Capítulo 25: Demonio disfrazado de ángel

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Capítulo 25: Demonio disfrazado de ángel

–Te lo dije. Puedo fingir que soy alguien diferente para él, pero no para otras personas. Eso no. ¿Te parece justo que tengo que esconder lo que siento por la persona que amo sólo porque otros se sienten incómodos? Bien, esto es lo que pienso: ¡Pueden meterse su fiesta por donde más les entre!– exclamó el muchacho con verdadero fastidio. 

–¡Jongin!– reclamó su hermano, molesto por su forma de expresarse. Entendía que estuviera molesto, pero esa no era la actitud que debía tomar, bajo ninguna circunstancia. 

–No, hyung, no. Tú no entiendes. Si mi primo es un tarado homofóbico que me amenaza, diciendo que si llevo a Kyungsoo a su fiesta me va a delatar con mi padre, simplemente no iré y punto. No tengo por qué lidiar con amenazas ridículas y mal intencionadas. 

–Entiendo tu frustración, pero trata de entenderme también. Se supone que es una fiesta formal y nos han pedido que llevemos una pareja. Si llegas con D.O, estarías admitiendo públicamente que él es tu pareja– intentó explicar Suho. 

–¡Exacto! No le veo el problema a eso– comentó Jongin, cruzando los brazos, manteniéndose firme. 

–Kai, muchos familiares pueden contarle a papá que llegaste con un chico y eso no te conviene. Él está convencido que tu novia imaginaria puede ser cualquier cosa, menos un hombre. Eso no está entre sus opciones. ¿Comprendes?

–Pues mal por él, yo di suficientes pistas– insistió Jongin tercamente. Su hermano lo miró de lama manera. –¿Sabes algo, hyung? Acabo de recordar que tengo trabajo ese día. Me será imposible ir. 

–No puedes escapar de las fiestas familiares el resto de tu vida, ¿comprendes? Tienes dos opciones ahora mismo: fingir estar soltero y no llevar a nadie para poder encontrar una candidata en la fiesta, o admitir a viva voz, frente a todo el mundo, que Kyungsoo es tu novio. 

–¿QUÉ?– exclamó Kyungsoo. Había escuchado sólo la última frase y su grito hizo que los hermanos dieran un brinco del susto. 

–Llegaste– Jongin se puso de pie y lo abrazó meloso, luego miró con provocación a su hermano y lo besó. Curiosamente, Suho encontró la escena muy adorable. 

–Suho...– Kyungsoo todavía no entendía la situación y estaba esperando una explicación. 

–Me gustaría ayudarlos  y que pudieran hacer pública su relación sin que nadie los haga daño, hermanito. Pero no siempre es posible ir en contra de la corriente. Ahora mismo debo irme y no los interrumpo más– Suho suspiró pesadamente. –No faltes a la fiesta, tal vez puedas llevar a Kyungsoo y dos amigas para cubrir apariencias. Luego, cuando todo acabe, pueden regresara a casa y comerse mutuamente cuando nadie pueda verlos– bromeó el chico, provocando rubor en las mejillas de su curioso cuñado. 

–Lo pensaré dos veces antes de ir. Yo no soy mucho de fiestas y no sirvo para bailar– tanto su novio como su hermano se echaron a reír ante semejante mentira descarada. 

***

Baekhyun estaba demasiado feliz y ni él mismo sabía por qué. Chanyeol lo miró divertido al notar su buen humor. El chico estaba tan entusiasmado, que tomó la guitarra de su novio y la aporreó feliz, inventándose la inexistente letra de una canción en inglés. El gigante se sentó a su lado y pidió prestado el instrumento para tocar algo que Baekhyun si se sabía y empezó a cantar emocionado. La improvisación salió a la perfección. Un ligero golpe en la puerta principal llamó la atención de la pareja. 

–Minseok hyung– exclamó sorprendido Chanyeol cuando abrió. El chico tenía una bolsa con él. 

–Xiumin está bien para mí. Vine a dejar unas cosas que Luhan olvidó en el trabajo. Logré encontrar el departamento porque escuché sus voces. Este edificio es como un laberinto. 

–¿Es comida?– preguntó emocionado Baekhyun. 

–Esto no– dijo dejándolo a un lado. –Es un estuche de Luhan, pero esto sí. Lo traje para compartir, pero sólo hay dos porciones. 

–Somos dos– anunció alegre Chanyeol.

–Entonces es perfecto– Minseok sonrió satisfecho de ver la felicidad de los chicos al recibir su comida y luego se despidió amablemente. 

Ya abajo, Xiumin subió a su auto. Pensó seriamente que los amigos de Luhan eran muy agradables. Tenerlos de su lado, era una ventaja que Sehun tenía ganada. Pensó en la posibilidad de contratar a la pareja para que se presentaran en vivo en el café, sus voces eran muy bonitas y podría darle puntos extra con Luhan.

Sonrió avergonzado consigo mismo. No podía creer que su vida estuviera girando alrededor de lo que Luhan pudiera pensar, hacer o decir. Todo estaba pensado para ayudarlo o hacerlo feliz. Se iba a volver loco. 

***

Cuando Sehun vio a Luhan con sus mechones rubios casi cubriendo sus ojos, sintió que recuperaba una parte importante de su vida. Hubiera podido sentir alivio, pero no. A pesar de que estaba hipnotizado con el regreso de ese color de cabello, Luhan estaba actuando especialmente extraño.

En su habitación, sus cuerpos se separaron después de un tiempo, mientras ambos respiraban con dificultad y entrecortadamente. Sehun estaba sudando y su pecho subía y bajaba, mientras su antebrazo cubría sus ojos. Estaba acostado boca arriba en la cama, cuando sintió las manos del rubio recorrer su cuerpo nuevamente. 

Retiró su brazo para encontrar a Luhan prácticamente escaneando su cuerpo de arriba a abajo, sin perderse un sólo centímetro. Por primera vez, en mucho tiempo, el menor se sintió nervioso al tener a su pareja en la cama, mirándolo de esa manera. Luhan lo besó desesperadamente y a Sehun le costó un poco separarlo. 

–¿Qué pasa, Lu? Estás un poco... emocionado hoy. No me digas que te hizo tan feliz que Xiumin te haya venido a visitar– provocó el menor. 

–Eres un tonto. En realidad, sólo quiero comerte entero– jugueteó el rubio, poniendo su cara dulce y tierna. 

–¿Por qué?

–Porque necesito mostrarte de cualquier forma que debemos estar juntos y que no hay nadie más que tú en mi mente– aseguró Luhan sonriendo. Sehun notó que estaba aguantando las ganas de llorar. 

–Bobo– le dio Sehun. 

–¿Qué?– preguntó su novio sorprendido. 

–No tienes que hacer esto para demostrarme que me quieres. Yo fui el tonto que te hizo sentir de esta manera. 

–Lo lamento. Yo...

–No me quejo. No voy a decir que no lo he disfrutado. Pero, ¿puedo decirte algo?– esta vez era el menor quien sonrió con coquetería. –La verdad es que, ya no puedo verte como un ser puro e inocente. –Luhan se echó a reír. –Eres un demonio disfrazado de ángel. 

Time's up (OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora