Jackson the Zombie boy

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En el manicomio de Argentina se escuchaba solo gritos ahogados de aquella mujer los cuál jamás fueron escuchados; Muchos pensaban que se perdió en su locura y pocos que tal vez sería verdad. Era una pesadilla, arrepentida de todo, esos aullidos se convertían en miedo y lágrimas, era como ver a la misma muerte, en diferente aspecto.

-¡No estoy loca! ¡Él está vivo! ¡Me está persiguiendo! ¡DEBEN CREERME! ¡¡JACKSON ESTÁ VIVO!! ¡¡ES UN MUERTO VIVIENTE!!

Uno tras otros gritos de esa mujer, creyendo que su difunto "hijo" seguía vivo... o tal parece...

Lo que no saben es que la mujer decía la verdad. Su hijo estaba vivo. Más bien, era un ser extraño, un ser diferente, él andaba persiguiendo a su víctima. En las noches escuchaba sus pasos acercándose, a veces lo veía cruzar como si nada por la ventanilla de la puerta. Solo se quedaba pasmada mirando a ese muerto, con miles de pensamientos y recuerdos del delito que cometió al arrebatar la vida de aquel joven.

Ya no tenía tiempo, su tiempo estaba contado. No hay marcha atrás, su destino está sellado.

-Muy bien, como se ven en las noticias, aquí intentan recapacitar y volver a lograr su vidas normales -decía aquella joven reportera, que estaba dando las noticias de su turno nocturno.- Lo último que diremos será que su área es ... -En ese momento un impacto, se escucharon gritos de las enfermeras en el pasillo B; eso llamó mucho la atención de quien se encontraba allí, atrayéndolos-. ¡Está muerta! ¡La señora Fernández! -gritaba asustada al ver el cuerpo de la señora Fernández desfigurado y degollado. Su boca estaba llena de gusanos aun vivos, su pecho estaba abierto y huesos faltantes con el toque de las extremidades intercambiadas. Estaba colgada en el techo con clavos y hilos finos, parecía un "bello candelabro" humano, eso hacia poner los pelos de punta a quien observara esa escena...

Por fuera del manicomio, en mitad del pavimento, se encontraba un joven que goteaba sangre de sus vestiduras. En su rostro se apreciaba una risa "juguetona" lo cuál dio por terminada su obra maestra, su perfecta "muñeca".


(02/03/1993)

En el hospital se oía un llanto, éste llanto de una nueva vida, y de unos afortunados padres.

-¿Ya se acabó? Tengo cosas mejores que hacer -protestó aquella mujer en la camilla.

-Cállate, Andrea, acabas de parir a nuestro hijo y ya te quieres ir. -respondió el señor Ford, quien cargaba al bebé en brazos.

-Sí, lo sé, no creas que soy tan idiota como crees.

-Entonces deja de quejarte.

-Cómo sea -terminó de contestar para darse vuelta y cubrirse-

El señor Ford terminó por dar un suspiro y observar al bebé.

-Oh, tranquilo Jackson, yo te cuidaré siempre, mi pequeño niño...


-5 años después-

—¡Papi! ¡Papi! —gritaba el pequeño Jackson con unas lágrimas en sus ojitos.

—¿Uh? ¿Qué ocurre? —dice el señor Ford, poniéndose al tamaño del niño y abrazándolo-

—Mami me gritó... —respondió sollozando en el hombro de su padre.

—¿De nuevo? Tranquilo, yo hablare con tu madre, ¿sí? —lo apartó con delicadeza y puso sus manos en sus hombros.

—Gracias, papi... —dijo y nuevamente lo abrazó fuerte, acurrucándose para tener esa seguridad.

Creepypastas (Personajes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora