VI

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¿Volver a verte?

DÍAS

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Tras terminar el fin de semana todo vuelve a la normalidad. Es decir todo es aburrido.

El lunes a nadie le gusta hacer nada. Es el peor día de la semana ¿por qué no hay dos domingo o por qué no se salta a martes de un solo? No hay respuestas. Así que solo nos queda lo qué tenemos.

El martes es como que ya entramos al camino de vuelta; el martes el día en que nos sacudimos la sabana y decimos «Ok ya es martes a trabajar como se debe».

El miércoles es el ombligo de la semana como se dice. El miércoles es paz y armonía. Es el día que todos podemos decir ¡Ah!-como cuando tomó un trago de mi bebida de cola favorita.

El jueves es mi día predilecto, además ya uno se siente mejor, la semana se empiezan a acabar, otra vez y tenemos el consuelo de que pronto será viernes. ¡viva el jueves! Así que lo disfrutamos sin tapujos.

-Jenni-Zoam llama mi atención cuando me jala para el centro del café. Como siempre los jueves solo venimos a dos clases a la universidad así que tomamos un refrigero antes.

-¿Qué pasa?- la curiosidad mato al gato, así que tenía que saber que era tan importante para que ella me sacara de mis pensamientos tan profundos, ¡ok! Nada de profundos pero ¡y eso qué! yo estaba en la luna y ahí quería quedarme.

-Esas son las chicas que acompañaban al chico de la vez pasada- no era una pregunta, era una afirmación. Por lo tanto las mire en detalle y la verdad es que no las reconocía. Como si a mi me hubiera importado ellas en primer lugar. Yo ni siquiera las vi tan bien. A mi me importaba el chico del café, «el chico sin nombre» así que no sabía el porque de esa pregunta de Zoi.

-La verdad de ellas ni me acuerdo, pero si tú dices así debe de ser.

-Bueno, pues lo son. Tal ves él llegue más tarde.

-No lo creo y la verdad hoy no deseo nada del café así ¿qué compraras, querida?

-¡Yo!-dramáticamente Zoam se apunto así misma y luego sonrió como el gato de ese cuento para niños que tienen un tras fondo de drogas y alcohol. Y que no hables con personas desconocidas y si te pierdes te quedes en un solo lugar. Bueno lo último si hay que tomarlo en cuenta.

-Sí. Tú. Amiga. Así que mueve tu cuerpecito y has la fila si no nunca te atenderán.

Zoam camino y hizo la fila cuando quede sola busque una mesa en el café y afortunadamente encontré una vacía, afuera en el área techada. Así que me dirijo hacía allá.

Me senté a esperar a mi amiga y saque mi móvil de mi bolsón, cuando estaba en mi teléfono buscando una red de wife abierta, Zoam llego con un vaso de capuchino y una galleta con galea de pina, se llamaba "chilena" , muy ricas, empalagan un poco pero son ricas.

-Vaya, hubo pago en fin de semana y yo ni enterada- bromee un poco.

-Sí algo así. Teresa me envió un poco de dinero.-Teresa es la hermana mayor de Zoi.

-Oh vaya y ¿a mí que me envío?

-¿A ti? Y cómo para qué te tendría que enviar algo, eh.

-Porqué yo soy... Tu mejor amiga, tu pañuelo de lagrimas de amores perdidos...

-Esa es una frase de una canción y además cantas fatal- la risa de Zoi estaba de más. Y... Esta bien lo admito soy pésima para cantar, yo canto y el agua de la ducha se va, yo canto y los espejos se quiebran. Yo canto y la tercera guerra mundial estalla. Bueno ya lo entienden, ¿no? Soy pésima.

-Eres malvada, chica.

Al final nos quedamos en el café, yo secretamente en espera de que ese chico apareciera otra vez por mi campo de visión, pero nada.

Era como esos momentos que estas allí pero a la vez no. Mi cuerpo estaba en ese café que tantas veces voy a pasar las tardes de los jueves. Pero mi mente aún recodaba la tarde de ese jueves que no podía apartar la vista de ese chico. El tímido chico. El chico sin nombre. El chico del café. «Mi chico del café».

-Bueno, Jenni te dejo hoy, tengo examen de dibujo y el arquitecto anda más o menos de mal humor. Escuche que la sección anterior hizo solo formatos de planos de construcción para terrenos oscos.

-Ok Zoam. Ten suerte.- ella se levantó y se fue casi corriendo. Yo por el contrario no podía ni siquiera pararme de mi silla. Tenía la esperanza que llegara, pero eso no parecía hacerse realidad. Así que también tome mis cosas y salí del local.

Caminando para mi aula de clases escucha las conversaciones de las personas que me encontraba en el camino. Unos hablaban de cosas como «tengo examen y no se nada», típico. Otros retazos de conversaciones eran:

«Ya no tengo dinero y ocupo...»

«Mi mamá que molesta con...»

«Aquella chica tiene un ...»

«Oh mira ya atrape un nuevo pokemon»-juego muy popular por ahora a nivel mundial, pokemon Go.

Y así las conversaciones siguieron. Yo me apure a llegar a mi edificio y aula pertinente, para cuando llegue me abordo mi compañera.

-Hey Jenni aquí el informe de la exposición del próximo jueves. -Liliana como siempre de responsable, quiere ser una abogada especializada en derechos infantil.

-Sabes del congreso de leyes internacionales que habrá para la próxima semana, tenemos que ir.-Volvió a hablar con su extraño entusiasmo.

-Sí, tal ves asista a uno que otro seminario. Quiero apuntarme en el de la lucha contra la violencia familiar.

-Oh ese será presentado por el Doc. Tomson, Hector Tomson, él es de Norteamérica así que solo dará dos. Dicen que es el mejor en su campo. Homicidios.

-Acaso trabaja como los que vemos en la TV, la serie de la «Ley y el Orden.» -Me encanta ese programa aunque casi no se hable mucho de las leyes en países latinos aprendes un poco.

-Tú y tu serie "La ley y el orden". Bueno pues... no lo sé.

Entonces como carajos sabe que es especialista en homicidios. Liliana es rara. Además que tiene que ver homicidios con violencia ínter-familiar. Se que han habido casos de muerte por el maltrato. Bueno no se donde opere el Doctor Tomson así que mejor ni opino.

-Bien.

-Oye mira tengo sed, quieres algo de abajo.- las cafeterías estaban a cuatro platas abajo de nosotros, tristes las aulas de derecho.

-Si una bebida de cola.

-¿Pepsi o Coca-Cola?- mire a Liliana como ¿en serio lo preguntas?

-Coca-Cola, Liliana.

-Ok. Ya no me perfores con esos ojos, chica.- con eso dicho mi compañera se fue. La verdad no me imagino el mundo sin cafeína, bueno mi mundo sin ella. Con eso entre a mi aula y aparte un asiento para Liliana y su amiga Patricia.

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Les gusto!

Y Todo Por Un  Café ©- COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora