✓ Capítulo 9

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Pov's Naruto 

Estoy tranquilo en mi apartamento, preparándome patatas fritas y una ensalada César. Llevo ya cuatro meses de embarazo y parezco una foca. 

Tsunade dice que estoy bien y que incluso debería tener más panza. Entre los antojos que me entran, los cambios bruscos de humor y hormonales, esto se está empezando a complicar.

Y mis amigos no ayudan mucho. No es que me hagan mal, pero estar todo el día encerrado en mi casa me empieza a agobiar. Y cuando quiero salir, insisten en vigilarme todo el tiempo.

Y para rematar, no me dejan hacer nada para obtener un trabajo. Necesito dinero para comprar todo lo necesario para el bebé: la cuna, la ropa, los juguetes, los pañales... Pero claro, todos me miran para matarme en cuanto menciono la idea. 

Hoy quiero pasar un día emocionante y tranquilo. Voy a ir a la tienda de bebés para empezar a seleccionar las cosas principales, o por lo menos la cuna y algo de ropa. Y tengo el plan perfecto.

Lo primero es invocar un clon de sombras. Lo segundo, pedirle ayuda a cierto amigo. El primer paso y el más difícil, ya que el manejo de mi chakra se ha desestabilizado más de lo normal, ya está hecho. Ahora a por el segundo.

¡Kura-chan, por favor! —supliqué a Kurama que le pasara un poco de su chakra al clon, así se mezclaría con el mío y a mis amigos le resultaría complicado indentificarme. Pero a cierto zorro le ha salido la vena paternal y de abuelo—. Sólo será por un momento.

Ya te he dicho que no, cachorro. Si vas con alguien, sí. —noto como mis ojos se humedecen, otro cambio de humor—. No, por favor, cachorro. Sabes que no me gusta verte llorar.

Y-yo so-solo que-quería p-pasar el d-día e-esco-escogiendo c-cosas p-pa-para mi b-bebé. —los sollozos no me dejan articular bien mis palabras. ¡Odio sentirme así!

Vale, puedes ir. Pero, por favor, deja de llorar. —me atrapa entre sus colas y me da un abrazo. Quién diría que gracias a mis cambios de humor pude conseguir mi objetivo—. Sabes que puedo escuchar tus pensamientos.

Lo sé, se me pasó ese pequeño detalle. —dije sonriendo mientras Kurama me veía con cara de agotamiento.

Qué se le va hacer... —entre sus garras, aparece una pequeña cantidad de chakra naranja y me la posa en mi cabeza. ¿Ya está?—. Con esto es suficiente, ahora vete antes de que tus amigos te descubran.

¡Gracias, Kura-chan! —dije. Y corté la conexión.

Efectivamente, mi clon tenía mezclado mi chakra y el de Kurama. Ahora podré ser libre. Con sigilo, salgo de mi apartamento y emprendo mi camino a la tienda de bebés.

Por el camino casi me cruzo con Sakura e Ino. Menos mal que no miraron para el cubo de basura, sino soy hombre muerto. Cuando llego a la tienda, que era inmensa, todas las mujeres me miran sorprendidas, enternecidas y tristes. Y sí, Oba-chan comunicó a la aldea sobre mi estado. Me sorprendió mucho su reacción, todos me apoyaron y me ayudarían en lo que necesitaría. Por lo menos, ya mi pasado no me persigue.

Empiezo mirando las cunas, son hermosas todas. Pero una en concreto me llama la atención. Es redonda, de tamaño medio, con una exquisita madera de roble oscura que contrasta con sus decoraciones y sábanas crema.

Es una magnifica cuna. —me dice una empleada sonriente.

Tienes razón. —le contesté, observando un poco más la cuna.

Si lo desea, le puedo enseñar más cunas. 

Muchas gracias, pero hoy solo me quiero dedicar a mirar por mí mismo. Más adelante miraré más detalladamente.

Está bien. Si necesita ayuda, estoy en el pasillo 2. —dice la empleada amablemente. Se retira. La verdad es que hay un buen servicio en esta tienda.

Sigo con lo mío y ahora estoy en la sección de la ropa. Todo es tan pequeño y adorable. Bodies de todo tipo y de todos los colores, pantalones adorables, pijamas súper tiernos. Esto es el mundo de lo adorable.

Estaba caminando, perdido entre tantas cosas adorables, que tropecé con una estantería. Por inercia, me cubrí el vientre para evitarle cualquier daño a mi hijo, pero nunca llegué a impactar contra el suelo. Unos fuertes brazos me estaban sujetando, su cuerpo estaba muy pegado al mío. ¿Quién será?

Tienes que tener más cuidado, Naruto-kun. —me dice a mi oído, su voz suena tan sexy y varonil... Pero, ¿qué hace este aquí?

¿Qué haces tú aquí? —pregunto. Me está dando mala espina, donde está él, hay un problema.

Qué descortés por tu parte. Encima que te ayudo a evitar que mi sobrino tenga algún accidente... ¿Y así me lo agradeces? —me quedé sin respiración.

¿Có-cómo...tú...? —no podía articular ninguna frase. El miedo se estaba apoderando de mi cuerpo.

Solo te diré que te he estado observando, Naruto-kun. Pronto nos encontraremos otra vez. —dice desapareciendo en una bola de humo.

Naruto, no es por alarmarte más, pero tu clon ha desaparecido y un muy enfadado grupo de chicas, una vieja borracha, dos pervertidos y tu antiguo maestro se dirigen hacia aquí. —dice Kurama. Hice caso omiso a su advertencia, solo podía pensar en qué hacía él aquí—. ¿Cachorro?

Te encontré, Naruto. —dice Kakashi. 

¡De esta no te libras, mocoso! —grita Tsunade. Yo seguí sumergido en mis pensamientos.

El resto llegó gritando y dirigiéndose hacia mí. Mientras, Kurama me preguntaba qué me estaba pasando. Lo último que sentí fue un grito hundido que decía mi nombre por parte de todos los que habían venido a la tienda por mí.  Seguidamente, todo lo vi oscuro.

No Pude EvitarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora