Capítulo 34: El principio de la tormenta

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Capítulo 34: El principio de la tormenta

–Sehunnie, ¿hablamos un rato?

–Tenemos pocas horas para dormir. Tengo varias cosas pendientes y debo ir a trabajar. También tienes mucho que hacer. Tienes un viaje que organizar y trámites de los que te debes preocupar. 

La mirada fría de su novio hizo que el cuerpo del rubio sienta una espantosa electricidad que recorrió su cuerpo violentamente. 

–Pero... han pasado unos días.

–Y lamentablemente seguirán pasando. Duerme, ambos tenemos mucho que hacer mañana. 

Desde la inesperada visita de Xiumin, Sehun había estado actuando increíblemente frío y distante con su pareja. Una semana había pasado y Luhan se sentía vacío. Sehun no quería hablar, no lo besaba y no quería dormir con él. Todo era irreal. Era imposible no darse cuenta de la diferencia. Sehun empezó a emitir un aura aterradora. Lo peor para Luhan fue admitir que Xiumin empezó a tener una calidez extraña, con la que podía sentirse tranquilo. Estaba muy confundido. 

Al mismo tiempo, Jongin había regresado al departamento y hacía todo para evitar a su hermano. Suho le insiste que debe visitar a su padre, había estado dos día en el hospital y debía mantener reposo. Al parecer, unas emociones muy fuertes afectaron su cuerpo. 

Jongin no quería admitir a su hermano que era el culpable, era obvio que el otro chico no estaba enterado de nada. No tenía la fuerza para enfrentar nada en ese momento, así que se dedicó a trabajar como loco, para tener una excusa real de estar "muy ocupado". Lo malo, es que estaba abandonando a Kyungsoo también. Jongin llegaba casi a las once de la noche a comer algo, sus turnos en el trabajo arruinaban hasta sus hábitos. 

A hurtadillas, Jongin entra silenciosamente a la cocina en medio de la noche y buscó cualquier cosa que no hiciera mucho ruido. La única iluminación era la propia luz de la refrigeradora, por eso el chico dio un brinco de susto cuando el foco de la cocina se encendió. 

–¿Por qué estás aquí metido, robando comida como si fueras un ladrón?– quiere saber su novio, mirándolo seriamente. 

–¿Robar? ¿Por qué robar?– Jongin sonrió. –Sólo buscaba algo para comer e ir a descansar, no sabes el día que tuve. 

–¿Almorzaste?– preguntó Kyungsoo entre enojado y preocupado. 

–Sí. Ya sabes, Lay es una buena persona. Jamás dejaría que trabaje sin comer. 

–Hablando de eso, trabajas demasiado ahora. Suho ha estado llamando como loco, diciendo que necesita hablar contigo, pero huyes. Si soy sincero, creo que eso haces. Y huyes de mí también. 

–Hyung. 

–Sé que le contaste a tu padre algo muy... fuerte. No has dicho nada al respecto, Kim Jongin. ¿Qué está pasando contigo?

–Dijiste mi nombre completo, ¿debería estar asustado?– bromeó el chico, pero una mirada asesina borró su sonrisa. 

–Estoy hablando en serio. Cuando regresamos, dijiste que íbamos a luchar juntos y que no te dejara solo. Pero ahí estás, huyendo de tus problemas, encerándote en ti mismo y dejándome a un lado. 

–No te estoy dejando de lado, amor. ¿Por qué tanto drama?

–Drama. Dime una cosa, ¿cuándo fue la última vez que me besaste?

Jongin se quedó callado un momento, procesando la pregunta. No era capaz de recordarlo exactamente. 

–¡Esta mañana!– exclamó. –Siempre me despido con un beso en los labios antes de irme– respondió satisfecho. 

Time's up (OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora