Linger » Yixing » BP #2

005.

Su expresión estaba en blanco,  tanto que podía leer que el pánico se había adueñado de su mirada. Su mano sujetaba con fuerza la mía mientras que el doctor nos miraba a ambos en silencio, pensé que no era esta la manera en la que quería que las cosas fuesen a parar. Repase en mi cabeza en que momento sucedió, en que me había equivocado pero todo era demasiado tarde. No encontré respuesta alguna.

  — Señorita Park, ¿Quiere una fotocopia de las imágenes? — El doctor llamo mi atencion y suavemente le dije que si.

Yixing seguía sin decir nada, su mano no soltaba la mía y tampoco quería que lo hiciese, se sentía cómoda y caliente. Estaba asustada, mi garganta seca y aun sentada en aquella odiosa e incomoda silla.

Se levanto de su asiento mientras que yo acomodaba mi blusa nuevamente y saco su móvil del bolsillo.

  — Vengo en un momento — Casi susurro, pero yo sabia que el no vendría.

Me puse encima mi abrigo y me senté frente al escritorio del doctor quien estaba ocupado escribiendo en su laptop. Mi móvil comenzó a vibrar y lo saque.

"Viajare a Corea a una importante reunión, volveré la semana próxima"

Bloquee aquel aparato y ignore su mensaje, pose mi mirada en la foto familia que colgaba de una de las paredes del consultorio, inconscientemente una sonrisa se poso en mi. Jamas podría conseguir algo asi, no con el. Tenemos un amor sin esperanza.

 —Tiene una muy bonita familia—le dije al doctor quien me miro con una sonrisa en su cara, se veia orgulloso.

  — Pronto usted la tendrá también— Junto ambas manos mientras me decía aquellas palabras— Al parecer su esposo entro en shock.

  — En realidad es bastante inesperado.

 — Las cosas inesperadas suelen ser las mejores— Le sonreí levemente sin apartar mis pensamientos de aquel mensaje, ¿Ira en verdad a una reunión?— ¿La pongo en control prenatal?

  — Por favor.

Le dije y sin mas recogí aquellos papeles que el me había dado. Tome un taxi y le di la dirección de mis padres, debían ser los primeros en saber que su única hija, estaba embarazada. No había notado en que momento mis lagrimas habían comenzado a brotar. Trate de secarles con mis manos pero era imposible había comenzado a llorar fuertemente. El conductor del taxi podría pensar que era una loca y el porque me dejo entrar en su taxi pero no podría desahogarme en casa de mis padres.

Tenia todo planeado, luego del divorcio con Yixing me iría a vivir de vuelta a Corea. Terminaría mis estudios y para cuando fuese lo suficientemente mayor me casaría con el amor de mi vida y tendría hijos. ¿Como todo puede resultar alrevez? Repasaba nuevamente por mi cabeza en que momento nos descuidamos de esa forma. Estaba segura que en un gran tiempo no iba a obtener una respuesta alguna.

   — Llegamos señorita — Le ofrecí mas dinero de la cuenta al taxista por la vergüenza de verme llorar asi que podría sentirse feliz, mas de lo que yo estaba.  

 Llevaba parada mas de cinco minutos enfrente del portón de la casa de mis padres, mi corazón saltaba muy rápido y sentía como el sudo se acumulaba en mi frente y nariz. Mi cuerpo entero estaba temblando, no estaba segura del porque ya que según mi conciencia había hecho todo bien, estaba casada y tenia la manera de mantener al bebe.

—¿Jiyeon?—Un pito sordo sonó en aquel portón cuando se abrió de pronto. Mi hermana salio y de un brinco me abrazo. Realmente me sentía en casa—¿Que pasa? ¿Y tu esposo?

—Vine a visitar a mama y papa. El esta en un viaje de negocios—comente callada.

—Pasa, ¿porque traes esa cara?— Paso su mano por mi cabello y no pude soportarlo.

—Estoy embarazada.

Ella extendió sus brazos hacia mi y comencé a llorar fuertemente. Hyomin musitó algunas palabras pero no pude escucharla.

"El vuelo Beijing—Incheon saldrá en veinte minutos"

Mire una vez mas las maletas que tenia a mi lado. Mi corazón se sentía muy apretado y la culpa de dejarla sola me comía. No había recibido respuesta alguna del mensaje que anteriormente le había enviado y me sentía preocupado. No estaba preparado para ser padre. Ni siquiera sabia si nuestro matrimonio iba a ser duradero, odiaba el hecho de que ese bebe viniese en tan mal momento, justo cuando ella estaba volviendo a verme.

—Joven Zhang—dijo mi gerente—Debemos ir abordando el avión, ¿Quiere que lleve sus maletas a revisión?

—Claro—musite

Le di mi pasaporte a la joven que los estaba recibiendo. Cuando me lo devolvió me dio una sonrisa y me deseo un buen viaje. Esperaba en verdad que fuese un buen viaje.