Capítulo 19.

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Parecía que el destino quería que Min Ho y Jin Ki tuvieran tiempo para su reencuentro porque el abogado no tenía ningún asunto que atender sino hasta la tarde y toda la mañana la tenía libre, llevando más de una hora hablando con Jin Ki en su oficina, sólo se podían escuchar risas fuera de ella, más no de lo que hablaban, pero parecía que por ese día las paredes se habían vuelto más delgadas o ellos reían muy fuerte para que el secretario pudiera oírlo, quién sólo se concentraba más en su trabajo, fingiendo que no le importaba en lo absoluto lo que estaba pasando en el interior de la oficina del abogado Choi, cuando muy dentro de él quería saber lo que sucedía.

La mañana siguió lenta y vio varias veces ingresar y salir de su oficina al abogado Kim, dejando le trabajo o pidiendo que llamara a algunas personas, a veces parecía que sólo lo hacía para mantenerlo distraído porque incluso le daba el trabajo que solía hacerlo él mismo, mientras la oficina de Min Ho continuaba cerrada como había sido desde que ingresó en ella con Jin Ki, pero seguían habiendo aquellas risas que llegaban de vez en cuando hasta el escritorio del secretario.

—Taemin, ¿Min Ho sigue en su oficina con Jin Ki? —preguntó el rubio.

El secretario asintió y sin esperar nada como siempre era, entró en la oficina del abogado Choi, dejando la puerta un poco entre abierta, permitiéndole al secretario escuchar lo que hablaban en el interior, no quería estar fisgando en un tema que a él no debía interesarle, eso se decía, porque él sólo imaginaba que Jin Ki era un amigo del los abogados, sin embargo siempre terminaba dirigiendo su mirada a la puerta de la oficina del abogado Choi, era como un magnetismo que lo atraía a hacerlo.

El tiempo empezó a pasar más rápido cuando se concentró por completo en su trabajo, al revisar las citas que tenía ese día el abogado Cho, además de que había estado en su oficina, recordándoselas que incluso había olvidado que los abogados Kim y Choi estaban en la oficina del último con un chico que jamás había visto, ni siquiera en las fiestas de Ki Bum en donde casi siempre se reunían todas sus amistades del rubio. Volvió a su puesto de trabajo intentando encontrar algo nuevo en lo que ocuparse cuando la puerta de la oficina de Min Ho se abrió, viendo salir a las tres personas sonriendo de aquella oficina.

—Creo que no deberíamos ir muy lejos, no quiero interrumpir tu trabajo —habló Jin Ki con una sonrisa.

—Vamos a donde quieras, yo invito después de todo —Min Ho caminaba a su lado, ignorando por completo al secretario.

El abogado Kim iba detrás de la pareja y se detuvo en el escritorio del secretario, sonriendo y viendo de soslayo a los chicos que ni siquiera se habían fijado que él se había detenido, al parecer el tiempo que había pasado si había dejado demasiadas cosas de las que hablar, y más si Jin Ki ni siquiera había estado en el país, tenía todas sus aventuras en el extranjero con un idioma que no conocía pero que lo llevaba a vivir mil y un aventuras.

—Taemin iremos a almorzar —dijo el rubio, atrayendo la atención de las dos personas que ahora estaban cerca del ascensor —¿quieres venir con nosotros?

El secretario dirigió su mirada a Jin Ki y Min Ho, quién parecía haber recordado que el secretario existía y qué era para él, volviendo después la mirada al rubio, fingiendo una sonrisa, no quería molestar en su reencuentro a los amigos, no quería que el chico que tan sólo había visto por unos pocos minutos y que ni siquiera habían sido presentado se sienta incómodo con su presencia.

Creo que será mejor que no lo haga.

—No quiero incomodar —respondió.

—¿Quién dijo que lo harías? —Rodeó el escritorio, Taemin se dio cuenta que había escogido mal sus palabras porque el rubio no se rendiría —vamos —hizo que se levante de su escritorio y casi se podría decir que fue arrastrado hacia el ascensor.

The correct person.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora