Tiempo de descansar.

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la noche llega y con ella todos sus pesares, y una vez mas no tuve el valor de darle cara a mis padres, pero piensalo: ¿si tu estuvieras en mi posicion, qué harias? Es decir, con la enfermedad de mi madre, un padre gruñon y hermanos que solo estan centrados en lo suyo era realmente dificil y no pude evitar pensar en lo sola que me sentia.

Era raro, pues durante el transcurso del día no pense en ello. mi mente se habia bloqueado respecto a ello y no sabia que era exactamente lo que habia pasado, me refiero a que el recuerdo de lo que habia pasado aquel dia seguia tan fresco como una lechuga dentro de mis recuerdos, pero durante el dia no habia surgido el pensamiento ni una sola vez. fue ahí donde cometi el aerror de analizar lo que habia pasado:

1.- Habian tocado mi cuerpo sin mi permiso.

2.- Yo no habia notado el daño que esa persona me hacia.

3.- Cuando estaba en peligro mi cuerpo decidia que lo mejor que podia hacer era: reir y poner a mi rostro tan rojo como un tomate.

4.-  La fabula de pedro y el lobo era mas que cierta y la habia comprobado con mi propia vida.

5.- Nadie habia escuchado mi grito de ayuda.

Recapitulando no sabia como habia llegado a tal situacion, con tantas personas a mi alrededor y ninguna que haya acudido a mi ayuda cuando lo necesite.

Las lagrimas no dudaron en hacer su entrada, me sentia desesperada y sin duda alguna parecia todo ser solo una pesadilla. Loque me llevo a recordar cuando era pequeña y tenia pesadillas, mi padre se enojaba tanto cuando me acercaba a ellos por la noche para poder dormir que practicamente hacia del día siguiente un martirio para mi, tratandome como una esclava y no me quejaba, en lo absoluto pero era horrible.

Paso una semana y ella seguía molestandome. Vero no hacia caso de mis palabras en un principio, asi que deje de insistir cuando vi que era una perdida de tiempo pedirle ayuda, sus comentarios siempre eran cosas como: "te lo dije", "ya sabia que pasaria". y a decir verdad era lo peor, ya no sabia a quien o a que recurrir.

Hoy eh hecho lo que jamas crei que haria, me corte y fue una e las mejores decisiones que pude haber tomado quiza, la sensacion de liberacion que vino despues fue excelente, hacia tanto que no me sentia asi, que no dude en hacerlo un par de veces.

Mis muslos han pasado a ser la zona de mi relajacion, si, es ahi donde las cicatrices de esta lucha se encuentran. Eh dejado de hablar con Adam y mis compañeros de la escuela, solo hablo con Vero y no se pórque, odio escuchar su parloteo sobre el chico que le gusta y decir cosas como que es tan bonita que todos la buscan.

Odiaba cuando hablaba de esas cosas conmigo, yo no soy muy agraciada, por lo tanto contados son los chicos que me buscan, en su mayoria para pedirme que les acerque a ella y era frustrante, siempre que su parloteo acababa no sabia como continuar con muestra conversacion, yo era de pocas palabras y no buscaba platica con nadie en esos dias.

Mi secreto sigue conmigo. Han pasado tres meses y no puedo mas, lo prometo. sigo asistiendo a clases pero es la mayor tortura: ella esta ahí. Es noche y estoy terminando uno de mis proyectos, ¿has sentido panico por ninguna causa en especifico? Pues, es horrible, siente como tus brazos y piernas se paralizan, tus respiracion se agita y tus ojos comienzan a girar en busca de algo que nie llos mismos saben lo que es. Quieres gritar y salir corriendo, pero lo unico que puedes hacer es tratar de relajarte. Imposible en mi caso.

Mi cabeza comenzo a gritarme cosas, todas igual de grotescas.

- Eres fea.

-Estas gorda, por eso prefieren a Vero antes que a ti.

-Tu padre te odia.

-"Gracias por dejarme tocar tus hermosos senos", fueron sus palabras las que me hicieron recordar aquella noche, sus manos en mis piernas, mis gritos estupidos de auxilio y todos mis compañeros observando tranquilamente.

Abri los ojos desesperadamente, sintiendolos rozar la orbita apunto de salirse.

-Vamos- me incito mi conciencia.- termina con tu vida, no hay nada bueno aqui.

No, no, no. Me repeti con impaciencia, hasta que mis fuerzas cayeron y me quede dormida.

Me despertaron unos golpes en mi espalda, con algo pesado y realmente fuerte, supe que era mi padre, no tenia que verle. Mis ojos ya hinchados de la noche anterior, soltaron lagrimas, gemidos de dolor brotaron de mis labios. no podia hacer mucho escandalo porque el se enojaria mas y no pararia nunca.

- 30 minutos, Alejandra- me escupio en la cara, volteando mi cuerpo malherido.- , eres una estupida holgazana.

Le mire a los ojos encontrando como de costumbre una ira plasmada en aquellas avellanas. De un jalon tiro de mi cuerpo y me tiro al piso. Suspiro, conteniendose y me dio una patada en el estomago para con ello terminar su tunda del dia.

Sabia porque estaba enojado, me habia quedado dormida y no habia empezado con mis deberes en la casa. Llore, abrazando a mi conejo de peluche, si, muy infantil, pero era lo unico que tenia y no queria despertar a mis hermanas menores.

En esta ocasion fue mi muñeca izquierda la que pago las consecuencias de haber sido tan torpe.

Espere hasta que todos habian abandonado la casa, mi madre al estar enferma recibia todo tipo de medicamentos, asi que una vez todos fuera comence mi busqueda en la alacena.

Encontre un poco de todo y no le di importancia a lo que era, solamente saque 5 pastillas de cada frasco que habia encontrado, prepare un buen vaso de agua para tomarlas todas, decidi que del medicamento que te relajaba tomaria las 18 que habia dentro, para que no fallara nada.

Comence a tomarlas en el baño que estaba cerca de mi habitacion estaba por terminar cuando escuche la puerta de entrada abrirse, me puse alerta en lo que cabia, mi cuerpo comenzaba a sentirse cada vez mas debil y mis piernas al no poder soportarme en peso habian flaqueado hacia ya unas 10 pastillas.

Mi hermana empezo a subir por las escaleras, pero yo no podia moverme, era incapaz de cerrar la puerta y me patee mentalmente por no haberlo hecho antes.

Respire profundo, esperando verla pero mi vista estaba fallando y solo veia bocetos extraños junto a unos puntos blancos que dificultaban mi vision.

Senti que ella estaba a mi lado, lo sabia, me abrazaba y me paretaba para saber si estaba aun conciente, la oia gritar de desesperacion, lo que hizo que me preocupara por ella. La conocia y ella siempre estaba feliz, asi que cuando la escuche tan atormentada por mi estupidez, hice lo que no crei que podria hacer.

- ayudame.-susurre con apenas un hilo de voz.

Pero ella al parecer estaba preparada porque en cuanto lo die escuche la sirena de una ambulancia. Abri los ojos y la mire. Ella lloraba y me hizo sentir aun mas mal. Vi como tomaba todas las pastillas uq ehabia regado por el piso cuando me cai y segundos despues mis ojos se cerraron.

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Lamento los siglos sin subir, si, exagero pero si tarde un monton.

Epero que les guste.

A-

Poco convencional.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora