III

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Mirada



A penas eran las quince con treinta minutos del día y hoy solo tenía clases a las dieciséis horas y diecisiete horas, y Zoam también. Así que seguimos en el café, hasta que llegara la hora de irnos.

La puerta se abrió y unas chicas entraron y otras se fueron. Elionor seguía en la mesa pero ya no nos hablaba, estaba por lo que vi en una App de mensajería rápida y Zoam en una red social. Y yo en nada porque mi teléfono estaba sin batería. A la par mía estaba la pared y había un toma pero ese no servía para nada. ¡Puto toma corriente!

-Bueno mira ésto-Zoam me acerco su Iphone y observe la foto, era un meme; estaba ese sapo verde pero no el de los Muppets, sino otro, uno que realmente necesitaba una operación facial. Era realmente feo.

-Qué foto más vulgar. -Dige haciendo una mueca.

-Tienes toda la razón como es posible que permitan algo así. -Zoam me miró y sonrió burlona, ella siempre tan fresca.

-Yo te digo que ocupan más filtros a la hora de subir una imagen, las personas que operan los servidores de esa empresa deberían ser más cautos.

-¡La abogada a hablado.!- lo medio gritó y quise matarla porque no se toma enserio mi carrera.

-Cállate, Zoam. - le golpee suavemente el hombro y ella rió más.

Las puertas se volvieron a abrir llamando mi atención y por ahí entro un chico del que realmente no pude apartar mi vista.

Alto, blanco, cabello castaño, su cuerpo no muy delgado pero tampoco tenía esos músculos tan desarrollados. Era perfecto dentro de la imperfección de él mismo. Lo seguí con mi mirada y se ubico enfrente de las dos chicas de la segunda mesa al lado de la pared de vidrio. Una de las chicas lo saludo con un beso en la mejílla y... la otra también. Por lo tanto no podía ser el novio de una de ellas. O tal ves si. - la duda picaba.

Zoam se percato que miraba a alguien y ella también fijo su mirada en el chico sin nombre hasta ahora.

-Deja de acosarlo se dará cuenta.- me susurró.

-No lo creo- le volví a hablar en voz normal ya que no creía que él oyera.

-Bueno deja de zorrear, entonces.

-No zorrero. Además para eso tengo ojos. Solo veo el menú.

-No tienes dinero para pagarlo, o sí.

-El menú esta para verse y contemplarlo.- sonreí socarrona. Y ella también.

-Ok. -cuando volví la vista al «chico sin nombre» él me miraba, pero rápidamente aparto su mirada de mi, cuando notó que lo volvía a ver.

-Me estaba viendo- le dije a Zoam.

Ella volteó a verlo y me dijo que ya no.

- Solo es tímido, hay que ternura.- le hable. Ella levantó su ceja finamente depilada y negó con la cabeza. Yo solo hice un puchero.

Zoam volvió a lo suyo, es decir ver imágenes de Game of Trons. Esa serie de impacto mundial por sus muertes que son a cada diez segundos. Si muy sangrienta la chica y yo un poco.

Zoam tomó la liga para su cabello color negro y se lo amarro. Yo tomé la pequeña pajilla del café y la empecé a morder. A cada pajilla la muerdo y las muerdo hasta que ya no hay nada más que morder. Es un mal habito que no me puedo quitar. Como estar "acosando al chico sin nombre".

Zoam me ayudaba a ver al chico de vez en cuando. El tiempo por esta vez jugo a nuestro favor ya que lo sentimos largo.

Por lo que pude ver - al chico- le calcule de unos veinte a veinticinco años- o eso esperaba. Se que él podía sentir cuando lo miraba porque no subía la vista o no la apartaba de la chica que estaba dándome la espalda. Yo miraba y cuando presentía que podía voltear me a ver la apartaba. Sí que descaro el mío pero bueno, los nervios matan.

-Déjalo Jenni, el pobre chico se asustara.

-Oh Zoi déjame, esta lindo y la verdad creo que es el novio de una de ellas. Y si lo es... es un zorro; mira que mirarme cuando yo no me doy cuenta. O eso cree él.

-Y tú feliz. Ya amiga tienes que cambiar.

-Solo cuando cambies tú.- nos miramos y rompimos a reír. Eso nunca pasaría o por lo menos no ahora.

Después de un tiempo me canse de apartar la mirada cuando él me miraba. Él jugaba con sus dedos y yo todavía mordía la pobre pajilla que su vida útil ya ni tenía, ni si quiera para el reciclaje. Así que cuando el me vio yo no aparte la vista. - además las chicas de hoy somos como las aves de rapiña, si quieres algo tienes que luchar por ello- aunque aquí no tiene por donde se aplique.

Nuestras miradas chocaron- no hubo un boom o una explosión ni mucho menos un martillar en mi caja torácica, pero si un poco de adrenalina. Quería saber quién tendría el valor de seguir hasta el final era como ese juego de miradas infantil, donde pierde el quien baje la mirad o por ahí va. Seguimos por varios segundos hasta que Zoam llamó mi atención dándome la fatídica noticia del que el tiempo se nos acabo.

Aliste mi bolso azul oscuro con letras que decía « I Love N. Y.» como si yo conociera esa ciudad o el país. Porque no eramos de EE.UU. Si no de un país Latinoamericano. Por eso el calor a montón. Terminado de alistar mi bolso, Zoam y yo caminamos a la puertas del local. Y ahí me fije más en él, era un chico muy guapo. Pero nada paso.

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aquí el tercer capítulo, espero que les guste. yo me divierto mucho escribiendo para ustedes así que si les gusto, los invito a dejar su huella.

Una estrellita y un comentario; que eso no les quita nada. Y me hacen feliz ami. Todos ganamos si, sí.

Y Todo Por Un  Café ©- COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora