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Habían cosas que yo odiaba al extremo y una de esas era visitar a mi padre. Desde que era un niño mi madre nos enseño a jamas entrar a su despacho sin que el lo permitiese y cuando lo hacia por que mama me obligaba siempre lo considere un lugar horrible, y aun así muchos años después sigo odiándolo.

—¿Sabes por que demonios estamos ambos aqui?—dijo mi hermano sentado a la par mía.

Esta mañana recibimos ambos un email de la secretaria de papá pidiendo que nos reuniéramos con el en su oficina. Ayer por la noche llegue de Corea y tuve que pasar la noche en en un hotel de Beijing así que tampoco he hablado con Jiyeon.

La puerta se abrió a nuestras espaldas y la silueta vieja de mi padre se asomo. Como siempre traía su pipa en la mano y se sentó en su escritorio.

—Los hijos pueden visitar a su padre de vez en cuando—Hizo aquel comentario mirando unos papeles que tenia en su escritorio. Mire a mi hermano de reojo y como siempre este había virado sus ojos.

—Papá sabes que tengo que cuidar a Minghee— El hizo un gesto de aprobación ante aquel comentario de mi hermano. Yo sabia que ahora me tocaba excusarme.

—Viaje—Fue lo único que dije. Papá me miro serio y junto sus manos.

—Si, lo supe. Aun no firmas el contrato.

Recordé que en Corea el secretario me enseño el papeleo con la autorización para construir un ampliamiento de la empresa en Corea. No me parecía buena idea decidir algo tan grande en aquel momento así que no le preste mucha atención.

—¿De que hablan?—Pregunto Junmyeon, vacilé sobre contarle pero mi padre se adelanto.

—Hace unos meses le comente a tu hermano que me gustaría ampliar las oficinas de la empresa. Y una de esas opciones era construir en Corea. No me ha dado respuesta alguna y es necesario que el firme como sucesor mio— Odiaba que papá se sintiese con el poder de controlar nuestras vidas a pesar de que ambos ya fuésemos adultos, pero creo que jamás te libras de tus padres.

—¿Corea?— Junmyeon abrió sus ojos como platos— Nos fuimos hace cinco años exactos de ese lugar y ahora quieres hacer algo allí.

Estaba de acuerdo con Junmyeon, no quería volver a ese lugar después de la semana tan incómoda que pase.

—Papá estoy de acuerdo con el, hace varios años juraste no volver a ese lugar— Su cara de frustración comenzaba a notarse— No digo que sea una mala idea ampliar nuestras sucursales pero, sabes que ninguno de nosotros va a querer ser parte del proyecto.

Estaba seguro de que el nos iba a obligar de alguna forma, me sorprendi al ver que no hubo respuesta alguna de su parte.

—¿Como esta la niña?— Su mirada volvió de nuevo a aquellos documentos y mi hermano se sorprendió por aquella pregunta.

—Esta bien—comento suavemente.

—Quiero que la traigas mas seguido, por lo menos el tiempo que me quede de vida debo pasarlo con mis nietos. Es todo, pueden irse.

Mi hermano se levanto y toco mi hombro para que fuese detrás suyo. Hice una reverencia ante mi padre y salí detrás de mi hermano.

—¿Donde estuviste el fin de semana?— dijo recostado a la pared.

—Fui a Corea— suspire antes de enfrentarme al sermon.

—¿La viste?— Asentí levemente ante la pregunta de mi hermano— ¿Como esta? Ella y los demas—Pero yo sabia que su interés iba mas allá de saber como estaba Soori.

—Bien. Fue muy incomodo, casi me acuesto con ella— Trataba de que su risa no saliese pero fue tarde— Si ya se, soy un maldito débil.

—No, solamente estas enamorado.

Linger » Yixing » BP #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora