Junto A La Muerte

Capítulo 27: Ataque Inframundista.

*riiiiiinnnnnngg*... *rriiiiiinnnnngg*... *riiiiiinnnnnngg*... suena en una habitación una alarma. Una mano debajo de una sábana, bruta, busca el botón de apagarlo. Pero, recurre al método casero de tirarlo al suelo y que se apague de ello. Y eso sucede. Él joven sale de su cama y con sus cabellos rojos alborotados junto a su mechón, se dirige al baño.

Nero orina, luego se lava las manos y por último, la cara. Mirándose al espejo, entre la humedad que refleja su cara mojada, recuerda con mucha extrañeza sobre lo último ocurrido estas semanas (dos para ser específicos). Es domingo por la mañana para Nero y tras secarse la cara, el recuerdo de contarle a Trish y Solei sobre el tema paranormal en el que se vio envuelto últimamente, viene de repente. Realmente no puede creer que se los contó justo en el momento que muchas cosas importantes habían y estaban pasando.

   -Nero: ―La vida es una caja llena de sorpresas, ¿uh? Je je je ―se ríe al pensar aquel lema.

Pero luego, se pone serio por otro recuerdo: La revelación de la madre de Electra, quien resultó ser Bastet. Apretando duro con sus manos el lavabo donde esta apoyado, Nero de mira determinado a hacer una sola tarea de hoy antes de brindarle apoyo a su amiga.

   -Nero: ―Debo ir a visitar a Izanami.

Nero cierra el grifo y se seca su cara. Al salir del baño, se dirige a su habitación donde se viste casualmente para bajar a desayunar. Al bajar, en la mesa se encuentran su hermana, madre y padre, quienes estaban arreglando la mesa antes de servir.

   -Marco: ―Oh, buenos días hijo ―saluda apenas lo ve y los demás también.
   -Nero: ―Buenos días Pá.
   -Karen: ―Buenas hijo.
   -Nero: ―Buenos días Má.
   -Rosaly: ―Buenos días, hermano.
   -Nero: ―Buenas pelada fea ―y le da un beso en la frente.
   -Karen: ―Hijo, trae cuatro platos y vasos de la repisa por favor.
   -Nero: ―Enseguida Má.

Nero se dirige a una repisa superior de la cocina y de ahí saca lo indicado. Una vez encuentra el equilibrio perfecto para llevar todo, lo lleva a la mesa y los sirve de manera espléndida.

   -Karen: ―Toma cariño, tus huevos revueltos de queso.
   -Marco: ―Gracias amor ―y le da un beso en los labios como agradecimiento.
   -Karen: ―Aquí tienes hija tu plátano asado con mani salprieta.
   -Rosaly: ―Gracias Má.
   -Karen: ―Y por último, tu caja de cereal de chocolate con tu le-chi-ta~, querido.
   -Nero: ―Muchas gracias Má.

La família Rose Gardena come satisfactoriamente juntos el desayuno que con tanto amor se preparó  (menos el de Nero porque es cereal prefabricado). Mientras comían, Nero para por un momento de comer y le informa a sus padres.

   -Nero: ―Má, Pá, voy a salir después de comer. ¿Puedo?.
   -Marco: ―¿A donde iras?.
   -Nero: ―A visitar a una amiga.
   -Karen: ―¿Tienes tarea?.
   -Nero: ―Má, sabes que el cole nunca deja tarea ya que lo considera innecesario.
   -Karen: ―Cierto, cierto. Y, ¿como a que hora piensas volver?.
   -Nero: ―Probablemente por allí de las 6 pm alrededor.
   -Marco: ―¿Y porque tardarás tanto? Apenas son las 10 am.
   -Nero: ―Bueno, no voy a estar tan lejos. Después de la "amiga" a la que visitaré, iré a pasar un pequeño rato donde Electra y antes de que sean las 7 pm, volveré.
   -Marco: ―Entonces si es de ese modo, tienes mi permiso. ¿Qué dices tú, cari? ―le pregunta agarrándola de la cintura.
   -Karen: ―Esta bien por mi. Pero, si vuelves más allá de las 7pm... ―y se levanta por un momento de su silla, y con una aura intimidante, le dice a su hijo―... juro que aquella consola amada tuya desaparecerá como el amor de ella por ti.
   -Nero: ―Uff Má, que sad. Borra eso ―responde intimidado y con algo de lagrimillas.