Capítulo 40: Corazón

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Capítulo 40: Corazón

Xiumin se daba una ducha mientras Luhan seguía tendido sobre la cama, sintiéndose la peor persona del mundo. No sólo estaba usando a un gran amigo, que tanto había hecho por él, sino que además fingía disfrutar de su relación. Además, también estaba rompiendo la firme promesa que le hizo a Sehun: jamás estar con otra persona, jamás entregarse a otro. 

Recostado boca abajo, el rubio se limpiaba las lágrimas que caían sin cesar por su rostro, sujetando los collares que colgaban de su cuello. El día que le llegó el paquete de sus amigos a China gracias a Kris y Tao, hubo algo que hizo que su corazón se detuviera un instante. Era una cajita gris con una nota encima. Decía lo mismo que el mensaje de texto: Todavía te amo, hyung. Luhan sintió en ese momento como su corazón saltaba de alegría, hasta que encontró dentro el collar de pareja que Sehun había comprado cuando ganó una absurda apuesta, sólo para darle gusto. 

Luhan lloró con mucho sentimiento. Si lo seguía amando, ¿por qué le había devuelto un símbolo tan importante de su relación? Ni siquiera se lo podía recriminar. Él estaba con otra persona y se había acostado con alguien más cuando le había jurado a Sehun con una enorme sonrisa, que jamás lo haría. A veces los planes no se cumplían como se esperaba. 

–¿Estás bien?– le preguntó Xiumin, acariciando su espalda con dulzura. –¿Te sientes bien? ¿Te duele algo?– quiso saber, preocupado. 

–No es nada– respondió Luhan con un hilo de voz, no quería que se note que había llorado. 

–No sientas culpa, Luhan. No has hecho nada malo– las palabras de Minseok sorprendieron al rubio. Se había dado cuenta de inmediato de lo que estaba pasando. –Somos una pareja ahora, no engañas a nadie por tener intimidad conmigo. 

Luhan se acomodó y se tapó con la sábana. Miró perplejo a Xiumin, él no parecía muy afectado. 

–¿Cómo lo haces?– el rubio se vería consternado. 

–¿Qué cosa?

–Adivinar lo que pienso, saber cómo me siento, darte cuenta de cosas que son difíciles hasta para mí. 

–Cuando amas a alguien, tienes empatía con esa persona, ¿no te pasaba lo mismo con Sehun?–Xiumin se arrepintió enseguida de su pregunta, era tarde. 

–Sí. Por eso me asusta. Él era el único que podía leerme, hasta que llegaste. 

–Eso significa que mis lazos contigo pueden llegar a ser tan o más fuertes que los que tuviste alguna vez con él. Ahora, sólo debes intentar olvidarlo. 

–Soy una mala persona. Yo estoy aquí, cuando sigo amando a Sehun y sólo me siento pésimo porque tú lo sabes– Luhan empezó a sollozar, sin darse cuenta de lo que había dicho. El dolor era demasiado fuerte. 

–Dúchate– ordenó Xiumin en tono seco. –Luhan, te quiero demasiado. En serio me gustas mucho y por eso me duele cuando no te das cuenta de lo que dices. A veces me lastimas, por eso no arruinemos esto. Vístete y vamos a comer algo. 

Minseok salió de la habitación intentando, como siempre, mostrar buen humor. Luhan se arregló de mala gana y, cuando estaba por entrar a la ducha, se dio cuenta que los collares todavía colgaban de su cuello. Los miró por un momento y decidió que se los sacaría cuando sus sentimientos por Sehun desaparecieron por completo. Probablemente, se quedarían colgados sobre su pecho para siempre. 

Xiumin cerró la puerta de entrada del departamento y tomó la mano de Luhan para bajar por la puerta de la cafetería. Debían caminar hasta el auto, que estaba estacionado muy cerca. Sehun los miraba desde lejos, en el punto ciego, sus ojos estaban decaídos y su rostro inexpresivo. 

Time's up (OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora