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Nunca había pensado que el silencio podría llegar a ser tan difícil. Ella no me miraba y parecía que el lugar a mi alrededor se derretía como si de una candela se tratara.

—¿Vas a mirarme así toda la noche?—decía de pie frente al sofá con sus brazos cruzados.

Yo no podía formular palabra alguna, estaba entre nervioso y muerto de miedo. Me senté en el sofá intentando que eso me diera algo de valentía pero fue inútil.

—Yixing—ella se sentó en el sofá del frente también y yo levanté la mirada—¿Qué sucede? Si me pediste que viniera porque no me dices qué sucede.

—Me acosté con ella.

Ella se quedó en blanco, pude mirarlo en su expresión, me maldije por dentro porque me sentía lo suficientemente culpable como para mirarle a ella así. Se revolvió en su asiento como tratando de entender la bomba que estaba soltando.

—La noche en la que te desmayaste me encontré con ella. La cita fue arreglada por mamá.

Mire como de pronto las lagrimas comenzaban a bajar por sus mejillas, ella intentaba mantener la compostura y no quebrarse pero sabía que ella lo estaba.

—Quiero irme—dijo ella tomando su bolsa—Quiero irme y no quiero verte más—me levante de golpe cuando ella dijo aquellas palabras.

—Te dije eso porque quiero cambiar mis errores, yo pensé que iba a sentir algo más cuando lo hiciera—ella detuvo su camino y me miro algo incrédula—Jiyeon, el punto es que no pude dejar de pensar en ti cuando estuve con ella.

—Eso es asqueroso—parecía ofendida—¿Piensas que eso me va a hacer sentirme mejor?

—Es un comienzo—me acerqué a ella y tome su mano—Jiyeon, no quiero mentir más, quiero hacer mi vida contigo y nuestra niña.

Ella miraba mi mano y poco a poco la fui retirando de la suya. Yo la miraba impaciente esperando por qué me diese una respuesta, nos quedamos en silencio unos segundos pero fue muy difícil para mí el aguantar.

Me acerqué a ella tomándola de la cintura tratando de no golpear el bulto que había en su estómago y pegue mi frente con la de ella. Su respiración se corto por unos segundos pero luego volví a sentirla en mi pecho.

—No quiero que te vayas—suspire suavemente contra sus labios—Te quiero conmigo, necesitaba estar seguro de todo lo que sentía por ti y ahora lo sé.

—Yixing—pose mi dedo índice sobre sus labios tratando de callarle.

—Quiero que me escuches con atención—dije un poco nervioso, no sabía si saldría bien—Cuando te vi caminar desde aquel altar estaba seguro de que mi vida se iba a venir abajo. Me quitaron todo lo que tenía pero me dieron mucho más de lo que merecía.

—¿Porque me dices esto?—le di un rápido beso en los labios para callarle.

—No fue hasta esa noche en la que estuve con ella que me sentí mal por qué estaba engañándote—La acerqué un poco más a mí ahora rodeándole con ambos brazos.

Su bolsa cayó en el suelo y yo solo sonreí ante aquel gesto. Ella poso ambas manos en mis hombros.

—Estoy asustada—dijo suavemente yo solo la apreté un poco más a mi pecho.

—La casa se siente muy sola sin ti—sinceramente me sentía como un extraño en mi propia casa—Sin tu perfume por las mañanas o tu café perfectamente preparado.

Ahora fue ella quien se movió y se acercó más a mi, estaba encantado con lo que estaba sucediendo.

—Sería la persona más miserable si tú llegas a odiarme.

Linger » Yixing » BP #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora