Capítulo 19: Ya no te tengo miedo

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Capítulo 19: Ya no te tengo miedo

–¿Acaso estás loco?  El momento en que tu padre se entere que estás trabajando aquí como mesero, le va a dar un infarto y te va a matar– advirtió Sehun. 

–No le tengo miedo. 

–Kai– Sehun intentó razonar con él. –No te metas en problemas. No estamos en una situación para perder el trabajo enfrentando una situación como esta. Escúchame, por favor, y entra a la cocina. Me haré cargo de lo demás. 

–Sehun tiene razón, Kai. Es preferible si no te metes el problemas– aconsejó igualmente Lay. 

Pero Jongin no escuchó a nadie y continuó con sus actividades. Todos los compañeros de trabajo de su padre y algunos clientes estaban en una mesa, en una especie de reunión a la hora del almuerzo. 

Uno de sus compañeros pidió ayuda a un mesero para terminar de tomar la orden. Jongin no esperaba un contacto tan inmediato, pero igual se acercó con las manos temblorosas para anotar los pedidos. Sehun sudaba frío, no quería un escándalo. 

De la nada, mientras su hijo trabajaba, el padre de Jongin desapareció. Sehun lo buscó con la mirada mientras atendía sus propias mesas, temeroso de que reapareciera de la nada. Y, efectivamente, pasó. Jongin estaba llevando unas bebidas cuando su padre se dio cuenta de su presencia. Se acercó y, al comprobar que era él, se acercó furioso. Sehun quiso alertarlo, pero fue demasiado tarde. Jongin estaba de regreso a la cocina, cuando fue arrastrado hacia un lado. 

–¿Qué demonios haces?– preguntó su padre, metiéndolo en un lugar donde nadie pudiera verlo. 

–Trabajo– respondió Jongin, intentando no mostrarse espantado. 

–¿A esto le llamas un trabajo? ¿Acaso te crié para que sirvieras a otros?

–No es mi carrera profesional. Es para guardar suficiente dinero y poder vivir bien. 

–¿Te estás haciendo el listo conmigo, insolente?– su padre lo empujó, Jongin no se movió. Esta vez no se iba a dejar maltratar. 

–Por favor, con todo el respeto que te mereces como mi padre, te pido que no hagas una escena aquí. Es mi lugar de trabajo. La última vez tuve que faltar dos días para no venir con mi cara hinchada frente a los clientes. 

–Recoge tus cosas en este instante. Regresarás a casa conmigo. Ahora– ordenó el hombre en tono amenazante. 

–No. Tú regresaras a tu reunión y yo a mi trabajo. Soy un hombre independiente ahora, ya no soy el chico que vive en tu casa y al que puedas mandar. 

–Eres legalmente mi responsabilidad. Hago lo que considero mejor para ti como tu tutor. Así que, en este instante, irás por tus cosas. 

–Eso se acabará pronto. La única forma en la que puedas sacarme de aquí y arrancarme de mi vida es encerrándome hasta que las leyes te lo permitan– Jongin acomodó y ropa y estaba dispuesto a irse, pero su padre no se lo permitió. 

–¿Acaso tienes algún problema auditivo o mental? Cualquier otro chico de tu edad y de tu estatus preferiría mil veces ser mantenido por sus padres y tener todas las comodidades en vez de rebajarse a estar haciendo el ridículo por un capricho. 

–No hago esto por capricho, es una decisión que he tomado como un adulto. No soy cualquier mocoso mimado que quiere comodidades, soy alguien que quiere salir adelante por sí mismo, es mi decisión. Mis logros en la vida serán por mi propio esfuerzo, no por el tuyo.

–¡Eres todavía un niño! ¿Qué sabes tú sobre logros de la vida? Yo a tu edad...

–Tú a mi edad tenías un hijo– respondió Jongin. –Y más responsabilidades que yo– el rojo de furia de su padre se convirtió en blanco de espanto. 

Time's up (OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora