parte del torso tenía un corset blanco, en la parte de abajo dos adrnos negros que combinabn con el color; un collarín blanco en el cuello mientras en sus manos tenía dos guantes negros al igual que dos medas largas del mismo color.

Wendy bajó las escaleras y salió corriendo directo al auto para poder irse junto con sus padres.

—¿Ya nos podemos ir? Solo faltan quince minutos para la boda de mi prima Jocelyn —preguntó Wendy con una gran sonrisa.

—Vale —le contestó su madre mientras le devolvía la sonrisa y entraba al auto.

El padre de Wendy encendió el coche y emprendió camino directo a la boda. Mientras llegaban, Wendy miraba afuera de la ventana, por ese lugar habían ocurrido varios asesinatos y desapariciones, ella sabía que todavía no hallaban al culpable, así que era muy peligroso estar afuera en las tardes y mucho más en la noche. Los minutos pasaban, ella bostezaba de aburrimiento.

—Wendy, cariño, hemos llegado —dijo su madre mirándola con la misma sonrisa de siempre

—Okay —contestó Wendy de manera tierna. Bajó corriendo del auto para dirigirse a saludar a su prima que estaba a punto de casarse.

—Debemos cuidar más a Wendy... —dijo su padre en un tono serio—. Con ese asesino que está por las calles no es muy seguro que salga...

—Lo sé... —le contestó Rose.

Sus padres platicaron por un rato respecto al tema. Wendy tomó asiento, escuchó toda la misa. Después era el momento de celebrar, los adultos platicaban, algunos bailan y reían entre ellos, mientras Wendy se quedó con algunas de sus familiares y amigas.

—¿Qué miras, Fernanda? —le preguntó Wendy a una de sus amigas. Fernanda era mayor solo por cuatro años.

—Estoy mirando un vídeo de una de las muertes provocadas por ese tal asesino —le contestó mientras miraba el vídeo.

Wendy vio el vídeo junto con Fernanda. Se mostraba como una chica de vestimenta totalmente negra (era difícil verla en la oscuridad), pelo del mismo color y largo con una mecha blanca, y un cinturón blanco (que era casi lo único que se podía distinguir en el vídeo) siendo torturada de manera cruel y sádica, apenas debería tener catorce años. Wendy no era ese tipo de niñas que soportaban ver este tipo de cosas, por lo que le pidió de la manera más amable posible: