Junto A La Muerte

Capítulo 2: Rechazo Vivo y Encuentro Muerto.

   -Nero: ―(No, es mejor hacerlo ahorita. Ya he llegado hasta aquí. Si me rindo, quien sabe cuando tenga otra oportunidad) ―y con una mirada de determinación, dice―. (Tengo... que hacerlo).

Acercándose a unos pocos pasos más cerca de Trish, Nero nervioso se pone ni lo más cerca ni lo más lejos de Trish, sino a una distancia adecuada. Ya en la distancia perfecta y con los nervios a tal punto que las rodillas le tiemblan y, las manos y la frente le sudan a litros, Trish observa como Nero esta muy alterado. Y al verlo en ese estado, y recordando que el le queria preguntar algo, corta el hielo con su pregunta directa.

   -Trish: ―Nero, ¿que es lo que me querías decir?.

Nero obre sus ojos alterado un poco y sabe que esta es la oportunidad. Cerrando sus puños y despejando la mente, alza la mirada y con su voluntad aún presente en el, finalmente dice lo que se guardo felizmente por 4 meses.

   -Nero: ―Trish, yo te quiero. ¿Deseas ser mi novia? ―se confiesa nuestro protagonista con una cara totalmente roja.

La vergüenza de confesarse hace que Nero se tape la cara por un rato. No quiere que Trish lo vea todo sonrojado como un tomate. Mientras tanto, por el lado de Trish, parece que ella quedo estupefacta ante la repentina confesión de Nero. Ella no se esperaba esto para nada. Por lo que su cerebro intenta analizar todo el proceso, y en el proceso, se hizo un shotdown.

Ya recuperando la conciencia después de la conmoción, Trish observa a Nero. Esta es la primera vez que alguien se le confiesa, y eso le da algo de alegría. Aún así, ella no siente nada por el. Ni una minima pizca. Solamente... lo ve como un amigo. Eso es lo que ella siente, lo cual, le produce un poco de tristeza ya que al final, tendrá que lastimar los sentimientos de Nero.

Sin ningún remordimiento, Trish con profunda tristeza sabe lo que va a hacer. Y entonces, le da su respuesta a Nero.

   -Trish: ―Lo... lo siento Nero. No puedo acceder a lo que me pides.

Nero oye las palabras frías provenientes de la boca de esa chica. En su mente, cada letra, cada silaba, cada palabra y cada oración, retumban sin cesar una y otra vez como ecos, haciéndole que una herida sentimental se cree en su alma.

Con las ganas de llorar y a punto de estallar, Nero con un aguante le pregunta la razón.

   -Nero: ―¿Po-porque no, Trish?. Deseo saber la razón de tu rechazo.
   -Trish: ―Lo siento Nero pero, no te veo más que como un amigo. No quiero lastimar tus sentimientos mintiendote que si me gustas y que saldría contigo, o, que no me gustas pero que acepto amablemente salir contigo para llegar a ser cercanos. No tengo ese tipos de deseos contigo. Lo siento, pero... no puedo aceptarse ―y con esta última frase que ella dice, hace Nero estalle en lágrimas.

Nero ya no aguanto más. Sus lágrimas salen como grifo tras esa última frase. Hasta ahora, cada oración que ella decia era una apuñalada tan dolorosa para Nero que este supo aguantar. Pero esa última oración fue el tiro de gracia.

Echando a llorar y con sus manos temblantes sobre su cara, Nero sale corriendo y se despide de una manera tan difícil de Trish.

   -Nero: ―Lo... lo siento. Adiós ―y pasa por su lado recogiendo su mochila y huye por el pasillo.

El dolor del rechazo le es insoportable a Nero, pero estaba consciente de que pasaría esta posibilidad. Un poco cerca del club, abrazados como tortolitos, se encuentran Wave y Alma quienes observan como Nero sale del club corriendo directamente hacia ellos.

   -Wave: ―¿Nero? ―se pregunta preocupado.
   -Alma: ―¿Que le pasó? ―pregunta también preocupada.

Nero sigue corriendo hacia ellos cuando de repente, pasa de largo de sus amigos y ambos, observaron a Nero cubierta de lágrimas y una tristeza indescriptible dibujada en todo el largo de su rostro.