No Pude Evitarlo

✓ Capítulo 11

Pov's Naruto

—Por fin podemos hablar a solas, Naruto.

¿Por qué? ¿Por qué tiene que aparecer? ¿Qué quiere? ¿Qué hago ahora? Intento soltarme, pero entre que estoy débil por el embarazo y él está ejerciendo algo de fuerza, me es imposible. Tengo miedo.

—¿Q-qué quieres? —pregunto entre balbuceos. Solo espero que no le haga daño a mi hijo.

—Yo no quiero nada. —dice. Seguidamente me libera. ¿Qué quiere?—. Solo quiero que me escuches.

—¿Cómo sé que no es una trampa? La última vez que nos vimos intentaste matarme. Además, sé que estás en una organización que está detrás de los Bijūs. —le respondo. Tengo que mantenerme alerta, no es de fiar.

—Si te quisiera llevar conmigo, ¿no lo habría hecho ya? —Esto... Tiene razón. Aún así, no es de fiar—. En fin, el caso es que sé lo que hizo mi hermano y me siento con la responsabilidad de ayudarte.

—¿Responsable? Tú no tienes nada que ver con mi hijo, el único que tiene que tomar la responsabilidad es Sasuke y no está en mis planes que se entere de la existencia de mi bebé. —espeté. Nuestras miradas se cruzaron. Tenía una mirada intensa y llena de seriedad, al parecer mis palabras no le han gustado. 

—Míralo por este lado: llevas en tu vientre el futuro del clan Uchiha, y ya que el bastardo de mi hermano no está aquí ahora, yo me haré cargo y punto. O por lo menos, hasta que nazca mi sobrino. —sugiere. Le iba a reclamar cuando siento otra vez el chakra a mi alrededor. ¡Maldito!

En segundos, me encuentro en mi habitación. ¿Qué ha sido eso?

No sé qué hacer. Itachi parecía seguro de lo que decía, pero me hace desconfiar al mismo tiempo. Como si estuviera planeando algo. Aún así me tranquiliza saber que su intención no es lastimar a mi hijo. Solo espero que cumpla su palabra.

Pov's Sasuke

Después de casi dos meses de viaje, por fin llego al lugar al que menos deseo regresar. Por fin podré deshacerme de un estorbo y cumplir con mi objetivo.

Empiezo a retraer el chakra e intentar localizar a Naruto y a Itachi. De mi hermano ni rastro,  tampoco es que me sorprenda. Sabe muy bien cómo ocultarse. Sin embargo, noto el chakra de Naruto muy débil e inestable. ¿Le habrá pasado algo? Oh, pero qué más da. Naruto, prepárate. 

Pov's Naruto

¡Genial! Hoy ha sido un día maravilloso. He ido con Tsunade-obachan, Sakura-chan y Hinata-chan a comprar las cosas para el bebé. La cuna es la que vi por primera vez, tengo pañales de sobra para los seis primeros meses, al igual que los alimentos necesarios (leche, compotas, papillas...). Oh, y la ropa... Cada vez que la veo, me muero de lo pequeña y adorable que es. Es tan suave, tengo ganas de que nazca para verlo con esta ropita.

Aún no sé qué nombre ponerle. Le he pedido consejo a algunas madres y me han dicho que desde que lo veas por primera vez, sabrás el nombre perfecto para él. Tampoco es que me preocupe. Todavía tengo dos meses para pensármelo, y ya está todo listo para su llegada. Solo queda engordar más y esperar.

Por suerte, le he pedido a Kurama que reúna chakra por si acaso me ocurre algo a mí y así poder proteger a mi hijo.  Ha sido difícil, aunque mejor prevenir que curar. En cuanto a Itachi, resulta que es el mejor tío del mundo. No solo a cuidado de mí con respecto a la alimentación, sino que me ha estado dando consejos según su experiencia cuidando a Sasuke, me ha protegido  de cualquier imprevisto y, sobre todo, le ha cogido mucho cariño a su sobrino. Creo que mi hijo será muy consentido.

Ahora estoy guardado la ropa y ordenando la habitación de mi bebé. He hecho una pequeña reforma y creado una nueva habitación, no es muy grande pero servirá hasta que encuentre algo mejor. Pero noto algo, por eso he estado intranquilo desde hace una horas.

—Cachorro, ¡llama a Itachi ahora! —grita Kurama. Puedo comunicarme con Itachi a través de un sello espacio-temporal. ¿Por qué estará alterado?

—¿Qué ocurre, Kura-chan? —le pregunto mientras activo el sello.

—Cuánto tiempo... —está enfrente de mi, mirándome de arriba a abajo. Sasuke—. Todo este tiempo no te ha sentado muy bien, pero no te preocupes. —Iba a salir corriendo pero noto algo afilado atravesar mi vientre. ¡No!—. Ya no te tienes que preocupar por nada.