situaciones incomodas

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Jamas pensé que escucharle sería un error, todos necesitamos que alguien nos escuche de vez en cuando, mas sin embargo, ella me relato cosas de gran intimidad, las cuales me contendré de explicar solo diré que no son nada buenas.

Un tanto abrumada enfoque toda mi atención en la maestra de ingles que había iniciado su clase hacia un momento.

Al termino de clases espere por vero en la entrada de la escuela, vivimos muy cerca por lo tanto por las noches nos íbamos juntas, su hermano siempre la dejaba y se iba solo así que optaba por esperar a por mí.

Hace poco tiempo, los tres éramos muy unidos hasta que un día de pronto el dejo de hablarme, no mentiré pues en esos momentos yo confundía una amistad con un amor. Justificable a mi punto de vista ya que nunca antes había tenido un amigo o conocido con el que hablara muy frecuentemente, el y yo acostumbrábamos hablar un poco todos los días más por mis falsos sentimientos el termino por alejarse, no me malinterpreten en realidad me gustaba su compañía pero lo confundí con un amor no existente, algo que en realidad era un cariño entre amigos.

Llegue a casa y como de costumbre, ceno algo ligero, saludo a todos y subo a mi habitación una vez ahí, cambio mi ropa por un pijamada.

Estoy exhausta a pesar de que no había hecho gran cosa en el día.

Como todos los días desde que ingrese al turno vespertino no me dormí sino hasta que fue tarde en verdad.

Los días pasaron y yo seguía sin darme cuenta del paso del tiempo que corría casi con prisa.

Melisa se comenzó a juntar con nosotros, a lo que no le vi problema pues a pesar de las cosas tan intimas que me conto yo no tenía ningún problema con ella, creo que sentía compasión pues, Evelin la trataba mal, Melisa es corpulenta lo que Evelin se encargaba de recordar en todo momento

El miércoles, en clase de taller de lectura y redacción la maestra se dedicaba a revisar trabajos atrasados, a mitad de clase cuando hube terminado con los trabajos me levante de mi lugar, hice fila para esperar mi turno y la maestra me revisara. Tengo en mis brazos una guía que contiene todas las materias del semestre por lo que no tengo acceso a nada más.

Desde mi lugar miro a todos en sus lugares, preocupados por sus cosas, riendo de vez en cuando. Fijo mi mirada en mis amigas, luego en Melisa que está cerca de mi lugar, comienza a hacer miradas y señales obscenas mas no le doy importancia ya que ella es asi acostumbra hacer ese tipo de cosas en todo momento y no me preocupo. Bajo la mirada y miro a Diana que hace fila al igual que yo, conversamos sobre proyectos y trabajos pendientes, pues se acerca cierre de bimestre y todos los profesores parecería se han puesto de acuerdo para encargar proyectos y esas cosas. Diana se va pues, se da cuenta que le falta un trabajo por lo que una vez más quedo de ultima en la fila.

Miro hacia el frente sin ningún propósito, sin mirar a alguien o algo solo un punto vacio en la pared del aula. Vagamente me doy cuenta que Melisa se levanta de su lugar por lo que la miro y me doy cuenta que se acerca hacia donde estoy, sonrió pues se que dirá alguna tontería sobre que llevo horas en la fila.

Espero a que se acerque y avanzo cuando noto que quien está delante de mí lo hace. Recargo mi espalda en el pizarrón y cuando menos me lo espero ella está sobre mi tratando de tocar mi pecho de una forma brusca y sin razón alguna yo por acto reflejo me cubro y le digo que no lo haga más sin embargo mis palabras no son escuchadas miro a mis compañeros esperando que alguien me ayude a salir de ese momento, pero nadie hace nada. Mi estúpida risa de nervios sale involuntariamente de mi, por lo que Melisa me mira con diversión pura en los ojos, mueve sus manos a través de mi cuerpo, trato de impedirlo más mis manos sigue ocupadas por la dichosa guía, así que solo la muevo de lugar tratando de cubrir todos los espacios posibles. Cuando por fin retira sus manos de mi suspiro aliviada, Evelin la regaña de manera suave casi como si de un juego se tratara y ella va al otro lado del salón para tirar la basura que tiene en sus bolsillos.

Al regreso de su trayecto para de nuevo en donde estoy yo repitiendo sus acciones, yo sigo sin poder poner un alto a ello e inútilmente espero a que alguien lo haga por mí.

Se retira luego de lo que parecen horas, pero me doy cuenta de que cada “ataque” ha durado menos de 2 minutos.

Miro a la maestra con exasperación, mas ella sigue sin darse cuente de nada de lo que ocurre a su alrededor. Por fin llega mi turno y reviso, sin más. Algo aterrada vuelvo a mi lugar, siempre mirando a Melisa como advirtiéndole no haga sus bromas conmigo, pero como todo, nada sucede como lo previsto así que ella se levanta de su lugar una vez que ya estoy en el mío, maldigo el que Miranda no se encuentre a mi lado para evitar todo, al parecer decidió levantarse a revisar en el momento en que yo, terminaba de hacerlo, miro ansiosa el lugar vacio a mi lado izquierdo y decido no tomarle importancia y avanzar con otras cosas. Cuando menos lo pienso Melisa esta a mi lado intentando poner sus manos sobre mí, esta vez me siento más libre pues mis manos no son ocupadas por nada, así que, retengo sus muñecas con mis dedos tratando de no ejercer una fuerza injustificada.

Miranda se acerca a su lugar por lo que suelto a Melisa, una vez más suspiro aliviada de que se retire y Miranda toma su lugar.

Termina la jornada de clases y me retiro a mi casa.

Realizo mi rutina de todos los días. Llego a mi casa, saludo a todos, tomo algo para cenar y subo a mi habitación. Son las 8:30 de la noche y no me siento muy bien por lo que, enciendo mi computadora y me pierdo navegando en el internet.

Al miércoles siguiente la situación se repite en clase de taller de lectura y redacción, algo incomoda por la situación le cuento a vero lo que pasa, ella me mira impasible hasta que termino, espero paciente hasta que ella decide hablar.

–      Ale– ella comienza–, no sé, como decirte esto– gira la mirada, como pensando que palabras utilizar.

–      ¡Vamos! Ya dime lo que pasa.

La apresuro pues no tenemos mucho tiempo, las clases están por comenzar y caminamos como siempre de regreso a la jardinera una vez que hemos comprado nuestros habituales alimentos.

–      Veras,-– comienza ella–, ¿recuerdas cuando Melisa fue novia de Ever?

Asiento, y espero a que continúe.

–      Bien, la razón por la que ellos terminaron es porque al parecer ella es lesbiana.

Abro mis ojos hasta casi sentirlos fuera de sus orbitas. No puedo creer lo que me acaba de decir. No le doy mucha importancia a ese dato y continúo el día sin alguna preocupación.

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hola fantasmillas! espero que esten bien, tambien que les agrade el capitulo.

he pensado en cambiar el nombre de los personajes y de la novela en si, le impor taria dejarme su opinion y sugerencias si estan a favor de ello.

perdon por la tardanza, eh tenido unas semanas muy ajetreadas en la escuela.

que tengan bonita semana.

A~

Poco convencional.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora